Empecé a practicar Falun Dafa buscando el ideal de tranquilidad que nos regala la televisión mundial, ese ideal de control mental mezclado con artes marciales y sabiduría oriental y me encontré con algo mucho más grande y diferente, un camino para volver a casa. Yo siempre decía (muchas veces sin saber lo que estaba diciendo) “quiero irme a casa”, pensando a veces que “casa” era el lugar físico donde residía, aunque una parte mía sospechaba que esa no era a la casa a la cual quería volver. Con el transcurso de mi cultivación me fui dando cuenta cada vez más, que no era algo irreal lo que yo decía casi como un juego y que esa parte mía que sabía, estaba tratando de hacerme recordar que yo no pertenecía a este lugar.
Me encontré en estos casi tres años con cosas que no entendía (con algunas que aun no entiendo) y que me hacían enojar, llorar, etc., me encontré con todos los conceptos que había aprendido de esta vida y que yo creía que eran mi personalidad.
Yo me fui formando con la idea de que todo lo que pudiera decir otra persona y que a mi no me gustara era porque me estaban atacando y entonces yo debía defenderme para no dejar que me lastimen y realmente lo hice muy bien (creé una de las lenguas más rápidas para contestar que se hayan conocido en los anales de la historia). Yo no quería perder, al tener una pronta respuesta la gente me decía que yo era inteligente, eso me gustaba y me enorgullecía, siempre creí que la inteligencia era una cualidad admirable. En este mundo de conceptos humanos los valores pasan por mostrar que uno no se deja “pisar” por nadie, que ha adquirido los suficientes conceptos como para no ser considerado un inculto, etc.
Al tener una lengua larga no evitaba hablar de lo que yo creía que eran errores de otros, no para ayudar a esa persona sino para mostrar que yo no cometía esos errores. Esto también, está muy bien visto, es decir para mostrar que uno cumple con ciertos parámetros sociales desacredita rápidamente al otro sin tomarlo para nada en cuenta, es el famoso sálvese quien pueda que tenemos tan grabado que creer que no es parte de la personalidad de uno sería una especie de insulto.
Al creerme inteligente, daba por sentado que las cosas que yo hacia estaban bien y no podía entender como los demás no hacían las cosas como yo, este es un apego bastante fuerte en mí, me preguntaba: ¿cómo puede ser que no se den cuenta? Por ende como yo siempre tenía una respuesta pronta era “lógico” que siempre tuviera razón. Por eso me permitía enojarme con quienes me contradijeran.
A todo esto hay que agregarle el marco de los sentimientos. Yo siempre fui “muy sensible” a lo que los demás me decían, aprendí que era bueno tener muchos sentimientos para poder sentir por mí y de paso por los demás, ser romántica también era una cualidad admirable, al punto tal de marcar mis ideas y tendencias en cuanto a la forma de hacer cosas, en principio esto parece un poco contradictorio ya que el apego del cual hablé anteriormente es una defensa egoísta. En cambio este parece más bien algo en relación a considerar a los demás, no creo que haya ninguna contradicción, el qing* que rodea todo lo que hago no es sino otra forma de pensar solamente en mi.
Estas cosas fueron moldeando lo que yo creí que era mi personalidad y que ahora me doy cuenta que es sólo una forma de ser en el mundo humano pero que en realidad no tiene nada que ver con mi ser original y pensar que sí tiene algo que ver sería faltarme el respeto, por eso ya no les creo cuando me dicen (esas voces que moldearon mi vida) que debo enojarme, para que el otro sepa que me molestó, ofendió, etc. o que debo temer o que debo estar triste, que estoy muy cansada o que soy incapaz de hacer tal o cual cosa porque eso no va con mi forma de ser...
Mi cultivación coincide con el periodo de la rectificación del Fa, o sea que aparte de leer y hacer los ejercicios, me toca enviar pensamientos rectos, aclarar la verdad sobre la persecución en China, y encontrar el equilibrio no es fácil porque mi “personalidad” empezó a relucir ante las labores de la rectificación, por ejemplo: cuando un practicante se llevaba mejor con otro y hacían labores juntos yo pensaba: “¿y por qué no yo?
Si algo me salía bien, según los parámetros de la gente común yo sentía que me estaba cultivando bien, si no era así sentía que era un fracaso y me desanimaba.
En esos momentos no terminaba de entender porque nuestro Shifu daba muestras de estar conmigo como ser esa vez cuando los presidentes de Asia-Pacífico se reunieron y yo sin saber muy bien como y en una serie de situaciones bastantes “disparatadas” que incluyen un subir a un micro con músicos que iban a tocar en la cena de los presidentes o hacerle dedo al gerente de una compañía de cable que iba a uno de los hoteles en donde eran las reuniones, me terminé encontrando de frente con JZ (ex presidente) (aun sin que yo supiera casi nada sobre pensamientos rectos o aclaración de la verdad) estaba tan nerviosa por tratar de hacer algo sin saber muy bien que, que arruiné una cinta de vídeo por no tener idea donde enfocar o más aun que hacer con una cámara filmadora, sin contar con que hoy en día sigo pensando ¿por qué no hice esto?, ¿por qué no dije aquello? O cuando me condujo enfrente de la gente de la CCTV (la televisión oficial china que paso el vídeo de auto inmolación) cuando yo no sabía chino para hablar con ellos o era incapaz de hacer algo más de lo poco que hice. Pensando ¿por qué estoy envuelta en esta situación?, si yo no soy capaz o no tengo la suficiente experiencia. ¿Por qué Shifu, arregló las cosas de esta forma?, (por que sí hay algo que no podía negar era que esos eran arreglos de Él).
Todo esto que cuento no es más que la forma humana de ver las cosas rodeada de conceptos adquiridos postnatalmente, con esto quiero decir que me cuesta mucho considerarme practicante de Dafa todo el tiempo y en todas las ocasiones y cuando trato de explicar las cosas desde un punto de vista “lógico”, creo que dejo de considerarme una practicante, eso es igual a manejar los conceptos como formas de entender el mundo y Fofa*. Cuando uso los parámetros diarios para medir mis reacciones o la de los demás, simplemente estoy jugando con conceptos y creyéndome que algo está bajo mi control.
Creo entender que las cosas nunca son lo que parecen, que todo lo que pasa, pasa por algo, que para entender Fofa debo cambiar de raíz la mentalidad, entiendo que todo puede enfocarse desde diferentes ángulos y que eso que yo creía que era mi personalidad sólo son barreras que me impiden regresar a casa al no permitirme asimilarme a Zhen-Shan-Ren, y que al no permitirme olvidarme de todos los conceptos humanos que me forman no me hago un bien ni me estoy cuidando, simplemente sostengo un apego que esconde muchos otros.
Al escribir mi experiencia en Dafa me fui dando cuenta de que hilo en común tenían mis apegos, y creo que el apego fundamental es pensar en mi antes que en los demás, me refiero a pensar realmente primero en los demás y dejar de preocuparme por si yo estoy bien o no, si a mi me duele o no, o si a mi me va a costar un poco más o no, si lo hice yo o el otro...
Realmente creo que la raíz de todos mis apegos es pensar primero en mi y en estar bien yo por eso no me surge naturalmente, el no contestar mal o no sentirme mal si siento que pierdo en algo.
Me parece entender que se nos está brindando una oportunidad muy especial, para que finalmente terminemos de darnos cuenta que la raíz de todos los apegos es pensar en uno antes que en el otro, si realmente pudiéramos dejar nuestros intereses personales, los conceptos que nos amoldan, ya no sería tan importante nuestra “seguridad” y no reconoceríamos ningún arreglo, porque no sería importante para nosotros. ¿Que perderíamos si las cosas que siempre consideramos importantes no lo fueran? ¿Que ganaríamos si fuera más importante el otro antes que cualquier bienestar propio?
Comparto con ustedes estas dudas que surgen al desenmascarar mi apego escondido en supuestas comodidades. Gracias Shifu*, gracias a todos.
*Fofa: Fo: ser iluminado, Fa: Ley. La ley de los seres iluminados.
* Shifu: shi: maestro, fu: padre. Título con el que los discípulos llaman respetuosamente al maestro de su vía de cultivación o cualquier otro oficio, cuando el discípulo es formado en todos los aspectos de la vida por el maestro.
*Qing: Sentimentalismo, afecto, emociones humanas
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