Sin gastar ni un céntimo, todas mis enfermedades desaparecieron después comenzar a practicar Falun Dafa.
Soy una practicante de Falun Dafa de Shijiazhuang. Antes de comenzar la práctica de Falun Dafa sufría de cansancio crónico y de dolores graves en las piernas y no podía andar como es debido. Tenía también dolores de cabeza, aturdimientos, sensación de quemazón en mis órganos internos y mi lengua parecía estar dentro del estómago de un cerdo. Incluso no podía ocuparme de los ligeros quehaceres domésticos. Solo el sufrimiento mental, asociado con el sufrimiento físico me condujo al borde del suicidio. No obstante, pensé que era joven todavía y que mi hijo estaba en el colegio y que necesitaba mis cuidados. Para evitar infligir sufrimiento a mi marido y por el bienestar de mi hijo, debía tener en cuenta estas cosas y continuar viviendo.
Consulté a numerosos médicos y tomé numerosas medicinas en estos últimos años. A pesar de los costosos gastos de estas medicinas, ninguna de ellas me ayudó.
Un día encontré un ejemplar de un documento de clarificación de la verdad de Falun Dafa delante de mi puerta. Después de leerlo, comencé a comprender la verdad, lo que no era cierto del pasado y sentí una comodidad mental y física. Algunos días más tarde, un miembro de mi familia me recomendó que practicara Falun Gong y acepté.
Animados por el mismo miembro de mi familia, algunos practicantes de Dafa vinieron a mi casa un día para clarificarme la verdad y enseñarme los ejercicios de Dafa. Me sentía muy bien después de hablarme durante cierto tiempo. Cuanto más me hablaban, mejor me sentía. He tenido también buenas noches de sueño en un momento en el que normalmente no dormía muy bien. Comencé a practicar Dafa en ese momento. Compré el libro Zhuan Falun, un casette del Maestro enseñando el Fa y un vídeo de enseñanza de los ejercicios de Dafa y comencé mi cultivación.
Un día, sentí oleadas de calor viajar a lo largo de mis piernas hasta mis pies y tenía la impresión de que mi pecho se abría bajo el empuje de una fuerza poderosa, eran como llamaradas saliendo de mi pecho. Desde ese día, mi dolor de piernas desapareció, puedo andar por fin como es debido y la sensación de quemazón en mis órganos internos desapareció. Algunos meses más tarde, mientras trabajaba en un campo de maíz, durante un mediodía, tuve la sensación de que unas llamaradas salían de mi cráneo y que una bola de fuego del tamaño de un huevo pareció separarse de mi cráneo. Desde aquel día, mi cabeza se volvió muy clara y lúcida, sin los dolores de cabeza y aturdimientos y mi lengua se volvió normal también.
No obstante, también viví tribulaciones en aquella época. Un día hacia finales de julio, mi hijo y yo fuimos a trabajar al campo. En el camino de regreso hacia la casa, repentinamente me sentí aturdida. Mis piernas estaban débiles y difícilmente podía andar, casi me hundí. Mi hijo ya se había ido. Utilizando toda mi fuerza, conseguí llegar a mi casa. En ese momento en mi espíritu, vi varias serpientes que se arrastraban alrededor de mí. Quedé asustada de muerte. No sabía cómo enviar pensamientos rectos en aquel momento, así que comencé a recitar «Verdad, Benevolencia, Tolerancia», como me enseñó un miembro de mi familia. De repente, las serpientes desaparecieron y las palabras «Verdad, Benevolencia, Tolerancia son buenas» quedaron expuestas delante de mí. Mi cuerpo también comenzó a sentirse bien.
Aunque practico Dafa solamente desde hace poco tiempo, puedo sentir el entusiasmo del Maestro intentando salvarnos con compasión. ¡El Maestro es realmente benévolo y magnífico! Cultivaré diligentemente y avanzaré inmutablemente.
Versión en chino disponible en:
http://minghui.ca/mh/articles/2006/1/19/118981.html
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