Reino Unido: Un viejo chino es feliz de tomar partido de la justicia oponiéndose a los crímenes brutales de Jiang

El Sr. Wang es un cliente regular del restaurante chino en el cual trabajo. Tiene más de sesenta años, es un hombre bajo, pero muy vivo y eficaz. Nació en China, donde su padre tenía una pequeña tienda con un poco de terreno y pabellones. Todos estos bienes fueron confiscados al principio del "Movimiento de Liberación". Su familia pasó de la prosperidad a la miseria en una noche. El Sr. Wang tenía diez años en esta época y fue forzado a ir a Hong Kong con su padre. Después de haber viajado a numerosos lugares, el Sr. Wang acabó por instalarse sólo en el Reino Unido. En esta época Londres no tenía ni Chinatown ni tiendas chinas, sólo había unos restaurantes chinos. El Sr. Wang montó su propio negocio y pasó por varios períodos de pruebas. Ahora está jubilado y después de haber trabajado duramente tiene una gran propiedad familiar. Cada día pasa su tiempo libre en el restaurante donde trabajo y nos hemos convertido en buenos amigos. El Sr. Wang admira mucho a mi Maestro, el Sr. Li Hongzhi. Una vez dijo levantando el pulgar: "Él es tan joven pero tanta gente practica su método. ¡Cincuenta años, es tan joven!” Después de haber escuchado la grabación de "Zhuan Falun" por primera vez, de nuevo levantó el pulgar y dijo: “Su Maestro es formidable, sabe tantas cosas! "

El 20 de julio, fui a la Embajada china donde los practicantes del Reino Unido apelaban pacíficamente por el final de la brutal y criminal persecución de Falun Gong por Jiang Zemin. La actividad fue seguida por un desfile en Chinatown. Cuando regresé al restaurante, el Sr. Wang estaba preocupado por mi seguridad. Me preguntó si la embajada de China había tomado fotografías. Le dije que la embajada tiene miedo de Falun Gong. Se ocultan siempre detrás de las cortinas cuando toman fotografías de los practicantes y no les prestamos mucha atención. El Sr. Wang preguntó con los ojos muy abiertos: “¿Nunca ha tenido miedo?" Respondí: “Son ellos quienes tienen miedo de nosotros, nosotros nunca hemos tenido miedo de ellos.” El Sr. Wang levantó el pulgar y dijo muy alegre: "tienen miedo de Falun Gong, ni siquiera se atreven a aceptar una carta de los practicantes.” Después preguntó de nuevo: "¿Usted tenía una bandera durante el desfile?" Dije: “Sí, tenía una bandera que decía: "El principio celestial es muy claro. El mal no puede escaparse a su castigo ¡Lleven a Jiang a la justicia mundialmente! Después de haber oído esto, el Sr.Wang, muy excitado, agitó su puño en el aire y dijo: "¡Aunque no practico Falun Gong, quiero unirme a sus actividades si tengo la oportunidad!” Le observé asombrado. Prosiguió: "¡quiero defender Falun Gong contra la injusticia!" ¿Por qué el Gobierno trata el Falun Gong de esta forma? Son tan pacíficos, amables y nunca usan la violencia." Al observar la noble cara del Sr. Wang, sonreí de todo corazón.

También le conté la historia de algo que había pasado en la embajada china ese día. Un caballero británico se acercó a mi cuando estaba delante de nuestros paneles de exposición y me dijo que trabajaba en el barrio. Dijo que había estado muy afectado de vernos apelar cada día enfrente de la embajada. Hace más de un año que estamos allí las 24 horas del día. Él mismo entró en la embajada para preguntarles porque no autorizaban a los practicantes de Falun Gong hacer los ejercicios y apelar directamente enfrente de la embajada, en vez de mandarlos sentarse al otro lado de la calle. Los funcionarios le dieron la excusa que la acera de la embajada era demasiado estrecha. El caballero inmediatamente vino decir a los practicantes de Dafa que la embajada tenía miedo de Falun Gong y que lo que decían era pueril y absurdo. Después de haber oído la historia, el Sr. Wang aprobó: "¡Exactamente, ellos no son racionales, son completamente irracionales!"

Cuatro años de brutal persecución no han eliminado el Falun Gong. Al contrario, esto ha hecho que cada vez más gente y en más países se conozca. El mundo entero sabe que el gobierno chino miente y se ha dado cuenta de la naturaleza brutal de Jiang y de su régimen. Las buenas personas saben la diferencia entre el bien y el mal. Estoy feliz por estas personas que tomaron partido por la justicia y la bondad, y se oponen a los crímenes contra la humanidad del régimen de Jiang.