Hay un proverbio que dice: Las palabras amables ofrecidas a los demás reconfortan como las prendas de vestir, mientras que las palabras hirientes causan más dolor que los sables.
En Internet se propaga un relato de una profunda raíz moral.
Esta es la historia de un muchacho que tenía muy mal carácter, por cualquier cosa explotaba en furia. Un día su padre le dio una bolsa de clavos y le dijo que cada vez que perdiera la paciencia, debería clavar un clavo detrás de la puerta de su habitación. El primer día, el muchacho clavó 37 clavos. Las semanas que siguieron, a medida que él aprendía a controlar su genio, clavaba cada vez menos clavos. Pronto descubrió que era más fácil y práctico controlar su genio que clavar tantos clavos en la puerta. Tiempo después pudo por primera vez controlar su carácter durante todo el día, y decidió feliz, contar este logro a su padre. Después de hablar con él, éste le sugirió que arrancara un clavo cada día que lograra controlar su carácter.
Los días pasaron y el joven pudo finalmente anunciar a su padre que no quedaban clavos para retirar de la puerta.
Su padre lo tomo de la mano, lo llevó hasta la puerta y le dijo: "Has trabajado duro, hijo mío, pero mira todos esos agujeros en la puerta, nunca más será la misma. Cada vez que tú pierdes la paciencia, dejas cicatrices exactamente como las que aquí ves; puedes insultar a alguien y retirar lo dicho, pero el modo como se lo digas le afectará y la cicatriz perdurará para siempre. Una ofensa verbal es tan dañina como una ofensa física. Los amigos son joyas preciosas. Nos hacen reír y nos animan a seguir adelante. Nos escuchan con atención y siempre están prestos a abrirnos su corazón. Tenlo siempre presente"
Reflexionen atentamente; los resentimientos y peleas son iniciados por palabras que hieren. Conflictos sin importancia pueden acabar en desastre a partir de una sola mala palabra. A parte de la enemistad y la herida, ¿qué pueden pues traer las palabras que hieren?
Aconsejo a cada uno mostrar más compasión y utilizar más palabras amables. Es solamente de esta manera que podemos asimilarnos a los principios del universo "Verdad-Benevolencia-Tolerancia". El Maestro Li, fundador de Falun Dafa, nos dijo una vez:
¡"En el curso del trabajo y en la manera de hablar, el corazón bondadoso añadido a la razón pueden cambiar el corazón de la gente, sin embargo nunca lo conseguirás con una orden!" ("Lucidez", Escrituras esenciales para mayor avance. Traducción no oficial)
* * *
Se autoriza la impresión y circulación de todos los artículos publicados en Clearharmony y su contenido, pero por favor cite la fuente.