Tolerando a otros

Cuando comenzó la persecución contra Falun Gong, el 20 de julio de 1999, el Maestro claramente le dio a mi madre muchas señales para que diese un paso adelante y valide Dafa. Sin embargo, mi madre dudó en salir y apoyar a Dafa, sin importar cuántas veces se lo insinuó el Maestro. La razón de su renuencia era que estaba muy apegada a su hija y a su yerno, y no quería arriesgarse a que la separasen de ellos. Más tarde, ella dijo muchas cosas que no debería decir e hizo muchas cosas que no se suponía que haría como practicante de Dafa. Al final, dejó de estudiar Dafa y de hacer los ejercicios de Falun Gong, todo a la vez. Se enfermó e incluso empezó a tomar medicamentos. Yo estaba muy disgustado con ella. Por un largo tiempo me negué a hablarle, incluso dejé de tratar de persuadirla de que se cultivara de vuelta. Un día, cuando la llamé, me dijo que había comenzado a practicar Falun Gong otra vez y que el Maestro había purificado su cuerpo con guanding otra vez. Me conmoví hasta las lágrimas después de colgar el teléfono. Yo había pensado que el Maestro no quería más un discípulo como mi madre, pero la verdad es que el Maestro nunca se rindió con ella. Me sentí tan avergonzado de mí mismo. ¡Quién soy yo para decidir que ella no merece más la cultivación!

Parece que todos los practicantes diligentes de Dafa que conozco tienen algunos defectos personales, grandes o pequeños. Pero lo que me creó una mayor impresión es su firme fe en el Maestro y en Dafa. Cuando me comparo con ellos, a menudo me avergüenzo de mí mismo. Ellos están completamente conscientes de sus apegos y han intentado muy duramente soltarlos. Pero por alguna razón simplemente no han podido, y se sienten muy apenados por el hecho de que no han podido dejarlos ir. Yo también confronto los mismos problemas y, por lo tanto, puedo entenderlos y compartir su pena.

Después de observar este problema que estos practicantes y yo compartimos, me di cuenta de que es el resultado de los arreglos de las malvadas viejas fuerzas. Si estás apegado a tu propia incompetencia, te agobias por eldolor y pierdes la perspectiva. Tan pronto bajes la guardia, las viejas fuerzas encontrarán oportunidades para conflictos, los cuales conducen a rupturas entre tú y compañeros practicantes. A menos que podamos tolerarnos verdaderamente, las tribulaciones entre practicantes persistirán.

Por un período de tiempo, otros compañeros practicantes me malentendieron. Sentí una enorme presión consecuentemente. Sentía que no podría aguantar más las acusaciones erróneas. Una practicante me dijo, "¿Qué es una pequeña presión para ti? ¿Nunca se te ocurrió cuánta gente ha perseguido y difamado maliciosamente al Maestro desde el 20 de julio de 1999? Sin embargo el Maestro continúa enseñándonos que salvemos a estas personas. ¡Cuántos practicantes de Dafa tuvieron lavado de cerebro en los campos de lavado de cerebro y le hicieron cosas terribles al Maestro y a Dafa! Sin embargo, una vez que se dieron cuenta de sus errores, el Maestro siempre los tomó en sus brazos como sus discípulos". Ella agregó, "Cuandoquiera que fui perseguida, siempre pude superar la prueba cuando pensé en el Maestro". Lo que dijo realmente me despertó. ¡Sí! Al lado de lo que el Maestro ha tolerado por nosotros, las tribulaciones que he experimentado son triviales.

Traducido en Argentina

Versión en inglés disponible en: http://www.zhengjian.org/zj/articles/2002/12/12/19608.html