El 6 de febrero de 2001, el diario Shenzhen Special Zone Daily publicó un artículo donde difamaba Falun Gong, era uno intento más para justificar (PCCh), el Partido Comunista Chino en su persecución a Falun Gong. Fui nombrada en el artículo y la información que citaban (varios datos) acerca de la práctica era distorsionada con el fin de engañar el publico. Actualmente vivo en Finlandia y sigo practicando Falun Gong.
Estudiando Falun Dafa
Mi nombre es Chen Li y nací en la ciudad de Zhanjiang, provincia de Guangdong. En 1996, fui admitida en el colegio del Arte de la Universidad de Shantou. La enseñanza de Dafa me enseñó como ser una buena persona, guiándome a estudiar diligentemente en la escuela. Me concedían becas cada año y recibía puntos por mi educación moral.
En julio de 1999, en aquel entonces el presidente Jiang Zemin y el régimen del PCCh inició una persecución a Falun Gong en todo el país. En ese momento tenía un alto rango y me negué a renunciar la práctica. Como resultado, fue privada de todo lo que una persona podría tener. También tuve que soportar un encarcelamiento injusto y una tortura brutal tanto físicamente como mentalmente.
No pude terminar la escuela y fui encarcelada
Deng Hui, un estudiante de posgrado del primer año en mi escuela y yo, fuimos a Beijing para apelar por Falun Gong, en diciembre de 1999. Llegamos a la plaza de Tiananmen el 6 de diciembre y sosteníamos una pancarta para validar Dafa. Nos detuvieron y llevaron al centro de detención del distrito de Dongcheng, en Beijing. Desde ese día, he perdido todos mis derechos y libertad como una ciudadana china y no puedo volver a la escuela.
El 13 de enero de 2000, el Tribunal de distrito de Dongcheng, nos condenó en secreto con Deng a un año y seis meses de prisión por "protestar ilegalmente". En marzo, nos trasladaron al centro de una prisión de Beijing donde enviaban los criminales. Allí, nos vimos obligados a realizar trabajo esclavo durante más de 12 horas, cada día.
Intentaron obligarme a arrodillarme y "confesar" mis crímenes frente a los guardias todos los días. Cuando me negaba, los guardias mandaban a otros presos que me sujetaran en el suelo. Cuando hice los ejercicios de Falun Dafa, los guardias ordenaron a los presos a atarme con un trozo de tela negra y a pisar encima de mi pelo. Después me tiraban del pelo a puñados. Si me movía, los presos me golpeaban.
Una vida oscura con grilletes
La segunda vez que nos trasladaron con Deng fue el 8 de abril de 2000, a la cárcel de Shaoguan, provincia de Guangdong. Cuando hice los ejercicios en mi celda, los guardias me esposaron a una reja en el baño para humillarme públicamente. Tres días más tarde, querían que escribiera una carta de arrepentimiento. En cambio, escribí una carta explicando los beneficios que he obtenido por practicar Falun Gong. Las autoridades penitenciarias se enfadaron y me pusieron grilletes de 20 libras en los tobillos para castigarme. Los guardias no querían que los demás presos supieran cómo estaba siendo torturada y no me dejaron hablar con nadie. Estuve atada durante tres meses. Como resultado, mis telones se encogieron y me dolían de manera insoportable cuando los tenía en contacto con agua fría.
Al querer regresar a la escuela, caí en una trampa
Se suponía que debería graduarme y obtener mi diploma de la Universidad de Shantou, en julio de 2000. Las autoridades de la escuela trabajaban con los agentes de la prisión y tres de mis compañeros de clase no estaban de "acuerdo conmigo", porque me negaba a renunciar a mi creencia. Me dijeron que una vez que deje de practicar Falun Gong sería capaz de mantener mi estatus de estudiante y un día podría regresar a la escuela.
Al finales de 2000, fui trasladada a la cárcel de mujeres en Wuhan, donde intensificaron las torturas. Fue privada de sueño porque me negué a escribir cartas para renunciar a Falun Dafa. El personal de la prisión me amenazó que iban a prolongar mi sentencia y me harían otras cosas horribles. Estaba bajo una enorme presión y cerca de sufrir un colapso mental. En un estado de desesperación, firmé el acuerdo para renunciar a Falun Gong.
Lo peor estaba aún por llegar
Después de estar puesta en libertad, no tenía permiso a regresar en la escuela. La Oficina 610 local me ordenó a presentarme en la comisaría, todos los días. Para evitar nuevos actos de acoso y persecución, abandoné mi casa y me quede en la indigencia. Aun así, me detuvieron varias veces y fui detenida en la prisión de mujeres en Sanshui y a los centros de lavado de cerebro en Zhanjiang y Sanshui, porque seguía hablando con la gente sobre la persecución ilegal a Falun Gong.
Cuando fui encarcelada, he sufrido diversas torturas que incluían, la tortura llamada: el "vuelo de un avión", estaba sometida bajo un régimen de aislamiento, no me permitían usar el baño, privacidad de sueño, y me obligaron a permanecer en cuclillas durante siete días seguidos. También fue obligada a hacer mis necesidades delante otros presos y sin ropa. Mi dignidad e integridad se veían afectadas.
Fui la primera estudiante universitaria condenada a prisión en Guangdong, solamente por practicar a Falun Gong. El sufrimiento que padecí en las cárceles fue realmente enorme, mucho más, en comparación de lo que estoy describiendo aquí.
El diario informó The Shenzhen Special Zone Daily acerca de cosas que eran totalmente falsas. Hace mucho tiempo este diario se convirtió en el portavoz del régimen comunista chino, y su propósito era a ayudar en la persecución a Falun Gong
Versión en chino disponible en: http://minghui.ca/mh/articles/2011/2/17/当事人揭露《深圳特区报》造假新-236413.html
Versión en inglés disponible en: http://www.clearwisdom.net/html/articles/2011/3/18/123878.html
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