Una vez, el sitio Web Minghui publicó una historia de “cultivación” de una pareja que en tiempos remotos se cultivaba para transformarse en Buda. Cada día quemaban incienso con mucha devoción para venerar a la estatua del Buda. Sin embargo, cuando la mitad de su vida había transcurrido, aún no habían alcanzado el despertar. Tomaron la decisión de ir al encuentro del Buda y de descubrir por qué no tenían éxito en su práctica. Así, comenzaron su periplo llevando con ellos una carreta llena de ceniza del incienso que habían quemado. En el camino encontraron a dos ladrones. Como la pareja no tenía dinero, les explicaron los principios de ser buenos y de cultivar para hacerse Buda. Después de haberlos escuchado, ambos ladrones decidieron acabar sus malas acciones e hicieron el voto de convertirse en buenas personas. Se juntaron a la pareja para ir al encuentro del Buda.
Los cuatro consiguieron encontrar al Buda y le explicaron por qué habían ido en su búsqueda. El Buda les dio a cada uno una berenjena de hierro y les dijo que la cocieran durante 49 días. Cuando estuvieran cocidas, podrían comérselas y terminarían entonces su cultivación.
Dejaron al Buda, y los cuatro se repartieron la tarea: cada día ambos ladrones iban al monte a recoger leña. La pareja se quedaba en la casa para cocer las berenjenas de hierro sobre el fuego. Habiendo seguido las palabras del Buda, después de 49 días, las dos berenjenas de los ladrones estaban dispuestas a ser comidas. Después de comérselas ambos ladrones terminaron su cultivación y se marcharon. Sin embargo, las berenjenas de la pareja todavía no estaban cocidas.
Cada día, procurando cocer sus berenjenas, la pareja las colocaba en el lugar más cercano posible al fuego.
En la Web Minghui/Clearwisdom se publicaron varios artículos que trataban el apego al tiempo. De repente comprendí la verdad de esta historia: es correcto sentir que urge, pero lo esencial es asegurarse de cultivar realmente nuestros corazones. El Maestro dijo que urge y que un cierto año, la sociedad humana se enfrentará a un cambio espectacular. Mi comprensión es que el Maestro nos dijo que el Fa iba a rectificar el cosmos. Esto tiene también relación con nuestra cultivación y nuestra validación del Fa. Esto tiene también relación con nuestro avance diligente en la cultivación. Cuán bien nos cultivemos es la cuestión sobre la cual debemos reflexionar.
Desde luego, no hay nada malo en poner toda nuestra energía en la validación del “Fa”. Pero debemos sin embargo considerar el papel que jugamos en la sociedad. Adecuarse a la sociedad común al máximo nos asegura que somos capaces de cultivarnos y de validar el Fa en la sociedad. Para el destino de todos los seres, debemos considerar los sentimientos humanos y no podemos ir a los extremos. Tan pronto como pensemos que el tiempo casi se acaba, posiblemente vamos a tener miedo de cosas tales como si vamos o no a lograr completar nuestra cultivación. Entonces posiblemente vamos a estar sujetos a ir a los extremos y a decir cosas sin tomar la responsabilidad. Posiblemente actuaremos en la sociedad porque tenemos miedo y difícilmente nos haremos comprender por nuestros familiares. Hasta puede que intentemos hacer planes para nuestros familiares o incluso futuros arreglos personales. Posiblemente también reflexionemos sobre cómo librarnos de la persecución, etc. Son todos apegos. Pensar en sí mismo o en otros es una prueba fundamental para un practicante. Tal como esta pareja que cocía las berenjenas, el Buda les dijo que las cocieran durante 49 días, lo que en realidad representaba una prueba para su corazón en la cultivación.
En sus lecciones, el Maestro a menudo habla de la cuestión del tiempo. Mi comprensión personal es que no hay ningún problema en apresurarse en la cultivación. El punto clave es lo que vamos a hacer apresurándonos y cómo utilizamos el Fa que Maestro nos enseñó sobre el tiempo para guiar nuestra cultivación y validar el Fa. Esto es lo que debemos cultivar en este momento crítico.
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