Historias que vienen de China y que muestran la verdadera naturaleza de Falun Gong

Encuentro en la calle con un joven practicante de Falun Gong

A las 17h del 24 de junio cuando me acercaba a un cruce oí la voz de un chico: «No tires la piel de sandía a la calle. La gente va a caer si la pisa.» Luego la recogió y la puso en un pequeño hoyo al borde del camino. Me acerqué y comprobé que lo conocía. Era un joven practicante a quien ya había encontrado antes, y sólo tiene cinco años. Sus padres practican Falun Gong. Estaba animado jugando con otros dos niños y uno de ellos había tirado la piel de una sandía en la calle después de comerla. La gloria de los principios de Falun Gong «Verdad, Benevolencia y Tolerancia» irradiaban sobre la cara del joven practicante.

Una chica rectifica su error después de haber comprendido que sus acciones eran malas

Justo después del festival del Nuevo Año chino, la practicante Sra. Wu comprobó que las palabras que había escrito sobre la pared “Falun Dafa es bueno” y “Verdad, Benevolencia, Tolerancia son buenas” habían sido cambiadas por alguien que había añadido la palabra "no es" justo delante de la palabra "bueno" y esto repetidas veces. Preguntó a su hijo si sabía quién lo había hecho. Dijo que fue su compañera de clase Lingling (nombre ficticio). La Sra. Wu le pidió que la invitara a su casa y preguntó a ésta por qué había cambiado las palabras, pero ella negó los hechos. Wu dijo que todos los practicantes eran buenas personas y habló de los principios que el bien es recompensado por el bien y que el mal recibe su justa retribución. La Sra. Wu se lo dijo como si no hubiera sido ella quien lo hizo, y que le recordara este principio a la persona que lo había hecho, si la conocía y le diga que no puede hacerlo de nuevo.

La escuela había organizado una salida campestre el 6 de junio durante el Día de los niños. Mientras atravesaba un prado Lingling cayó repentinamente y se hirió la muñeca gravemente. En el hospital vieron que su muñeca estaba fracturada. Le enyesaron la mano derecha con lo cual no podía utilizarla.

Dos semanas más tarde, Lingling fue a casa de la Sra. Wu y dijo: “Sra. Wu cometí un error. Fui yo quien cambió las palabras la última vez. No pensaba que sería castigada. ¿Qué debo hacer ahora?” Ésta respondió: “Todo irá bien ahora que reconoces que has hecho mal. Primero es necesario que vayas a borrar las palabras que añadiste. Luego te daré material informativo. Deberías ir a contar tu experiencia a tus amigos.”

Lingling fue a por una goma y borró las palabras "no es" y todas las demás palabras que añadió para desacreditar a Falun Dafa. El día siguiente llevó los documentos informativos a la escuela y explicó a sus compañeros la experiencia. Les dijo que contrariamente a lo que el profesor les había dicho, los practicantes eran buenas personas. Les dijo a otros estudiantes que no debían dejarse engañar y que ella misma no habría sido castigada si no hubiera actuado mal hacia Falun Gong.