Yo no sabía que la mayoría de los franceses no entienden nada el inglés. Muchos incluso tienen que recurrir a contar con los dedos a fin de dar su número de fax en inglés. Sin embargo, yo no sé francés, y lo que es peor, mi inglés también es muy pobre. De haber sabido esto antes, quizás no me habría molestado en telefonear. Sin embargo, para empezar, no pensé para nada en este problema. Después de varios días, descubrí que la así llamada “barrera del lenguaje” no era ninguna barrera.
La mayoría de los hombres o mujeres que atendieron el teléfono no entendían nada de inglés y yo hablaba despacio, casi palabra por palabra. Al final todos entendieron porque usé palabras en inglés muy simples. Algunos no sabían nada de inglés y simplemente le pasaron el teléfono a sus colegas que entendían un poquito. Eran todos muy amables, quizás ellos sintieron la compasión emanando de mi voz.
No fue necesario que explicara mucho. Simplemente les conté que la policía francesa había arrestado a siete practicantes ingleses de Falun Gong en París porque ellos vestían de amarillo y que la policía les había dicho que “vestir de amarillo es ilegal hoy”. Aunque suena ridículo e injusto, de hecho sucedió. Continué diciendo que “pienso que si tácitamente estamos de acuerdo con esta injusticia, entonces la próxima vez ocurrirá de nuevo y seguirá ocurriendo una y otra vez. Lo que esta vez le sucedió a Falun Gong o a extranjeros, la próxima puede sucederle a franceses y a la larga la gente de Francia puede sufrir la pena de perder su libertad y justicia. Quizás podamos hacer algo, no sólo por mi o por los practicantes de Falun Gong, sino también por Francia, la libertad y la justicia.”
Hablé muy lentamente y sentí que me escucharon atentamente. Todos ellos fueron tocados en diferentes niveles. Cuando dije: “entonces la próxima vez podría pasarle a los franceses”, muchos estuvieron de acuerdo y algunos hasta dijeron: “¿por qué no?” Me pidieron que enviara una carta formal o un fax. Les pedí su número de fax y les deseé buena suerte.
Admito que de hecho había una barrera de lenguaje entre nosotros, pero esta barrera no causó ningún problema. Si ellos fueron afectados y comenzaron a pensar en esta cuestión seriamente, entonces para mí fue un esfuerzo que valió la pena. El próximo paso sería decirles en un fax que esta persecución no se dirige sólo a los practicantes de Falun Gong, sino que también afecta a la gente de Francia; esta persecución no sólo busca destruir los cuerpos de los practicantes de Falun Gong, sino también destruir la justicia y al último rastro de conciencia que existe en la humanidad. La gente bondadosa se pondrá de pie para apoyarnos.
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