El té es la segunda bebida más consumida de todo el mundo después del agua. Pero, ¿cuál fue su origen? Cuenta la historia que todo comenzó en China, mientras el emperador y erudito Sheng Nung (2.737 a.C), descansaba bajo un árbol de té silvestre. Una de las normas impuestas en su reinado era la de hervir toda el agua para consumo humano. Mientras descansaba bajo un árbol, una brisa dejó caer algunas hojas de té en el recipiente donde él hervía el agua. Al probarla descubrió el té, una infusión deliciosa, aromática y revitalizante. En poco tiempo, esta beneficiosa infusión se esparció por todo el imperio de China.
Existe otra historia sobre el origen del té, que cuenta que el té llegó a China desde la India como resultado de la cultivación del Príncipe Bodhidharma, hijo del Rey Kosjuwo, quien dejó la India para propagar el budismo. Al llegar a Cantón, se cultivó en un templo de las montañas. Bodhidharma hizo voto de estar nueve años despierto en meditación, pero al quinto año, el sueño se hizo presente.
Entonces, disgustado por su debilidad ante el sueño, decidió arrancarse los párpados y así terminar despierto su meditación. Se dice que en ese lugar donde cayeron sus párpados creció la planta del té, una planta reconstituyente que deja sensación de bienestar.
La palabra té en chino, "cha", esta formada por los ideogramas correspondientes a "hierba", "hombre sentado sobre la tierra" y "árbol", pero la palabra té en castellano deriva del término t’e, "tai" en el dialecto chino amoy.
La hora del té en la cultura china conllevaba todo un rito, pudiéndose prolongar a casi cuatro horas. La mayor obra conocida, y se podría decir la única hasta nuestros días, sobre la elaboración y rito del té es el Cha-ji, conocido como el Libro Sagrado del Té, escrita por el poeta Lu Yu durante la Dinastía Tang, en el año 800 a.C. Lu Yu explicó de una forma muy bella y poética la forma de preparar el té; él veía en éste un modelo de orden y armonía que reinaba sobre todas las cosas del Universo.
En la obra se explica que quien realice la ceremonia, e incluso el invitado para participar de la ceremonia del té, debía tener un amplio conocimiento sobre la producción y los tipos de té, un conocimiento de los gestos y posturas adecuadas y las frases pertinentes a la hora de tomar el té, así como también la conducta general en la sala del té. Se puede decir que la "ceremonia del té" reúne la presencia de la religión, la literatura y la filosofía, así como del arte y la artesanía. Los cuatro elementos que representaban la ceremonia del té eran: la armonía, la reverencia, la pureza y la calma.
Hoy en día es bien sabido que el té verde es bueno para nuestros cuerpos. Las propiedades anti oxidantes de los radicales libres lo convierten en un elemento indispensable para los amantes de la salud de todas partes. Muchos estudios subrayan los beneficios potenciales del té verde, incluyendo la prevención del cáncer y la pérdida de peso.
Pero el té verde no es sólo delicioso y saludable sino que también puede ser usado en casa como remedio y como embellecedor natural.
Articulo original disponible en: http://www.lagranepoca.com/articles/2010/05/02/4545.html
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