Soy una profesora que comenzó a practicar Falun Dafa en 1999. Emprendí la práctica a causa de mi enfermedad. En esa época tenía graves colitis, que no se curaban ni con medicinas ni con ninguna solución de lavado. El doctor me dijo que si los síntomas persistan, esto podría entrañar un cáncer de colon. A causa de los dolores vinculados a mi enfermedad y la fuerte presión mental, tuve insomnios, neurastenia y disfunciones ginecológicas. Algún tiempo después de haber comenzado a practicar Falun Dafa, mis largos años de lucha contra las colitis se acabaron y ya no volví a enfermar. Estudié la Ley de todo corazón, cultivé mi espíritu, aguantando las tribulaciones para practicar los ejercicios e hice cada cosa según las exigencias del Maestro. Mi salud volvió a la normalidad completamente. Dormía apaciblemente. Mi piel se volvió también más fina y más lisa, y mi cara se tiñó de rosa.
Viendo el aspecto luminoso de mi cara, mis colegas me preguntaron qué tipo de maquillaje utilizaba o si me hacían regularmente masajes faciales. Era feliz de decirles: «Es porque cultivo Falun Dafa y porque practico los ejercicios.» Lo encontraron extraño y me preguntaron: «¿Es esto verdaderamente tan milagroso?» Les respondí que era la verdad, y que no necesitaba tomar más medicinas desde que había comenzado a practicar Falun Dafa.
Había desarrollado un tumor tiroideo en el cuello, y el doctor me había aconsejado ir a Pekín para operarme. Continué la cultivación de Falun Dafa y la práctica de los ejercicios y el tumor desapareció sin dejar rastro al cabo de una veintena de días. Hablé de eso a mi doctor y me dijo: «¡Falun Dafa es simplemente milagroso! Comprendo ahora por qué tanta gente lo practica. ¡Entonces todo lo que está escrito en sus folletos es pues verdad!» Le respondí: «Por supuesto».
Soy practicante de Falun Dafa y soy también profesora. Insuflo la verdad de Falun Dafa y del cosmos en mis enseñanzas. Mis alumnos se benefician mucho de esto: ellos trabajan mejor en la escuela y obtienen mejores notas. Tienen espíritus compasivos, y crearon un buen ambiente en la clase y en la escuela.
A menudo explico a la gente benévola, a mis relaciones y a los amigos los beneficios que Falun Dafa me había aportado. Aproveché todas las oportunidades para permitir a la gente predestinada obtener la Ley. Recientemente, mi marido también comenzó a descubrir Falun Dafa. Durante el Festival del Nuevo Año Chino, repentinamente perdió mucho peso. Una analítica mostró que el azúcar contenido en su sangre era dos veces más elevado que el de una persona normal, y el diagnóstico del doctor era que había desarrollado la diabetes. Mi marido se afectó al enterarse. Le dije: «No te asustes, no es una enfermedad. Es tu karma que está siendo eliminado. Justamente debes continuar practicando diligentemente Falun Dafa». Entonces respondió: «Somos una pareja y somos ahora discípulos de la misma escuela.»
Durante los diez días que siguieron, mi marido persistió en estudiar la Ley y en practicar los ejercicios. Un día, me dijo: «La última noche, tuve un sueño donde alguien me decía que el azúcar en mi sangre era de 4.4». El resultado del azúcar efectivamente fue de 4.4 cuando fue al hospital para hacer la analítica. Era tan feliz y dijo: «¡Falun Dafa es verdaderamente milagroso!»
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