Pensaba que las "Feitian" (hadas celestiales) existían solamente en otras dimensiones y que nadie podía verlas excepto los iniciados. Con todo, una vez, repentinamente vi una delante de mis ojos durante la noche. Desde entonces, aparece a menudo.
Era la primavera de 1997, un domingo por la mañana, poco tiempo después de haber obtenido la Ley. Paró de llover y el cielo era azul, claro y espléndido. Después de practicar los ejercicios, sentía todo mi cuerpo ligero y distendido. Pasé por el campo de deportes y decidí caminar por los alrededores y tomar el sol.
Mientras caminaba, seguía pensando en la cultivación y en la práctica. Había tenido la oportunidad de obtener Dafa en esta vida. Tuve efectivamente una oportunidad que sólo llega una vez en miles de años. Agradezco la compasión del Maestro por haber preparado el camino del Cielo para nosotros. Así reflexionando, las lágrimas caían sobre mis mejillas mientras observaba el cielo.
Repentinamente, alguna cosa pequeña y transparente apareció ante mis ojos. ¡Oh, que bonito era! Tenía un cinturón plateado y apareció de pie sobre una rueda. El hada de cristal límpida bailó. A veces aumentaba o disminuía su tamaño, subía o bajaba, a derecha y a izquierda, aparecía, desaparecía y cambiaba continuamente de postura. "¡Feitian! ¡Feitian!" pensé. Era la primera vez que veía una verdadera deidad. Su aparición me sorprendió y conmovió. Es nuestro Maestro que abrió mi ojo celestial.
Desde entonces, la veo a menudo. Esta adorable hada cambia constantemente. A veces, es pequeña como un grano de mijo y a veces tiene una o dos pulgadas de altura. Hasta cuatro pulgadas cuando su tamaño es el mayor. Puedo ver claramente su cabello pero no sus ojos. Su cuerpo es elástico. Puede doblarse 180º y tocar con los talones su cabeza. Su color también cambia. Normalmente tiene el aire de un cristal transparente. A veces cambia por un color lechoso y se convierte en un poco amarillento. Nunca me ha hablado, pero baila suavemente delante de mis ojos. Cuando paso bien una prueba con diligencia, la veo más claramente. Otras veces es vaga y borrosa.
Una vez, tuve que viajar a una zona rural. Iba en coche y podía verla bailar en el exterior delante del parabrisas. Cuando el coche aceleraba, volaba más rápidamente, cuando frenaba, ella también retrasaba su vuelo. Parecía sincronizarse con el coche. Era espléndido. Ahora mismo está aquí mientras escribo este artículo.
Durante estos días de cultivación, esta deidad me acompaña siempre, poco importa lo que haga, caminando, en coche, comiendo, leyendo, escribiendo o haciendo los ejercicios de Falun Gong. Vuela siempre delante de mis ojos. Cuando quiero verla, la veo, cuando estoy en una situación difícil o en una tribulación, me siento seguro cuando la veo. Siento la presencia de las otras dimensiones, la presencia de la divinidad y los budas, y el milagro de Falun Dafa.
* * *
Se autoriza la impresión y circulación de todos los artículos publicados en Clearharmony y su contenido, pero por favor cite la fuente.