Sólo es cosa de tiempo para que las buenas acciones estén recompensadas y las malas acciones reciban su retribución

Numerosos son los que creen que el bien será recompensado por el bien. Algunos creen que acumulan virtud si realizan buenas acciones, y que serán recompensados en el futuro. Algunos se sienten simplemente bien haciendo buenas cosas y creen que es lo que deben hacer.

La gente que comete malas acciones no cree en la retribución, naturalmente. Sin embargo, son a menudo muy nerviosos y violentos cuando hacen cosas malas.

Todo lo que ustedes hacen se registrará en el diario de su vida, el bien como el mal. Las buenas personas y las malas personas tienen distintos campos de energía. La gente que tiene capacidades supranormales es capaz de ver los colores que rodean un cuerpo humano, el aura. La gente que tiene la capacidad supranormal de precognición y retrocognición puede claramente ver todo lo que una persona hizo durante su vida. La razón es simple. Cintas magnéticas registran la información gracias a partículas magnéticas. La información registrada puede ser consultada por amplificación. De la misma manera, cada partícula en el universo puede ser utilizada como portadora de información. Las partículas, incluidas las ultramicroscópicas, registran todo lo que pasó o pasa en el universo. El cuerpo humano es un perfecto instrumento biológico, y la gente con capacidades supranormales puede percibir la historia de la vida de una persona a partir del universo, un gigantesco sistema olográfico.

La única vida de un ser humano es corta en comparación con la duración de vida de un ser cósmico. Si uno hace algo mal, él o ella recibirá la retribución kármica de acuerdo con los principios del universo. El único aspecto dudoso es si la retribución llegará pronto o tarde. Es lo que declaraba el antiguo proverbio: "El bien será recompensado por el bien, el mal sera retribuido por el mal. Sólo es cosa de tiempo."

La retribución inmediata llega también. A principios de los años noventa, un colega de trabajo, el director de la fábrica y yo acompañamos a dos clientes a visitar el Templo Yongquan a Gushan, ciudad de Fuzhou. Numerosos budistas se arrodillaban y rezaban. Al director de la fábrica, que es ateo, no le gustó ver eso. Dijo algo irrespetuoso a la estatua de Buda dentro del Templo. Sus mandíbulas se dislocaron inmediatamente al salir del templo y gritaba de dolor teniéndose la mandíbula en los manos. Es un ejemplo de retribución inmediata. El karma que había generado justo antes le dio una lección. Fue también una oportunidad para él de despertarse [a algunos principios del universo]. Desde entonces este director de fábrica respeta a los dioses. Aunque no entiende de lo que se trata verdaderamente, comenzó a dudar de su creencia ardiente al materialismo.