Estas fotografías son una prueba de la brutal tortura de un practicante de Falun Gong por la "Oficina 610" del distrito de Qiaokou, ciudad de Wuhan. El practicante fue secuestrado el 29 de mayo por bandidos de la "Oficina 610" y fue sometido a tortura. Las cicatrices sobre sus muñecas se le infligieron cuando los guardias le suspendieron en el aire en una clase de lavado de cerebro. Las fotografías se tomaron muchos días después de los hechos. Los miembros de su familia informaron de la tortura a los distintos niveles del Gobierno.
Versión en chino disponible en http://minghui.org/mh/articles/2003/6/14/52220.html
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