En la “Lectura del Fa de la Conferencia en Canadá” (Toronto, 23 de mayo de 1999), un practicante preguntó al Maestro: “Un estudiante ha estado atravesando tribulaciones por un largo periodo de tiempo y todavía no puede superarlas. ¿Deberíamos explicarle esto a él o dejar que entienda por sí mismo a través del estudio del Fa*? El Maestro respondió: “Ya que has encontrado la causa que no le deja avanzar, ¿por qué no se lo explicas? No debería haber problema si se lo dices con buena intención” [traducción provisional]
Estaba acostumbrado a observar estas palabras como algo que el Maestro dijo de forma casualmente sin el entendimiento genuino desde el fondo de mi corazón. “¡Es el Fa!” El Maestro lo explicó tan claro, sin embargo, no seguí las instrucciones. “Ya que has encontrado la causa que no le deja avanzar”... “...díselo con buena intención” ¡Éste es el Fa! Es la forma en que el Maestro enseñó a los practicantes a tratar con estas cosas. Es éste el requerimiento del Fa.
La llave es, que el Maestro nos pidió: “díselo con buena intención” ¿Hemos alcanzado este requerimiento? Otra llave es que el Maestro nos pidió que le dijéramos “la causa que no le deja avanzar”, en vez de simplemente explicar sus errores o culparle por los errores que ha cometido.
La parte más importante es nuestro corazón, más que las palabras que decimos. Lo que vimos es la causa que dificulta que él avance lo que le impide que se eleve, no simplemente los errores que ha cometido y le decimos con amable intención. ¡Esto es Compasión! Esto no es estar apegado superficialmente a lo correcto o a lo erróneo y es totalmente sin una mentalidad personal. Cuando actuamos con intención compasiva, completamente por el bien de otros, ¿no lo aceptará él? Entonces ¿por qué nuestras acciones, en la mayor parte, profundizan los conflictos? ¿Es porque no soportamos los apegos de otros y sus comportamientos? ¿No lo hace eso nuestro propio problema? ¿No es algo que nosotros mismos necesitamos cultivar?
Si en realidad vemos la causa que está dificultando a un compañero practicante hacer avances y fallamos en decírselo, es erróneo porque no estamos siguiendo los principios del Fa. ¡Lo que dice el Maestro es el Fa! En muchos casos, no sólo no seguimos los principios del Fa, sino que tampoco consideramos lo que dijo el Maestro como el Fa. ¿No deberíamos, nosotros los practicantes, siempre considerar a los demás? Cuando hemos visto la causa que previene a un compañero practicante que haga avances y no le decimos, ¿es esto por el bien de otros? ¿Es esto por el bien de todos los compañeros practicantes?
¿Por qué no nos importa decírselo? Es ciertamente por nuestros propios apegos o elementos que no se conforman con el Fa. Entonces ¿no son nuestros propios problemas expuestos? ¿No están los comportamientos no rectos de nuestros compañeros dirigidos a nuestro propio corazón? No queremos elevarnos nosotros mismos sino quejarnos de otros. No dejaremos ir los problemas de otros. Lo más importante ¿no es cultivar nuestros corazones más que otra cosa? Después de que nosotros mismos hemos avanzado, podemos observar que los problemas de otros han desaparecido extrañamente. Tal vez, en esos momentos, las palabras puras que digamos permitirán a otros que de repente se iluminen. No es que hemos cambiado a otros, cuando nuestro comportamiento se conforma con el Fa, el poder del Fa se manifiesta. Es el Fa el que cambia a otros. “La cultivación depende de uno mismo, mientras que el Gong depende del Shifu” [Primera Lección, Zhuan Falun, edición de febrero 2003] Si no lo entendemos desde la perspectiva del Fa, sentiremos gran orgullo en nosotros y pensaremos que hemos guiado a otros; pero de hecho, no es verdad. Es porque primero hemos seguido al Fa. Es porque hemos seguido los principios de “Verdad-Benevolencia-Tolerancia” El poder viene del Fa.
También me he dado cuenta de que en muchos casos, parecía que yo estaba ayudando a otros, o que los conflictos ocurrían por los problemas de otros. Cuando realmente miré dentro de mí y me cultivé a mi mismo ante cualquier circunstancia, pude mirar hacia atrás y comprobar que todas estas cosas ocurrieron por mi propio corazón. Los otros, en realidad, me ayudaron. Cualquier cosa que pase al nuestro alrededor es por nuestros propios apegos.
Cuando nos elevamos genuinamente, ¡nos sentimos agradecidos desde el fondo de nuestro corazón! ¿Cómo expresamos nuestra gratitud? Cuando vemos la causa que dificulta a otro hacer avances y no se lo decimos, o cuando sólo nos preocupamos en nuestra cultivación sin consideración de otros, ¿no estamos siendo egoístas también? ¿No queremos que nuestros compañeros practicantes hagan avances también? ¿Qué significa “moverse hacia adelante juntos?
No importa cuantas excusas tengamos. A veces pensamos que es totalmente un asunto de otros, otras veces decimos, “tengo defectos, pero su problema es más serio” Entonces, estamos mirando hacia afuera. Siempre sentimos que los otros tienen más problemas y que nosotros tenemos menos. Siempre sentimos que los otros tienen mayores problemas y que los nuestros son más pequeños. Superficialmente, recalcamos y asimos lo correcto y lo erróneo desde una perspectiva superficial. Esto no es mirar hacia adentro, es pelear por los principios de la gente común. En la superficie, ¿no es una ilusión lo correcto y lo erróneo? Mientras uno se esté cultivando a sí mismo está el Fa para cambiarlo. Cuando una persona se en el Fa, es como un pedazo de aserrín cayendo dentro de una caldera llena de acero caliente y derretido. Mientras me conforme a los principios de “Verdad-Benevolencia-Tolerancia”, estoy apoyando y desempeñando un papel positivo en el trabajo de Dafa y en la cultivación de los compañeros practicantes. Esto es diferente de los apegos personales. Es creer en el Fa y en el poder del Fa.
*Fa puede ser traducido como ley y principios en la Escuela Buda.
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