El final de la rectificación del Fa está cerca. Sin embargo, el mal es aún fuerte en algunas zonas y muchos practicantes están siendo arrestados. Estos incidentes no sólo generan pérdidas en nuestros esfuerzos para salvar a la gente, son pruebas ya, que a pesar de haber obtenido la Fa , no hemos crecido hasta el nivel en el que debemos encontrarnos.
Comencé a practicar Falun Dafa en noviembre de 1996. En el camino de mi cultivación, experimenté tanto la alegría cuando realicé avances, como pesares cuando no superaba las pruebas. Voy ahora a compartir a algunas de mis experiencias vividas a lo largo de mi camino.
En junio de 2002, mi esposa y otro practicante fueron arrestados por mostrar información impresa sobre Falun Dafa. Los policías los torturaron brutalmente y los interrogaron sobre el origen de los impresos. Mi mujer les dio mi nombre. Trabajaba fuera de la ciudad en aquella época. Los tres policías fueron a la ciudad dónde trabajaba acompañados por un policía local para buscarme. El policía local me dijo que querían hablarme y que debía seguirlos a la comisaría. Una vez que subimos al coche me dijeron por qué estaban allí.
Entonces comencé a decirles la verdad sobre Falun Gong. El policía local escuchaba muy atentamente. Entre los tres policías de mi ciudad de origen, uno no dijo nada, mientras que los otros dos habían reaccionado muy mal. Me decía a mi mismo: estoy a un centenar de kilómetros de mi casa y no tengo todo el tiempo, debes procurar que comprendan la verdad. No tenía miedo, y les dije lo que pensaba. En aquella época, la persecución era muy severa. No pensaba que podía escaparme considerando lo que ocurrió en ese momento. Tenía un único pensamiento en el corazón, clarificarles la verdad de modo que no les hagan más daño a los practicantes. No pensaba en mi mismo. Cuando entramos en la comisaría de policía, el jefe de la Sección de Seguridad Pública del departamento de policía estaba allí. Lo conocía y le había hablado de los hechos respecto a Falun Gong antes. Preguntó por qué me llevaron hasta allí, y yo se lo dije. Era la hora del almuerzo, entonces el jefe dijo a los agentes de poner a un lado mi caso e invitó a comer a todos ellos. Yo estaba encerrado en una celda. Cuando volvían de comer, escuché al jefe hablar con los policías, les decía que no me llevaran a mi ciudad. Sólo les pidió que le entregaran un informe de la situación y que me llevaran con ellos. Me llevaron a la oficina, me plantearon algunas preguntas simples y se fueron de allí. Bajo la protección del Maestro, volví al trabajo sano y salvo.
El segundo incidente se produjo en septiembre de 2004, cuando distribuía materiales de información en una ciudad dónde trabajaba. Alguien me reconoció y me denunció a la comisaría de policía de mi ciudad. No estaba en casa aquel día, mi mujer estaba allí. Los policías encontraron materiales de Falun Gong y arrestaron a mi mujer. Mi vecino me contó lo que había pasado después de haber regresado a mi casa. Hablé en seguida de este incidente con mis compañeros de práctica y traté de tomar una decisión sobre lo que debía hacer. Había dos posibilidades. Una era que la perversidad me perseguía, por lo que debía esconderme unos días. El otro, que dado que los policías no me encontraron, esta tribulación no me fue destinada, o sea que debíamos utilizar esta oportunidad para clarificar la verdad a todas las personas implicadas y ayudar a mi mujer, que era también una practicante. De todas formas, si este incidente no se hubiera producido, no habríamos tenido la posibilidad de tener un contacto directo con ellos. Después de algunas deliberaciones, decidimos que debía pedir en persona la liberación de mi mujer mientras otros practicantes me ayudarían enviando pensamientos rectos. Expliqué los hechos respecto a Falun Dafa a cada uno con el que entre en contacto.
Fui a la comisaría de policía justo después de la cena. Había cuatro personas en la oficina. Les expliqué la razón de mi visita y comencé a hablarles de la razón de mi presencia y les clarifiqué los hechos sobre Falun Gong. Uno de ellos dijo en un mal tono: Fuimos a su casa para detenerle esta tarde, pero usted no estaba allí. Arrestamos a su esposa. Es bueno que esté aquí, no se vayas. Yo dije: yo no habría venido si hubiera tenido miedo de ti. El hecho de haber venido, demuestra que no tengo miedo. "Él vio que yo realmente no tenia miedo de ellos y no dijo nada más. Seguí explicándoles los hechos sobre Falun Dafa. Después de que ellos comprendieron lo que tenía que decirles, uno de los policías que me conocía dijo: "Fue la Comisión de Asuntos Políticos de la ciudad, quien ordenó su arresto esta tarde. Está fuera de nuestro control. Fuimos porque la Comisión de Asuntos Políticos nos dijo que fuéramos. ¿Por qué no va hablar con alguien de la comisión? Me fui al ayuntamiento. Sin embargo, la persona responsable de la detención de los practicantes de Falun Gong, el secretario de la Comisión de los Asuntos Políticos, ya había regresado a su casa aquel día".
Fui a ver otra vez a la misma persona el día siguiente. No estaba allí, pero continué hablando a otros respecto a Falun Gong. Llegó a su oficina por la tarde. Le dije por qué estaba allí. Él dijo: «Su mujer ha sido llevada a la oficina 610 de la ciudad ayer por la tarde. Usted deberá ir a la ciudad para buscarla, porque es independiente de nuestro control ahora». Yo sabía que estaba tratando de eludir su responsabilidad, pero quedé muy tranquilo. Seguí explicándole la verdad durante casi una hora. Tal vez había comprendido por fin la verdad, porque su actitud había cambiado desde nuestro primer encuentro. Él dijo: "Voy a recordar lo que dijo. Haré mi mejor esfuerzo para persuadir a que liberen a su esposa. Dame tu número de teléfono. Le llamaré". Yo sabía que él había entendido la verdad así que le dejé mi número de teléfono y me fui. Eran más de las tres de la tarde. Poco después de enviar pensamientos rectos a las seis, me llamó y me dijo de ir a recoger a mi esposa a un centro de lavado de cerebro de la ciudad. Fui en primer lugar al ayuntamiento. Dejó a un empleado de la Comisión de los Asuntos Políticos para acompañarme al centro de lavado de cerebro de la ciudad para buscar allí a mi esposa. Hizo falta menos de treinta horas para que mi mujer que había sido detenida fuera liberada por el centro de lavado de cerebro. Después de este incidente, el secretario general nunca ha hecho mal a los practicantes de Falun Gong.
Otro incidente llegó en agosto de 2006, cuando dos compañeros de práctica de nuestra región fueron denunciados por haber distribuido materiales de Falun Dafa al público. El Grupo de Seguridad Doméstica del departamento de policía los arrestó y fueron llevados al centro de lavado de cerebro. Los policías del centro de lavado de cerebro amenazaron a los compañeros de práctica y los interrogaron respecto a la fuente de los materiales de Falun Gong. Los compañeros de práctica les dieron mi nombre a los policías.
Al oír esto, no tuve pensamientos rectos, y no estudié el Fa para reforzar mis pensamientos rectos con el objetivo de desintegrar el mal y así salvar a mis compañeros. En cambio, temí por mi propia seguridad y me escapé hacia otro lugar de producción de materiales para la clarificación de la verdad. Sin embargo, diez días después de mi llegada, el sitio de producción de materiales fue destruido. El médico responsable del sitio, fue detenido y enviado al centro de detención local. Más tarde me enteré que ese sitio había sido supervisado durante más de seis meses. El médico responsable del sitio ha sido condenado a cinco años de prisión.
Calmé mi espíritu cuando estaba en el centro de detención y busqué mis defectos. Tenía numerosos apegos. El espíritu de mostrar, los celos, el odio, la lujuria, escuchar lo que yo quería oír y no escuchar lo que era desagradable, el hecho de no ser considerado. Después de haber encontrado mis defectos, rectifiqué mi mentalidad, pasé más tiempo recitando el Fa y enviando pensamientos rectos. Les expliqué los hechos respecto a Falun Dafa a los criminales detenidos . Después de haber conocido la verdad, cuatro de ellos se retiraron de todas las organizaciones afiliadas el Partido comunista chino. Un mes más tarde, el Grupo de Seguridad Doméstico del departamento de policía de la ciudad me llevó al centro de lavado de cerebro de la ciudad. Cometí un error después de haber llegado al centro de lavado de cerebro. Tenía que haberle clarificado la verdad a los que fueron implicados en la persecución de los practicantes de Dafa en el centro de lavado de cerebro con el fin de salvarles, y de permitirles dejarme regresar a mi casa después de haber conocido la verdad. Sin embargo, a causa del miedo, pensé solamente en mi propia libertad, y no pensé en la de otros. Durante la primera hora de mi llegada en el centro de lavado de cerebro, me escapé por la puerta de entrada cuando nadie me vigilaba. Por consiguiente, me quedé sin hogar.
Durante los primeros incidentes, la situación parece dura e inevitable. Sin embargo, no fue finalmente ningún peligro real, y todo se resolvió pacíficamente. Ahora que vuelvo a pensar en eso, fue porque mi mentalidad en ese entonces era la de un practicante, y yo respondía a las expectativas de la rectificación del Fa que el Maestro me protegió. Durante estos incidentes, mi único pensamiento era aclarar la verdad a esta gente. Una vez que se enteraron de la verdad, han dejado de hacer daño a los practicantes. No pensé en mí mismo, por lo que el mal ha tenido miedo de mí.
Por supuesto, los numerosos elementos contribuyeron al segundo incidente. En primer lugar, había cambiado mis experiencias y mis intuiciones con algunos compañeros de práctica. Teníamos una comprensión clara del Fa, y nuestros pensamientos rectos eran fuertes. Luego cooperamos y actuamos como un solo cuerpo. Así como ambos aspectos más arriba alcanzaban el criterio de la rectificación del Fa el Maestro me dio la sabiduría y reforzó mis pensamientos rectos. Clarifiqué la verdad, y el resultado fue bueno. El resultado también se relacionó con los pensamientos rectos de mi esposa después de su arresto. Después de ser arrestado, enviamos pensamientos rectos constantemente. Habló de los hechos y se negó a cooperar con la policía. Estos incidentes muestran que a medida que escuchamos al Maestro y cooperemos en conjunto, nuestro poder es ilimitado y no hay nada que no podamos hacer.
El tercer incidente no parecía severo al principio. Sin embargo, como tenía un miedo fuerte así como egoísmo, pensaba solamente en mismo en los momentos críticos y no en otros. Y como consecuencia, los otros no fueron salvados, y esto me dejó pesares. Ahora comprendo como practicante, que estaré sano y a salvo solamente pensando constantemente en otros.
Es mi entendimiento personal a mi nivel actual; por favor señalen con benevolencia todo lo que sea inapropiado.
Versión en chino disponible en:
http://minghui.ca/mh/articles/2011/1/18/交流-时时事事想救人,自己才安全-234982.html
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