Según el libro de Shang, un año después de que la Dinastía Zhou fuera conquistada por la Dinastía Shang, el Emperador Wuwang enfermó. Zhougong colocó un altar y rogó a los tres antiguos emperadores de la dinastía Zhou (Taiwang, Wangji y Wenwang). Puso su propia vida en garantía: "Vuestro nieto está muy enfermo. Soy capaz de reemplazar a Wuwang para servir a fantasmas y dioses (significa que estoy dispuesto a morir si Wuwang vive). Soy obediente y capaz. Pacto mejor que Wuwang para servir a fantasmas y dioses. Wuwang cumple actualmente el nombramiento del cielo y reinado en el mundo. La gente vive en la estabilidad y venera a los dioses. Por favor dejad a Wuwang continuar sus funciones. Ruego que examinen esta demanda y decidan". Hecha su oración, Zhougong contrató a un adivino que le hizo un buen presagio. El historiador oficial transcribió las palabras de la oración de Zhougong y las colocó en un cofrecito metálico que puso a un lado. Al día siguiente, Wuwang estaba mejor.
Más tarde, después de la muerte de Wuwang, Chengwang se convirtió en Emperador y Zhougong sirvió como regente. El tío de Chenwang, Guan y sus hermanos, propagaron rumores que calumniaban a Zhougong. Se aliaron con los seguidores de la Dinastía Shang para rebelarse contra Zhou. Zhougong fue al este a pelear contra ellos durante dos años y finalmente dominó la rebelión.
Sin embargo, Chengwang había escuchado los rumores de Guan y se volvió suspicaz hacia Zhougong. Durante el otoño, cuando Zhougong dominó la rebelión, las cosechas abundaban y estaban dispuestas para ser cosechadas. Repentinamente aparecieron rayos, truenos y ráfagas de viento. Los árboles fueron desarraigados y las cosechas echadas a perder. La gente estaba asustada y Chengwang y sus ministros se vistieron de gala, abrieron el cofrecito metálico y leyeron la oración pronunciada por Zhougong varios años atrás. Luego, consultaron a varios testigos de este incidente y todos dijeron: "Es verdad, Zhougong no quería que nos rindiéramos ante este incidente público".
Chengwang comprendió que el trueno, el rayo y el viento eran unos signos de la cólera de las divinidades contra él e indicaban también los méritos y las virtudes de Zhougong. Al mismo tiempo, esos augurios le persuadían a corregir sus errores. Por consiguiente, regresando del este, Chengwang fue al campo para saludar a Zhougong en persona; llovía siempre pero el viento cambió de repente de dirección, poniendo en pie de nuevo las cosechas.
Los antiguos creían de verdad que "había divinidades de tres pies (cinco centímetros) por encima de la cabeza", creían que las divinidades conocen cada pensamiento del hombre. Creían también que las divinidades ayudaban solamente a los que tienen virtud. En otras palabras, el cielo es el juez más desinteresado y más justo. Todo el bien y el mal en el mundo humano, cada pensamiento que una persona tiene y cada idea que cruza su espíritu son vistos por una multitud de dioses. Por lo tanto, a la aparición de todo fenómeno extraño, los antiguos emperadores y santos se examinaban para ver si no estaba alineada una parte de su conducta con los principios celestiales. Si encontraban algo inadecuado, corregían inmediatamente sus errores. Nadie se atrevía a mentir al cielo. Una vez Confucio cayó muy enfermo. Su alumno Zilu, presente junto a otros alumnos, quiso elevar el estatus social de Confucio organizando un comité funerario que no se ajustaba a la ley y los principios que regulaban a los ritos funerarios (basado en el estatuto social de Confucio, el comité funerario no debía ser establecido hasta después de su muerte). Más tarde, Confucio mejoró. Después de conocer los hechos, montó en cólera. Dijo: "Estuve mucho tiempo enfermo. Lo que hizo Zilu es un fraude. No es oportuno un comité funerario en vida, pero el organizó uno. ¿A quién engañé? ¿No engañé al cielo?" ¡Eso demuestra cómo Confucio veneraba a los Dioses! La honradez de Zhougong de la Dinastía Zhou podía ser vista por el cielo, pero Chengwang sentía celos hacia él. Por lo tanto, el cielo utilizó el trueno, el rayo y el viento para informar a Chengwang. Después de que Chengwang corrigiera su error, el cielo le premió invirtiendo la dirección del viento. La gente dice a menudo: "El cielo tiene ojos”. Es una verdad absoluta.
Traducido de: http://www.pureinsight.org/pi/index.php?news=5429
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