Durante los reinados del Emperador Amarillo, el Emperador Yao y el Emperador Shun, el pueblo chino sufrió mucho debido a las graves inundaciones que amenazaban sus vidas, y todos los emperadores trataban de hallar soluciones para controlar la fuerza arrasadora del agua, pero no lo lograban.
El Gran Yu frenó las peores inundaciones de la antigua China (La Gran Época) |
Yu era uno de los descendientes del Emperador Amarillo, y por su bondad y talento fue recomendado por muchos ministros como la persona más capaz para resolver el problema de las inundaciones, así que el Emperador Shun lo nombró como el principal responsable del control de las inundaciones.
Gun, el padre de Yu, había pasado nueve años construyendo diques y represas para evitar inundaciones durante el reinado de Yaos, pero fue en vano.
El enfoque de Yu era diferente al de su padre. Observó y se aprovechó de la naturaleza del agua que la hace fluir hacia abajo, creando canales de dragado de acuerdo a las funciones propias del territorio para dirigir los nueve flujos de agua hacia el mar. Después de trece años de duro trabajo, las inundaciones se calmaron.
Yu se dedicó al control de las inundaciones ya que sabía que podría salvar vidas si las inundaciones podían ser controladas. Durante su incansable labor, no volvió a su casa aunque pasó frente a ella tres veces.
Como la primera vez que pasó por su casa recién había iniciado el control de inundaciones, decidió no visitar a su esposa a pesar que estaba recién casado.
La segunda vez que pasó frente a su casa, estaba ocupado con el control de inundaciones y no visitó a su familia aunque su hijo estaba recién nacido.
La tercera vez que pasó por su casa, estaba demasiado ocupado dirigiendo el agua hacia el mar, por lo que no se detuvo pero saludó de lejos a su esposa y a su hijo.
Después de controlar exitosamente las inundaciones, Yu le enseñó a la gente a plantar una variedad de cultivos en la tierra fértil. Desde entonces la vida de la gente se volvió alegre y pacífica.
Debido a los grandes aportes de Yu, su compasión por los seres hizo que la gente lo ame y respete. Además era querido por ser amable, muy humilde, benévolo y fiable, al punto que el Emperador Shun le tenía tal consideración que en 2205 a. C., le entregó el trono a Yu en lugar de a su hijo, convirtiéndose en el Emperador Yu.
Yu ha sido recordado por el pueblo chino como el Gran Yu.
El inicio del sistema de trono hereditario
El Emperadores Amarillo, el Emperador Yao y el Emperador Shun fueron respetados y apoyados por todas las tribus para convertirse en emperadores por sus características virtuosas. Los tres gobernaron la antigua sociedad china a través de principios morales y una gestión poco estricta, incluso las normas que eligieron sus respectivos sucesores se basaron en las características de sabiduría y virtuosismo.
Otra característica que los destacó fue que cada vez que tenían que tomar una decisión solicitaban las opiniones del pueblo.
Yu fue el tatara-tatara-nieto del Emperador Amarillo. Su bisabuelo y su padre no fueron emperadores, sino ministros del emperador. Yu entregó el trono a un sabio, pero después de tres años de luto por la muerte de Yu, el sabio le dio el trono al hijo de Yu. Desde entonces, el sistema hereditario se estableció y el trono fue entregado al hijo o hermano.
Las dinastías posteriores continuaron básicamente este sistema hereditario. El hijo de Yu estableció la primera dinastía de China, la dinastía Xia. El establecimiento de la dinastía Xia marcó el fin de la sociedad primitiva y la laxa sociedad tribal en China.
El nacimiento de la dinastía Xia fue un hito importante en la historia de la civilización china. Duró 400 años y tuvo un total de diecisiete generaciones (2205 a. C – 1766 a. C).
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