La antigua sociedad china consideraba que la búsqueda de la comodidad estaba en detrimento del hombre como un vino envenenado. Tomar demasiado placer y perseguir la comodidad era despreciado por la gente, que lo consideraba como la violación de un tabú.
Una expresión china dice: "La gente vive con pena y peligro, pero mueren con comodidad". Aunque la comodidad en sí no conduzca a la muerte, podría aumentar la pereza y hacer al hombre debilitar su voluntad. Confucio decía: "No es bueno no hacer nada después de una gran comida. ¿No podemos por lo menos jugar al ajedrez? Incluso jugar al ajedrez es preferible a la pereza".
Y Mencius tenía algo que decir también al respecto: "Cuando la gente goza de buen alimento, ropas calientes y vive una vida confortable, no tiene educación ni cultura, parecen animales. Es una preocupación para el santo enviado para instruir a la gente sobre las maneras de la etiqueta y la moralidad".
La gente en la antigua China creía, de hecho, que la comodidad perjudicaba al hombre. Vivir una vida confortable sin educación, inconsciente sin búsquedas culturales, puede hacer deslizar a la gente sobre el mal camino y hacerles cometer actos que no pueden ser distinguidos de los animales.
Liu Bei, uno de los dirigentes durante época de los Tres Reinos, suspiró un día con lágrimas en los ojos: "En el pasado siempre iba sentado en la grupa de un caballo y no tenía carne en las piernas. Ahora que no puedo montar más a caballo, la carne volvió. El tiempo fluye como agua. Soy viejo, pero no cumplí nada. Sólo puedo afligirme".
Tao Kang, funcionario durante la Dinastía Jin, trasladaba 100 recipientes de cerámica por la mañana y los devolvía por la tarde. Algunos curiosos le preguntaron porqué motivo actuaba así. Su respuesta fue: "Trato de hacer lo mejor para la nación. Si llevo una vida demasiado confortable, temo no poder cumplir bien mis responsabilidades; es por eso que trabajo así". Finalmente, se convirtió en el gobernador de ocho estados y gozó de una gran fama.
Los antiguos decían: "El agua corriente no estropea y los cerrojos y los goznes de la puerta quedan intactos, inutilizados".
Los antiguos sabían que el hombre sólo vivía algunos años. Si languidecían en la comodidad, se volvían perezosos, faltos de metas y pasivos; entonces se teme a las dificultades y su determinación se transforma en debilidad. Cuando llega la adversidad, se es incapaz de hacer sacrificios y por consiguiente no ganan nada. Implicarse demasiado en la persecución de la comodidad puede traer dificultades; los que tienen éxito habitualmente son fuertes, diligentes y determinados.
Versión en inglés disponible en: http://www.theepochtimes.com/n2/china/ancient-china-taboo-comfort-7678.html
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