Un día después de volver a mi habitación, critiqué indignado a otro practicante por no haber sido compasivo con otros. Una compañera practicante que estaba ocupada preparando materiales para clarificar la verdad dejó los CD’s que llevaba en su mano y se sentó por el otro lado de la cama, para escuchar mis quejas. Inadvertidamente, giré mi cabeza y la miré. La vi mirándome, amable y serenamente. No me criticó ni me hizo quedar mal frente a otros por mis fallas.
En ese preciso momento sentí la compasión de una cultivadora de Dafa genuina, pacífica, sin intenciones, más allá del reino de las emociones humanas y sin ser conmovida por los apegos de la gente común. Me hizo ver que las quejas y acusaciones están en contra de los principios de Dafa y que por lo tanto, no es correcto, y fui capaz de entender y ver dónde me quedo corto en la cultivación. Dejé de quejarme y me sentí tan conmovido que rompí a llorar.
En el pasado, varios practicantes y yo habíamos emprendido el trabajo de clarificar la verdad y persuadir a la gente a que renuncie al Partido Comunista y a sus organizaciones como parte de nuestra cultivación, una mentalidad derivada de nuestro entendimiento incorrecto de Dafa. Además, nos consideramos nosotros mismos como practicantes por haber obtenido y entendido en cierto grado, los principios del Fa. De este modo empezamos a pensar que podíamos ver las cosas desde la perspectiva del Fa. Pensamos que señalar a otros sus errores era ser buenos hacia otros, pero fallamos en mirar primero dentro de nosotros mismos cuando encontrábamos problemas. Nuestra falta de una sólida cultivación nos previno de poder trabajar juntos armoniosamente. Al encontrarnos con problemas, siempre buscábamos externamente e intentábamos encontrar las fallas en los otros. Incluso si alguno buscaba las brechas existentes en el propio xinxing, todavía enfatizaba: “aunque yo esté equivocado, él tampoco está en lo correcto”. Durante ese tiempo las brechas surgieron continuamente y nos separaron. Un día nos enteramos que algunos agentes de la policía planeaban investigarnos, y fue en ese momento que finalmente empezamos a coordinar mejor y a usar pensamientos rectos para arruinar su plan. Desde entonces, hemos mejorado gradualmente como cultivadores.
Nuestra actitud hacia otros en realidad refleja nuestro propio reino de xinxing y no indica si otros tienen problemas. Si realmente nos hemos fundido en el Fa, ciertamente seremos capaces de tratar a otros con compasión.
Después de mirar el video de Falun Dafa, Enseñando el Fa a los practicantes de Australia, estoy determinado a convertirme en un genuino practicante de Dafa que cultiva sólidamente su mente y corazón. Buscaré dentro de mí al encontrarme con problemas y trataré a los compañeros practicantes y seres conscientes con compasión.
Versión en inglés disponible en http://www.clearwisdom.net/emh/articles/2007/11/3/91060.html
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