Ayer en el estudio de la Ley, un compañero de práctica nos contó una historia. Era una vez, un pequeño oso en el bosque. Un día el pequeño oso volvía a su casa y debía atravesar un río. Con el fin de atravesar el río, debía construir un puente. Ya que debía construir un puente, decidió construir un buen puente. Con el fin de construir un buen puente, necesitaba mucha madera. Para obtener la madera, debía cortar árboles en el bosque. Se acordó que uno de sus amigos tenía una hacha, también salió a pedírsela. Como no estaba bien visto ir a pedir el hacha con las manos vacías, fue a una tienda, compró un regalo y lo embaló muy bien. Mientras que el pequeño oso llegaba a la casa de su amigo con el bello regalo, había olvidado que de hecho trataba de volver a su casa.
Esta historia me empujó a reflexionar sobre muchas cosas. A veces siento que estoy tan ocupado [con trabajo de Dafa] cada día que no puedo tomar tareas adicionales. Por supuesto se supone que debemos dedicarnos, pero "estar ocupado con trabajo de Dafa" se supone que no es nuestro último fin. Cuando sabemos claramente por qué hacemos el trabajo de Dafa, muchos asuntos complicados se vuelven simples. También, podemos arreglar nuestro tiempo y nuestros esfuerzos donde son más necesarios y verdaderamente alcanzar nuestros objetivos. Cuando realmente podremos hacer el trabajo de Dafa de acuerdo con los principios de Dafa, seremos capaces de tratar bien todas las cosas alrededor de nosotros.
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