Una historia de la antigua China: La montaña volante

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Se decía que había una pequeña montaña volante en la provincia de Sichuan. Algunas veces volaba hacia el este y otras, hacia el oeste. Pero por todas partes donde se paraba, muchas casas eran aplastadas y mucha gente moría.
Imagen superior: el templo Lingyin al lado de las montañas (Banalities/Flickr)

Un monje salva al pueblo de la destrucción
Se contaba en otros tiempos, que había una pequeña montaña volante en la provincia de Sichuan. A veces volaba hacia el este y otras, hacia el oeste. Pero en todas partes donde paraba, muchas casas quedaban aplastadas y mucha gente moría.

El monje loco
Había un monje en el templo Lingyin, en la orilla del lago Oeste en la provincia de Zhejiang. Actuaba como un hombre loco y la gente lo llamaba "el monje loco". Un día, el monje loco predijo, que al mediodía, la extraña montaña volante volaría en dirección a la aldea y se pararía ante el templo Lingyin. Esa mañana, él se levantó temprano y corrió hacia el pueblo, anunciando la noticia de puerta en puerta gritando: "hoy, una montaña volará sobre el pueblo. Debemos evacuar tan pronto como sea posible, de lo contrario será demasiado tarde". Gritó hasta tener la boca seca y los labios cuarteados, pero nadie le hizo caso.

El monje loco secuestra a una novia

El monje loco" del templo Lingyin predijo que volaría una montaña en dirección a la aldea y se pararía ante el templo Lingyin

Ese día, cuando el sol estaba ya más alto y se acercó la hora del mediodía, el monje se encontraba muy ansioso. De pronto, escuchó el sonido de una música y corrió en su dirección. Vio que se estaba celebrando un matrimonio y había muchos participantes. El monje loco agarró a la novia, la puso sobre sus hombros y salió huyendo de la aldea. La aldea entera, hombres y mujeres, jóvenes y mayores, se lanzaron de inmediato en la búsqueda del monje.

Llevándose a la recién casada, el monje se alejaba muy apresurado. Los aldeanos ya habían caminado unos 10 km, pero no pudieron atraparlo. Cuando el sol se alzó sobre sus cabezas, el monje se detuvo. Bajó a la joven novia y se sentó en el suelo. Los pobladores corrieron con la intención de hacerle pasar un mal rato, pero justo en ese momento, el cielo se ensombrece. Los aldeanos oyeron un enorme "gang" y vieron caer una montaña sobre su pueblo. Entonces, todos ellos comprendieron que si el monje salió huyendo llevándose a la novia era para salvar las vidas de todos ellos.

Los aldeanos controlan la "montaña volante"
Mientras los aldeanos deciden irse, el monje tomó la palabra: "no se vayan, escúchenme: si la montaña ha sido capaz de volar hasta nuestro pueblo, también volará hasta aquí. Si ella vuela a otra parte, puede matar a otras personas. Debemos esculpir a 500 budas en la piedra de la montaña. Así, podrán controlarla para que no se despegue y no pueda dañar a otros".

Todos los aldeanos comenzaron inmediatamente en la tarea. Unos, utilizando martillos y otros, tijeras. Estuvieron trabajando durante toda la noche. Por la mañana, ya estaban completados los 500 Arhats de piedra, pero se dieron cuenta de que los budas no tenían ojos ni cejas. Entonces el monje les dijo: "yo sé qué hacer; déjenme probar" Con sus largas uñas se puso a lavar los rostros de las estatuas. Poco después, los ojos y las cejas de los quinientos Arhats de piedra estaban totalmente acabados.

Desde entonces, esta pequeña montaña no despegó más a ninguna parte y continúa estando delante del templo Lingyin. Como llegó hasta allí volando, la gente le sigue llamando "montaña volante".

Los pobladores utilizan martillos y tijeras para esculpir 500 estatuas de Buda en la montaña que había caído ante el templo Lingyin. (InspiredVision/Flickr)

Versión en inglés disponible en: http://www.chinagaze.com/2013/04/09/story-from-ancient-china-the-flying-mountain/

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