Nuevamente, nos solicitaron presentar nuestros documentos y me dijeron que también había problemas con mis documentos. Cuando el policía alemán nos devolvió las documentaciones, nos dijo que sus colegas suizos siempre manejaban los asuntos oficiales en forma precisa y justa. Él dijo que no había más que hacer, que no sigamos desperdiciando nuestra energía.
Después de intercambiar opiniones entre nosotros, decidimos hablar otra vez con el policía del control aduanero. Todos nosotros enviamos muy fuertemente pensamientos de rectitud ya sea en el coche como alrededor del policía. Estuvimos haciendo clarificación de la verdad con él, explicándole el motivo de nuestro viaje a Suiza. Por fin, él se conmovió por esto y decidió procesar el visado en el acto. Además, encontró que no había problema con mi documentación. Él había cometido un error.
Después de entrar a Suiza, sentimos profundamente la fuerza de unión del grupo.
Tras volver a Alemania, le conté este suceso a una practicante, ella después de escuchar la historia, tranquilamente dijo: ¿Acaso, no es esto porque el policía necesitaba conocer la verdad de Dafa? En ese momento, vi mi deficiencia. Cuando vuelvo a mirar este suceso desde una perspectiva diferente, ya no me parece tan perverso como antes, sino que fue algo que yo no hice bien, por lo menos, veía las circunstancias desfavorables como si fueran interferencias perversas y sin distinción, las eliminaría. Yo no había pensado realmente que el policía también esperaba conocer la verdad. En mis hechos, no reflejaba benevolencia. Él esperaba ansiosamente conocer la verdad y yo solamente pensaba en pasar la aduana. Hasta que el problema surgió no me di cuenta con conciencia clara que el policía utilizaba esta manera de pararnos para conocer la verdad.
Entendimiento personal, por favor, tengan la compasión de corregirme si me equivoco.
28 de marzo de 2003
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