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“Será una protesta enorme contra la legislación de leyes de seguridad, con aproximadamente 100.000 personas participando,” Tsoi Yiu-cheong, portavoz para el Frente Civil de Derechos Humanos, una coalición de más de 40 grupos pro-demócratas, religiosos y grupos de derechos humanos, dijo AFP.
La masiva demostración está prevista coincida con las celebraciones del aniversario marcando la devolución de la ex-colonia británica a la soberanía China en 1997.
A pesar de los festivales planeados, Tsoi dijo que la gente no estaba de buen humor para celebrar porque temen la inminente promulgación de una ley nacional de seguridad que podría restringir libertades previamente garantizadas por 50 años del principio “un país, dos sistemas” bajo el cual la ciudad fue devuelta a China.
Está aumentando el temor que la nueva ley prohibiendo traición, sedición, robo de secretos estatales y subversión, la cual es un requisito para Hong Kong de pasar bajo el Artículo 23 de la Ley Básica -- la mini-constitución de Hong Kong, podría también sofocar la libertad de expresión y estrangular la libre circulación de información.
Está previsto que la legislación sea aprobada el 9 de Julio.
“Este es un tiempo crítico,” dijo Tsoi. “Es nuestra libertad que está en juego.”
“Queremos demostrar al gobierno central en Beijing que la gente en Hong Kong quiere una democracia completa.”
Manifestantes de diferentes clases y lugares darán rienda suelta a sus quejas formalmente, desde grupos religiosos hasta profesionales descontentos con el estado de la economía tras el brote de SARS, dijo él.
El primer ministro de China Wen Jiabao asistirá a las celebraciones de devolución, en su primera visita al territorio después de haber asumido su puesto en marzo.
Wen asistirá a la firma del primer contrato bilateral de comercio en la víspera del aniversario – un “regalo de cumpleaños” visto como un dulce de Beijing para aplacar el descontento que está aumentando en la ciudad por la economía inactiva y la nueva ley.
La 13ª semana de crisis del Severo Agudo Síndrome Respiratorio (SARS) causó 296 muertes de 1.755 infectados, y también destrozó los esfuerzos de Hong Kong para reactivar su economía, por lo cual ha luchado desde la crisis financiera asiática de 1997.
“Hay un sentimiento general de insatisfacción, abarcando desde la política hasta la economía, aunque en general la gente ha aceptado el regreso a China sin resentimiento,” notó Joseph Cheng, un comentarista político de la Universidad de la Ciudad.
“El malestar de Hong Kong es ahora político, surgiendo la preocupación de que el partido comunista del régimen de China esté gradualmente conquistando la ciudad con la legislación de las supuestas leyes de anti-subversión.”
Con la popularidad del jefe ejecutivo Tung Chee-hwa peor que nunca, después de la caída económica y de percibir el inadecuado manejo de la crisis de SARS, más personas estaban pidiendo un gobierno completamente electo, dijo Cheng.
Tung preside un sistema en el que una asamblea parcialmente elegida ejerce control limitado.
Sonny Lo, un comentarista político de la Universidad de Hong Kong, advirtió “será peligroso para Hong Kong si el descontento sobre la política y la economía convergen. Es un llamado para despertar,” dijo él.
Una votación reciente de la Universidad de Hong Kong mostró la popularidad de Tung, quien ha gobernado el territorio desde la entrega, cayendo a 44 puntos de porcentaje, el nivel más bajo en su registro.
La encuesta también encontró que el 52 % de los 1.043 encuestados, en principio se oponían a la nueva ley de seguridad, 39 % estaban en contra de los contenidos del proyecto de la ley y menos de 17 % dieron su apoyo.
La directora del Instituto Cristiano de Hong Kong, Rose Wu, calculó que unos 6.000 cristianos asistirán a la marcha.
“No es solamente nuestra libertad de creencia religiosa, sino nuestra libertad fundamental (la cual está en juego),” dijo ella. “Nosotros no nos daremos por vencidos, hasta incluso si el proyecto propuesto es aprobado para la ley. Entonces nosotros lucharemos por enmiendas.”.
El jefe Católico, Obispo Joseph Zen, quien es abiertamente crítico guiará una reunión de oración antes de la marcha.
Zen recientemente exigió una elección directa del jefe ejecutivo cuando el segundo mandato de Tung expire en el 2007, remplazando el proceso actual de selección por una comisión de 800 miembros, el cual es efectivamente controlado por Beijing.
El también cree que el Ayuntamiento Legislativo debería ser elegido por sufragio universal desde 2008.
Sophie Zhao, una vocera para el grupo espiritual Falun Gong, el cual está prohibido en China continental, dijo que como 300 practicantes participarán en la marcha.
“Estamos en contra de una legislación que al final restringirá nuestros derechos,” dijo ella. Los Estados Unidos y Gran Bretaña se han unidos a grupos internacionales de derechos humanos y de la prensa para condenar las leyes planeadas.
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