La querella ha sido presentada ante la Audiencia Nacional con sede en Madrid.
Los querellantes en España son 18 practicantes de Falun Gong, de distintas nacionalidades, en nombre de millones de practicantes perseguidos. Entre los querellantes se encuentran ciudadanos de nacionalidad china, americana, australiana, belga y española y todos ellos pretenden llevar ante la Justicia Española a Jiang Zemin y Luo Gan acusándoles directamente de genocidio y torturas.
Jiang Zemin es acusado de haber diseñado un plan para erradicar la práctica de Falun Gong, que engloba a más de 100 millones de practicantes afectados en China, bajo la aplicación de las máximas crueldades que cualquier persona humana pueda imaginar, utilizando como consignas la difamación y manipulación propagandística de los medios de comunicación en contra de la práctica de Falun Gong, propiciando la ruina económica de los practicantes, la ruptura de millones de familias e incluso la eliminación física de los practicantes de Falun Gong, cuyo número estimado de presuntos asesinados asciende a más de dos mil personas, muertas bajo horribles sufrimientos por sometimiento a torturas. Estos sufrimientos se extienden a todos los familiares y amigos de los fallecidos, lo que aumenta la cifra a varios cientos de miles de personas.
Jiang Zemin es acusado de ordenar la eliminación de Falun Gong como grupo propio unido bajo los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia, siendo el máximo y directo responsable, según la acusación formulada en la querella, de lo que podría ser calificado como el mayor genocidio en nuestros días debido tanto al enorme y elevado número de personas humanas afectadas por la persecución ,como por la malvada ocultación al mundo de estos horribles crímenes contra la humanidad, así como por la manipulación de los medios económicos y propagandísticos utilizados por el querellado en contra de la práctica pacífica de Falun Gong.
Jiang Zemin es acusado de idear y fabricar organizadamente esta cruenta persecución, creando la denominada Oficina 610 para gestionar los asuntos de Falun Gong, lo que en definitiva significaba la erradicación de la práctica de Falun Gong y la de los seres humanos, incluidos mujeres, ancianos y niños, que, como practicantes, cultivan en sus corazones los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia.
Al frente de la Oficina 610, organismo creado y dotado de la máxima infraestructura y medios económicos para coordinar la persecución de Falun Gong, y bajo el mandato directo de Jiang Zemin fue nombrado Director de la misma, el querellado Luo Gan, que es acusado, e incluido en la querella, como ejecutor de los planes de Jiang Zemin y el organizador de las detenciones ilegales y las reclusiones en los campos de trabajos forzados y hospitales mentales, donde, según se indica en la querella, los practicantes de Falun Gong han sido objeto de horribles torturas, violaciones y asesinatos a gran escala por no renunciar a sus creencias personales. Esta Oficina puede ser considerada por tanto como la equivalente a la Gestapo nazi por sus horribles crímenes.
Nadie puede estar por encima de la Ley y de la Justicia Universal, y por ello Jiang Zemin, Luo Gan, y sus cómplices, a pesar de su alta responsabilidad como máximas autoridades del Gobierno Chino, deben ser puestos a disposición de la Justicia para responder de los horribles crímenes de los que son acusados, porque esta Autoridad no puede ser utilizada como cobertura diplomática para asesinar o torturar a personas inocentes. Igualmente los querellados serán juzgados por la Historia por la cruel y despiadada violación de los derechos humanos más esenciales de toda persona, como son el derecho a la vida, a la libertad personal y de creencias.
La práctica de Falun Gong carece de toda clase de ideología política y sus practicantes intentan únicamente mejorar su comportamiento personal y sus valores éticos y morales, tratando simplemente de ser mejores personas, y es por eso precisamente, por lo que esta persecución es todavía más perversa que ninguna otra, porque su finalidad no es únicamente la destrucción de los practicantes de Falun Gong sino que pretende la completa destrucción de los valores éticos de la sociedad.
La querella se presenta en España por la aplicación de la jurisdicción universal, ya que se trata de acciones que pueden ser tipificadas como delitos de genocidio y torturas, lo que en definitiva significa la comisión de los crímenes más horrendos y que tienen su protección directa por parte del Derecho Internacional ante una situación de indefensión de las victimas, quienes no pueden ejercer este derecho a la Justicia y a la tutela judicial efectiva en su propio país de China, al tratarse precisamente, y según se indica en la querella, de crímenes organizados e ideados por parte de la más Alta Dirección del Estado.
La simple presencia de cualquier persona pidiendo la más mínima explicación de Falun Gong ante cualquier Autoridad China implica la inmediata detención y encarcelamiento, lo que denota con absoluta rotundidad que estos crímenes no pueden ser enjuiciados en China, y es por ello, que ante la inaplicación de la justicia China, y la absoluta indefensión de las víctimas y de sus familiares, existe un deber moral y jurídico de aquellas Naciones y aquellos ciudadanos que reconocen y velan por el respeto de los derechos humanos a juzgar estos crímenes basados en la aplicación del principio de Jurisdicción universal y con la finalidad de evitar que los crímenes queden impunes y que los culpables puedan seguir gozando de absoluta libertad e impunidad para seguir ocasionando muertes y sufrimientos de millones de personas en China.
España fue uno de los primeros países en reclamar la aplicación de la Jurisdicción Universal, fruto del coraje y la fuerte convicción y determinación de nuestro sistema judicial, en los casos de la dictadura argentina y chilena, y hoy ante la acusación de las atrocidades y de la barbarie cometida en China por Jiang Zemin y Luo Gan, tenemos la confianza en que el sistema judicial español no permanezca impasible, por la simple lejanía o por la ciudadanía de las victimas y de sus familiares. No debemos olvidar que se trata de seres humanos, niños, mujeres, ancianos, con enormes sufrimientos y con corazones afligidos que piden ante nuestra conciencia simplemente JUSTICIA. Existen millones de perseguidos y miles de victimas mortales y torturadas y sus voces resuenan en nuestros corazones pidiendo que se les ayude frente a los culpables y que se ponga fin a esta persecución.
Esto no es un juicio contra el pueblo o el Estado de China, que nadie se equivoque o saque conclusiones equivocadas, esto es una querella criminal contra unos cuantos seres malvados acusados de horribles perversidades y en petición de Justicia Universal. Los querellantes en España han dado testimonio directo y personal de la Verdad de la persecución. El digno pueblo de China es la primera víctima de este genocidio a manos de sus propios gobernantes querellados. El pueblo Español tiene derecho a saber la Verdad de este holocausto y a conocer que la esperanza que ponen en nuestros corazones millones de ciudadanos chinos inocentes para obtener Justicia es un motivo de salvación para ellos mismos, para todos nosotros en España y para lograr un mundo justo y solidario.
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