Conversación con un participante en la exposición anti tortura en Londres

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Edward no quería fabricar el banco del tigre. De pie a la sombra de un árbol, mira a lo lejos la exposición anti tortura celebrada en Londres el domingo 18 de julio. Casi se le caen las lágrimas cuando recuerda el proceso que le hizo construir el dispositivo. El banco del tigre es uno de los numerosos métodos de tortura empleados por el régimen de Jiang Zemin para forzar a los practicantes de Falun Gong a renunciar a su creencia en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia. Sólo cuando supo que sus esfuerzos ayudarían a la exposición delante de la Cámara del Parlamento exponiendo la naturaleza depravada de la persecución, Edward pudo superar su corazón acongojado y crear el terrible dispositivo.

Un anciano practicante chino residente en el Reino Unido, explica que este dispositivo infame de tortura, por alguna razón apodado el banco del tigre, realmente fue prohibido y proscrito por el régimen comunista chino, por considerarlo como bárbaro. "De hecho, usted sabe que el banco del tigre es verdaderamente infame. Antes habíamos pensado hablar acerca de cuando el partido comunista condenaba al régimen precedente y a la manera en la que torturaba a los disidentes. No sé que género de dolor podía infligir. Es irónico que ahora empleen el mismo aparato para torturar a otros”.

El banco del tigre fue uno de los diez dispositivos de tortura mostrados en la exposición anti tortura y fue utilizado con actores y maquillaje profesional para reconstruir la realidad de la persecución en China. Fue uno de esos luminosos días de verano en la capital y la exposición se reveló muy poderosa, atrayendo a un gran número de turistas que se quedaban silenciosos, absorbidos por los horrores representados en la demostración y en los tableros de exposición.

El banco del tigre consta de una parte estrecha sobre la cual se colocan las piernas tendidas. La parte trasera del dispositivo es vertical y la espalda de las víctimas es colocada recta contra él y perpendicular a las piernas. Edward describe la manera en la que es utilizado: “La gente es atada durante mucho tiempo, para hacerles sufrir de un dolor prolongado. Luego, ponen ladrillos bajo los pies de la víctima de modo que sus rodillas quedan en el vacío. Luego utilizan una barra para hacer presión con el fin de causar más dolor”. Después de probarlo simplemente sentándose teniendo en cuenta a los que desempeñarían el papel de víctimas en la exposición anti tortura, Edward modificó su concepción. "Había encontrado un modelo para hacerlo y fabriqué uno con respaldo vertical. Al principio, me senté durante algunos minutos y lo encontré muy doloroso. ¡Era terrible!. Pensé que nuestro fin era mostrar el dispositivo, no padecer nosotros el dolor, así que lo cambié y le puse un respaldo un poco más inclinado”.

Para Edward, no era la creación de los dispositivos de tortura lo que constituía un desafío personal. También debía desempeñar el papel de uno de los guardias de prisión. Para una persona sensible y compasiva, saber que tales guardias fueron responsables de la tortura y las palizas de decenas de millares de practicantes de Falun Gong, y de más de mil defunciones documentadas, esto no era fácil. "Estuve muy poco dispuesto a desempeñar el papel de un policía y esto fue muy doloroso para mí. Pero debemos mostrar lo que pasa. De hecho creo tener la obligación de mostrar lo que pasa”.

La comprensión de la mentalidad de los guardias no es tan fácil como simplemente adoptar una apariencia amenazadora. Para Edward, el elemento más atroz de la persecución no es la cólera o la maldad, sino la falta de emoción de los guardias. "Recuerdo algunas fotos en las que se veía el modo en el que la policía torturaba a la gente. Vi que la policía es realmente indiferente. Hacen estas cosas como si fuera un trabajo corriente. Atando a personas, son completamente impasibles. El régimen simplemente transformó a estas personas, a estos policías, en instrumentos para torturar a personas. Realmente mi corazón está horrorizado. No es sólo que estas malas personas cuando torturan muestren una expresión horrible en su cara, sino que sus pensamientos rectos desaparecen, no son conscientes sino impasibles. Esto es lo más terrible. Cuando usted mira profundamente dentro de ellos su alma está vacía. Esto indica la manera en la que el régimen persiguió a todo el mundo. Favoreciendo el odio y controlando los espíritus de las personas, destruyen la creencia de las personas en la bondad. Mostrando esta exposición queremos que las personas sepan lo que ocurre en China y ayudar a los practicantes a detener esta persecución brutal”.

Desempeñar el papel del guardia indiferente, frío y cruel era difícil por otra razón. No pudo dominar su dolor cuando vio que sus amigos practicantes, que desempeñaban el papel de víctimas, lloraban en silencio; fue intensamente golpeado por el realismo de la exposición así como la relación de lo que sucede en China. "Vi a una de las practicantes, una víctima que exponía el sufrimiento de la tortura y que más tarde se retiró llorando. Esto le recordó lo que pasa en China. Como Bao, su hermana, que siempre está encarcelada. Había otro practicante llorando también. Pero debía retenerme, controlarme, para no mostrar emoción. Fue muy duro desempeñar este papel".

La gran resistencia de los practicantes también le emocionó. Vio a una practicante sentada, exponiendo un método de tortura, en la cual a la víctima se le clavan palos puntiagudos de bambú bajo las uñas de los dedos. Edward se sintió inquieto y conmovido: "Se quedó allí durante cerca de tres horas. Me impresionó. Debí mostrar una cara decidida al acercarme a ella. Me sentía inquieto por ella y por los otros practicantes. Nuestro fin no era causar un sufrimiento a cualquiera de nosotros, sino simplemente mostrar lo que sucede, por eso me inquieté por los practicantes que participaban demasiado tiempo sin descanso. No teníamos la intención de sufrir, pero para cualquiera simplemente sentarse allí durante tanto tiempo sin descanso, es un proceso difícil de todos modos”.

Para Edward, todas las dificultades y tribulaciones valieron la pena, sobre todo cuando vio que la respuesta del público era tan fuerte y alentadora. “Entonces, mucha gente realmente nos preguntó qué ocurre”. Vi a muchas personas firmar la petición. Me siento muy feliz de ver a tantas personas en el mundo realmente preocupadas por lo que ocurre en China”.

El dolor que estas formas de tortura producen es inimaginable. Estos objetos expuestos dan solamente una ligera idea de la agonía que sufren los practicantes de Falun Gong en China. Sin embargo, en esta persecución, las víctimas no son solamente los practicantes de Falun Gong sino también los policías, los guardias y otras personas que han amenazado, torturado y sometido a otras a un lavado de cerebro para perseguir y torturar a sus propios hermanos contra su conciencia. En referencia a la creencia según la cual hacer malas acciones aumenta el karma que debe ser reembolsado por sufrimiento, Edward comenta: "Pienso que los que inventaron este banco del tigre han creado mucho karma para ellos mismos”. Ojalá la gente que utiliza tales torturas horribles sobre practicantes también pudieran comprender este principio y escuchar los preceptos de su conciencia.

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