El 31 de diciembre de 2000, varios practicantes de Jilin viajamos a Pekín para validar Falun Dafa. Allí fuimos detenidos y nos llevaron a la comisaría de la provincia de Jilin, donde encontramos a Lu Yuanzhuo, un chico de diez años de edad. Su firmeza y valentía se veían en sus grandes ojos y su cara de niño. Vivía en Gongzhuling en la provincia de Jilin. Sus padres habían sido enviados al campo de trabajos forzados. Muchos de sus amigos que practicaban Falun Gong habían sufrido la persecución.
Estando allí detenidos junto con Lu Yuanzhuo le preguntamos, ¿por qué fuiste solo a Pekín para esclarecer los hechos (1)?
Y el respondió: “porque Gongzhuling es la ciudad dónde el Maestro nació y muchos practicantes de Dafa de esta ciudad salieron para esclarecer los hechos. Casi nadie se quedó en casa. La policía retiene a todos los practicantes que están en casa. Aunque sea joven, soy sin embargo un discípulo del Maestro y tengo también la responsabilidad de esclarecer los hechos”.
El 30 de diciembre de 2000, Yuanzhuo estaba en la Plaza Tiananmen, portando una bandera con el lema "Falun Dafa es bueno”. Al mismo tiempo gritaba el lema con todas sus fuerzas corriendo alrededor de la plaza perseguido por la policía y abriéndose paso a través de la muchedumbre. Para terminar, los policías le cercaron y delante de toda la gente, comenzaron a pegarle brutalmente a este niño de tan sólo diez años de edad. Luego le enviaron a la comisaría de la provincia de Jilin a Pekín. Para obligarle a dar su dirección y apellido, la policía continuó golpeándole desde el primer piso hasta el cuarto. A pesar de esta brutalidad, ellos sólo obtuvieron su apodo, Li Xinming.
El tercer ojo de Yuanzhuo que había sido abierto, veía muchas cosas. Cuando veía que los practicantes que estaban detenidos no podían pasar las pruebas inmensas que encontraban, les decía: "Nosotros todos estamos bajo la protección del Maestro en cada momento. Cada practicante tiene su propia misión en este mundo. No pierda esta ocasión preciosa de validar a Dafa y de salvar a los seres vivos”. Sin embargo cuando le pedimos a Yuanzhuo lo que le gustaría hacer nada más ser liberado, respondió: "me gustaría comer un gran fruto en almíbar”.
Con el fin de disimular la persecución hacia los practicantes de Dafa, la policía provincial le inyectó a Yuanzhuo un producto desconocido que trastorna el sistema nervioso. Después, su cerebro se veía afectado en cierta medida, pero él se mantenía firme y declaraba: "Soy un discípulo del Maestro. El Maestro me ayudará a eliminar esta sustancia tóxica”.
Más tarde, escribimos nuestros números de teléfono y nuestras direcciones sobre su brazo, y nos prometimos volver a vernos una vez liberados. Yuanzhuo también nos dio su número de teléfono. Cuando estábamos juntos, nos decía a menudo que estudiásemos bien la Ley y que practicásemos los ejercicios.
Después de algunos días, un policía de la provincia llamó de repente a Yuanzhuo diciéndole que ciertas personas que él conocía venían a buscarle para llevarlo a su casa. Sabíamos que jamás había revelado su verdadero nombre, y que nadie en su casa sabía donde estaba. La policía se lo llevó.
En el año 2001 cuando volvimos a casa, tratamos de ponernos en contacto con Yuanzhuo pero no recibimos respuesta. Después, recurrimos a menudo para saber algo sobre él. Sin embargo, desde nuestra separación en la comisaría de la provincia de Jilin en Pekín, nuestras búsquedas fueron vanas. Durante estos cinco años desde que le conocimos, cada vez que encontramos dificultades, nos viene a la memoria la cara familiar del pequeño Yuanzhuo que nos inspira su firmeza en Dafa en cualquier circunstancia y su convicción en el Maestro y en Dafa.
(1) Fa : Ley y principios; la enseñanza de Falun Dafa
Versión en chino disponible en:
http://www.minghui.org/mh/articles/2004/6/29/78242.html
Versión en inglés disponible en:
http://clearwisdom.net/emh/articles/2004/7/22/50538p.html
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