La señora Qiu Liying, de 45 años de edad y practicante de Dafa de Shijiazhuang, fue brutalmente torturada y golpeada por la policía en el campo de trabajos forzados de Kaiping en Tangshan, por su firme fe en Falun Gong y en los principios de Verdad-Benevolencia-Tolerancia.
Durante ese tiempo, fue enviada una vez al Hospital Ankang de la ciudad de Tangshan (un hospital psiquiátrico) y encerrada con adictos y enfermos psiquiátricos. Los empleados del hospital torturaron a la señora Qiu aplicando el mismo medio coercitivo que usaron en los pacientes psiquiátricos. Más tarde, Zhang Jianzhong y otros de la oficina administrativa del campo de trabajos forzados de Kaiping, enviaron a la señora Qiu al hospital psiquiátrico quinto de la ciudad de Tangshan (previamente el hospital sicótico de Tangshan) Allí, los doctores y enfermeras torturaron a la señora Qiu con agujas eléctricas de alto voltaje y la inyectaron drogas destructivas del sistema nervioso.
La señora Qiu Liying, es una empleada principal de la refinería de aceite de Shijiazhuang. Todos consideraban a la señora Qiu una buena persona. Después de que empezó a practicar Falun Dafa, la señora Qiu se convirtió en una mejor persona tanto en su entidad de trabajo como en su vida diaria.
Sin embargo, después del 20 de julio de 1999, el régimen de Jiang difundió propaganda perversa difamando a Falun Gong. En respuesta, la señora Qiu fue a Beijing en octubre de 1999 a apelar y explicar la verdad sobre Falun Gong a las autoridades. Ella fue arrestada por la policía y llevada de vuelta a Shijiazhuang. Poco después, fue sentenciada a tres años de reforma en campos forzados. El 9 de diciembre de 1999, la señora Qiu fue transferida secretamente al campo de trabajos forzados Kaiping en Tangshan. A su llegada, la señora Qiu fue golpeada por un grupo de personas usando bastones hasta que perdió la conciencia.
Para forzar a que renunciara a su fe en Verdad-Benevolencia-Tolerancia, la policía esposó a la señora Qiu a un árbol en el patio del campo de trabajos forzados, durante fríos y amargos días. Sólo tenía una fina camisa encima. Otros prisioneros también la golpearon maltratándola constantemente y abusando verbalmente con palabras sucias.
El capitán del campo de trabajos forzados, designó a algunos adictos para golpearla y éstos lo hicieron tan ferozmente que no podía levantarse. Como consecuencia de la paliza, se le desarrolló un problema grave de tipo respiratorio, por lo que durante un mes evitaba toser, porque le causaba mucho dolor.
Una vez, la policía designó a unos prisioneros para llevarla a una habitación vacía y le obligaron a quitarse toda la ropa. Entonces, golpearon sus nalgas con un cinto tan fuerte que el cinto se rompió. Más tarde los prisioneros la ataron y la colgaron con cuerdas de tal manera que sus dedos apenas tocaban el suelo. Los prisioneros la patearon, abusaron verbalmente con un lenguaje sucio y escupieron su rostro. Mientras estos prisioneros estaban golpeándola brutalmente, el capitán vino y vio que el rostro de la señora Qiu se estaba poniendo de color púrpura. El capitán sintió que algo andaba mal y la soltó.
A principios de enero del 2001, la señora Qiu estaba en el campo de trabajos forzados Kaiping en Tangshan. Muchas veces durante los reconocimientos, su presión sanguínea era cero. Enfrentó estas tribulaciones todo el tiempo manteniendo su fuerte voluntad y fe. Para protestar contra el encarcelamiento ilegal y la tortura, la señora Qiu comenzó una huelga de hambre que duró 32 días. Cuando se volvió extremadamente débil, los oficiales del campo de trabajos forzados de Kaiping la enviaron al hospital Ankang de la ciudad de Tangshan para continuar la persecución.
El hospital fue construido por el departamento de policía de la ciudad de Tangshan y estaba especializado en tratar a adictos a las drogas y pacientes psiquiátricos. El clima era tan frío en esos momentos que la señora Qiu sintió un frío intenso debido a la falta de energía provocada por la huelga de hambre. Estaba temblando de frío cuando llegó al hospital. Aún así, los empleados del lugar le quitaron su chaqueta rápidamente y sólo le dieron un suéter muy ligero y una bata. La pusieron en una habitación con un grupo de adictos a las drogas y pacientes psiquiátricos. La señora Qiu protestó inmediatamente y dijo a un enfermero que hiciera llegar su protesta a los administradores del hospital. El enfermero le dijo que ésta era la forma en que el hospital funcionaba y que se cumplían unas normas para perseguir a los practicantes.
El primer intento fue detener su huelga de hambre. El campo de trabajos forzados envió a unos prisioneros para vigilarla y obligarle a que comiera. En este intento, la trataron como a una paciente psiquiátrica y usaron medios coercitivos con todo tipo de amenazas para que comiera y renunciara a la práctica de Falun Gong.
La policía del campo de trabajos forzados Kaiping trató a los practicantes de Falun Gong de una forma muy inhumana. Los practicantes de Falun Gong nunca fueron respetados como personas y aún menos lo fueron sus derechos humanos. En su camino al hospital de Ankang de la ciudad de Tangshan dentro de un camión, la señora Qiu no podía sentarse en los asientos vacíos. Ella fue esposada y empujada dentro de la parte trasera del camión donde llevaban cargamento. Solamente los prisioneros enviados por el campo de trabajos forzados para vigilarla, podían sentarse en los asientos vacíos con la policía. La señora Qiu también tuvo que pagar por el transporte, al igual que las llamadas telefónicas y los reconocimientos médicos hechos por el hospital.
Durante las tormentosas marchas de invierno, la policía golpeaba a los practicantes, les daba con una rama de árbol y les metía nieve dentro de sus cuellos. Para aquellos que estaban en huelga de hambre o se negaban a marchar, les agarraban y los llevaban fuera castigándolos a estarse en el suelo helado durante mucho tiempo.
En los días calurosos de verano, los practicantes eran obligados a permanecer parados bajo el fuerte sol. La señora Qiu ha atravesado todas estas torturas, sin embargo, nada de eso ha cambiado su firme fe en Falun Dafa.
La señora Qiu expresó su fuerte indignación con la persecución; protestó y planeó apelar. Pero las leyes del poder político de Jiang, hacían oídos sordos a sus protestas y sólo pudo recurrir a dolorosas huelgas de hambre para poder hacer llegar su opinión.
El 30 de junio del 2000, Zhang Jianzhong y An Huan’er de la oficina de administración del campo de trabajos forzados Kaiping, y el director del hospital de dicho campo llevaron a la señora Qiu al hospital de Ankang. Alguien llamó a Zhang cuando estaba en su camino hacia allí y le preguntó porque iba al hospital de Ankang. Zhang replicó que iba hacia allí a “examinar el cadáver”. Cuando llegaron, el hospital se negó a recibir a la señora Qiu como paciente. Entonces, Zhang llamó a más oficiales mayores y decidió enviar a la señora Qiu al hospital psiquiátrico quinto de la ciudad de Tangshan (primeramente el hospital sicótico de Tangshan)
Antes de que la señora Qiu fuera enviada dentro de la habitación del hospital, Zhang le dijo que le liberaba del ingreso si paraba su huelga de hambre. La señora Qiu rehusó esta propuesta aunque debido a la huelga de hambre, se sentía muy débil. Era muy difícil extraer sangre de sus venas. Los empleados del hospital apenas extrajeron una pequeña cantidad de ambos brazos. Su presión sanguínea estaba entre 20 y 40 mm Hg. que corresponde a la presión de una persona desmayada, según comentario de la enfermera. Aún bajo estas circunstancias, los empleados del hospital forzaron a la señora Qiu a tomar drogas para dañar su sistema nervioso central. También la amenazaron con agujas eléctricas diciendo: “Si paras la huelga de hambre, no usaremos las agujas.” A menudo presionaban las agujas dentro de su punto de acupuntura Baihui en el tope de la cabeza o el punto Yintang en la frente. Todo el tiempo la amenazaban: “¿Vas a comer o no?” Cuando ella rehusaba, incrementaban el voltaje. Aumentaron el voltaje tres veces y la señora Qiu estuvo al borde del colapso mental.
Aún así ella rehusó a comprometerse inclusive bajo este dolor insoportable. Este tipo de castigo podría fácilmente dañar el cerebro y podría destruir el cuerpo y el cerebro de una persona. Usaron este “tratamiento de agujas eléctricas” con la señora Qiu muchas veces para perseguirla. Antes de que pudieran parar su huelga de hambre, le dieron drogas desconocidas a través de un tubo que iba desde su garganta directamente a su estómago, que se lo dejaron instalado de forma permanente.
La señora Qiu no podía respirar y después de tres días casi no podía respirar. Se sacó el tubo desde el estómago y vomitó las drogas, sufriendo unas consecuencias horribles. No podía mantenerse de pie por sí sola, su lengua se durmió y no podía hablar claramente. Estaba mareada, sus ojos estaban hinchados y perdió la conciencia. Aún después de semejante trauma, la señora Qiu aún le dijo a los doctores del hospital la verdad sobre la persecución a Falun Gong y como se benefició por practicar Falun Gong.
A finales de julio de 2002, el campo de trabajos forzados Kaiping envió también a Duan Jinjin, He Jing y Zhao Jie al hospital psiquiátrico quinto de la ciudad de Tangshan para perseguirlos. Usaron las mismas drogas sobre la señora Duan y He Jing. La señora Duan tuvo reacciones serias a las drogas y sufrió de dolores de cabeza severos desde las 6 p.m. hasta las 12 p.m. El dolor gradualmente desapareció. El hospital dejó de usar las drogas sobre la señora Duan por su reacción. Sin embargo, al oír esto, Zhang Jianzhong del campo de trabajos Kaiping dijo: “Ella está bien, continúen con las drogas”
El 19 de septiembre de 2000, la señora Qiu y la señora Duan fueron devueltas al campo de trabajos forzados.
La señora Qiu fue más tarde transferida al campo de trabajos forzados de Baoding. Ella aún se niega a renunciar su Fe, por eso la policía le envió al campo de trabajos forzados de Gaoyang. El campo de trabajos de Gaoyang supo de su situación y se negó a aceptarla diciendo que ella tenía “problemas de corazón”. La señora Qiu permaneció prisionera en el campo de labor de Baoding. Clearwisdom.net reportó que en febrero de 2003, la señora Qiu fue transferida del campo de labor de Baoding a la sesión de lavado de cerebro de la provincia de Hebei para continuar la persecución. Fue arrestada ilegalmente allí, pero un año después ella abandonó ese lugar maligno.
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