El sábado 11 de septiembre, los practicantes de Falun Gong de Bohemia, Moravia, Eslovaquia y Reino Unido organizaron en Praga, capital de la República Checa, una exposición antitortura con el fin de denunciar los métodos de torturas utilizados para forzar a los practicantes en China a abandonar su creencia en los principios de Verdad, Benevolencia y Tolerancia.
En una de las calles más concurridas de Praga, centenas de ciudadanos y un flujo continuo de visitantes extranjeros se detenían para mirar la exposición. Ocho paneles describiendo las atrocidades que se efectúan en China acompañaban la simulación de las torturas al primer plano de la exposición, incluyendo el estar encerrado en una pequeña jaula, suspendido por las muñecas, quemado con hierros al rojo vivo y alimentado a la fuerza.
Reconstruir los métodos de las brutales torturas |
La alimentación forzada es una tortura tan peligrosa que antes del comienzo de la persecución de Falun Gong en julio de 1999 fue prohibida en las prisiones y en los campos de trabajos forzados de China. Jiang Zemin reintrodujo este método para utilizarlo en los practicantes de Falun Gong. La mayoría de las veces ejecutados por policías no entrenados o por presos comunes, las sesiones de alimentación forzada son extremadamente brutales. La boca del detenido es forzada utilizando tenazas metálicas o una pinza como palanca, a menudo desgarrando los labios y la boca, y rompiendo los dientes. Entonces, es introducido un tubo por la boca que desciende por la garganta hasta el estómago, o bien si no puede ser forzada la boca, se introduce el tubo forrado por la ventana nasal a lo largo de la garganta hasta el estómago. El tubo es a menudo un plástico duro y sucio. Forrar el tubo en la garganta de la víctima a menudo daña el esófago, o bien perfora los pulmones o el mismo estómago, con consecuencias desastrosas. En cuanto es insertado el tubo, una solución concentrada con harina de maíz y agua fría, o una solución fuertemente concentrada de agua salada es inyectada en el detenido. Los numerosos informes indican que también se utilizan otras sustancias como la guindilla y por lo menos en un ejemplo, agua hirviendo. En el campo de trabajo de Gaoyang, los guardianes también utilizan excrementos. Los empleados de este sitio fueron recompensados por la oficina 610 por sus acciones. Podemos confirmar las muertes de muchos practicantes de Falun Gong por la alimentación forzada.
Detrás de cada víctima de la tortura, representada por practicantes con ropas "ensangrentadas" y con un maquillaje muy realista, había practicantes checos y eslovacos vestidos de policías chinos con un palo en sus manos. En segundo plano, tres banderas amarillas, rojas y negras transmitían mensajes sombríos: “Esto se efectúa actualmente en China”, "Detener el genocidio contra Falun Gong en China”. Practicantes vestidos con trajes tradicionales amarillos, rojos y blancos de práctica hacían continuamente la demostración de los ejercicios de Falun Gong y la meditación al sonido de la música de Falun Dafa. Maravillosos y pacíficos ejercicios creaban un contraste con la simulación de las torturas al lado, esto hacía que la gente sintiera dolor al ver que los practicantes están sujetos a tales violaciones únicamente porque quieren mejorar su salud y volverse mejores a través de la práctica de Falun Gong.
Representantes de los medios de comunicación, incluido la principal agencia de prensa CTK y un periodista de una emisora de radio, vinieron para hacer fotos y entrevistar a los practicantes para publicar artículos en los periódicos y hacer emisiones de radio. La policía de la ciudad también escuchó las entrevistas en la radio y se acercó para ver la exposición.
Durante la exposición, los practicantes distribuyeron folletos en varias lenguas europeas y constantemente hablaron a la gente de Falun Dafa, de la persecución en China y de las torturas utilizadas en los practicantes de Falun Gong. Mucha gente les preguntó por qué habían escogido esta forma de protesta. Ellos les explicaron que lo que allí se estaba representando estaba sucediendo actualmente en China, por lo tanto, la gente se quedaba impresionada y preguntaban cómo podían aportar su ayuda. Firmaron la petición apelando al fin de la persecución y dialogaron con interés de la cuestión con otros espectadores.
Un señor miró los paneles informativos durante un momento y después rehusó un folleto diciendo: “Ya sé lo que pasa allí. No compro nada que provenga de China porque hay muchas posibilidades de que esto venga de un campo de trabajos forzados”. Otra señora estaba horrorizada y, después de haber escuchado la historia de la persecución, dijo: “Debo contárselo a más gente”. ¿Cómo una cosa semejante puede producirse en nuestros días?”
Durante mucho rato, los practicantes seguían escuchando a la gente quienes leían los folletos con atención decir: “Les deseo que todo vaya mejor”, o “espero que las cosas vuelvan a su favor”, o “perdóneme, ¿puedo preguntarle cómo puedo ayudarle?” Mucha gente expresó su apoyo y su simpatía. La exposición de simulación de las torturas ha sido un gran éxito para el despertar de las conciencias de la gente, con respecto a las violaciones de los derechos humanos infligidas a los practicantes de Falun Gong en China.
Versión en inglés disponible en:
http://www.clearharmony.net/articles/200410/22438.html
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