Desde un ángulo: “Por qué caí”

He notado que repetidamente trato con los mismos asuntos en la cultivación. He tenido dificultad en ser diligente, sobrepasar la interferencia, hacer lo que es difícil, etc. Pienso que estas cosas representan mis apegos fundamentales.

He notado que cuando las cosas van mal en mi cultivación, ocurre cuando no estoy lo suficientemente consciente. O sea, no puedo decir que sucede de repente, tampoco que sucede sin mi conocimiento. En cambio, encuentro que tomo ciertas decisiones conscientes, decisiones que me hacen esencialmente darle la espalda al Fa. Lo hago sabiendo qué hay que hacer, qué es recto, pero no hago lo que estoy supuesto hacer.

Retrocediendo, cuando obtuve el Fa inicialmente, cuando lo leí, mi corazón y mi alma en cada nivel sabían que era exactamente lo que estaba buscando. Era exactamente lo que quería más que cualquier cosa en mi vida. He encontrado en Él todo lo que alguna vez estuve buscando, e incluso más de lo que buscaba. Entonces, ¿cómo podría darle la espalda al Fa? ¿Hay algo peor que podría hacer? Vine a este mundo por esto, y si no me puedo unir, entonces ¿para qué vine? ¿No estaría desperdiciando mi vida?

Entonces, me di cuenta de que cuando encuentro que he caído en un sendero errado, es porque he estado caminando por un sendero no recto durante un tiempo. Cuando elijo no seguir los requerimientos rectos basados en el Fa, lentamente estoy cayendo en las enormes pruebas de lidiar con mis apegos fundamentales. Es como ahora, hay sólo un asunto cuando llego a este nivel bajo – ¿continúo la cultivación ó hago lo que es peor para mí? ¿Continuaré en el nivel más obvio haciendo lo que sé absolutamente que es errado, ó seguiré el Fa en este nivel más fundamental? Hablando de apegos fundamentales, me he dado cuenta de que estas cosas son todo problema de xinxing que sabía que eran inaceptables, pero de todos modos he hecho cosas porque no pude renunciar a mis apegos y pensamientos en ellas. Son cosas muy serias, de las cuales el Maestro nos advierte explícitamente, como la prueba de la lujuria.

Entonces cuando caí, caí a sabiendas y después, por supuesto, tropecé con mis apegos fundamentales. Esta prueba determina incluso si seguiré o no. Pero la gracia, la benevolencia y la compasión del Maestro son verdaderamente inmensas. Incluso cuando caí, el Maestro me ayudó a pasar otra vez, pero esto no es de lo que quiero hablar en este momento.

Me doy cuenta de que cuando caí de esta manera, y después de que me levanté, le puse demasiada importancia al peso de esos apegos fundamentales. No quiero decir que no son serios; son serios, pero no son la causa principal de mi caída. Caí lentamente y paso a paso. Como el Maestro dijo: “Por supuesto, ellos no te destruirán de inmediato. Te guiarán a que veas más y más visiones falsas, harán que tu mente se vuelva menos y menos virtuosa, transformando tu corazón de forma demoníaca contra el Maestro, guiándote por un camino perverso, y como consecuencia haciéndote cometer inmensos pecados.” (Enseñando el Fa durante el Festival de la Linterna de 2003 en la Conferencia Occidental de Estados Unidos)

Por lo tanto, me he dado cuenta de que para hacer verdaderos progresos, debería regresar y descubrir qué me trajo a mi situación actual. He entendido que desarrollé pereza, apatía, no querer hacer lo que es difícil, y otros similares, todo lo cual me condujo a grandes problemas. Pero emergerá un problema aun mayor si no vuelvo atrás y reconozco esto. Concretamente, enfatizaría la situación presente y fallaría en ver la raíz del problema y la verdad de la situación en su totalidad. Después, intentaría tercamente resolver ese problema particular sin nunca ver lo que es más profundo.

Concluyendo, me he dado cuenta que para hacer verdadero progreso, tengo que llegar hasta el mismo fondo, hasta el punto en que comencé a caer, o al menos hasta la parte más profunda que pueda reconocer en mi estado de cultivación actual. Sólo comenzando allí puedo redimirme y comenzar a hacer otra vez lo que es correcto.