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Durante los finales de dinastía Sui (581-618 dC), había un erudito que vivía en la ciudad de Taiyuan, de la provincia de Shanxi. Era muy pobre y se ganaba la vida enseñando a los niños y tenía una gran familia para mantener.
Su casa estaba muy cerca de un depósito oficial. Un día, se metió a escondidas en el almacén y descubrió decenas de miles de cadenas de monedas. [Nota del editor: las monedas chinas tenían agujeros y se enroscaban en cadenas para transportar.] Él no podía resistir de llevarse unas cuantas. En ese preciso momento, un hombre que sostenía una lanza y vestido con armadura de oro apareció delante de él. El hombre dijo: "Sí quieres llevar ese dinero, debes obtener una nota de Señor Weichi. Estos dineros que ves aquí, les pertenecen a Weichi Jingde".
Entonces, el sabio buscó por todas partes a Weichi Jingde, pero pasó mucho tiempo y no podía encontrar alguien como él.
Un día, fue a un taller de herreros y se enteró que uno de los herreros se llamaba Weichi Jingde. Entró en el taller y vio, Weichi con su pelo desordenado forjando hierro.
El sabio esperó a Weichi hasta que se paro a tomar un descanso. Luego se acercó a saludarle con mucho respeto. Weichi se sorprendió y le preguntó: "¿Por qué, un sabio como tu, viene a verme?" El sabio respondió: "Mi familia es pobre mientras que usted es un hombre rico. Me gustaría pedirle 500 cadenas de monedas. ¿Por favor, podría usted concederme esa petición? "Weichi estaba indignado, diciéndole: "Soy un herrero. ¿Cómo, podría ser un rico? ¿Me estas insultando?" El estudioso dijo entonces, "Por favor, ten compasión conmigo. Sólo tiene que escribir una nota y dármela. Sabrá, que pasara en el futuro. "Weichi pensó que no tenía nada que perder, así que pidió al erudito que escriba la nota, él mismo. El sabio escribió en un pedazo de papel: "Doy a [y escribió su propio nombre] 500 cadenas de monedas. "Luego, puso la fecha, y Weichi aprobó/endorsó la nota firmándola.
El sabio le dio las gracias y se fue con la nota. Weichi y sus aprendices no pudieron evitar de reírse. Pensaban que el sabio era simplemente absurdo.
El sabio volvió al depósito. Otra vez encontró el hombre con la armadura de oro y le presentó la nota. El hombre de la armadura leyó la nota y sonrió. "Es correcto", dijo y le pidió que cuelgue la nota sobre la viga del techo. Él permitió al erudito a llevarse 500 cadenas de monedas y se aseguró que eran exactamente 500.
Varios años después, Weichi Jingde se convirtió en un general de Li Shiming, el emperador Taizong de la Dinastía Tang, y obtuvo grandes méritos. Cuando se retiró y regresó a su ciudad natal, el emperador Taizong le otorgó un depósito entero de bienes.
Los subordinados de Weichi abrieron el depósito y contrarrestaron los bienes/activos según/con el libro de contabilidad. Se dieron cuenta que 500 cuerdas de monedas habían desaparecido. Cuando estaban a punto de castigar al encargado del depósito, de repente vieron la nota colgada en la viga del techo. Informaron a Weichi, que estuvo en estado de choque varios días después de leer la nota. Envió a su gente a buscar el sabio.
Después de encontrarle, el sabio explicó a Weichi con muchos detalles lo que había experimentado dentro del depósito aquellos años atrás. Weichi, recompensó el sabio generosamente y compartió sus bienes del depósito con sus viejos amigos.
Esta historia nos cuenta, que el cielo determina la fortuna y la riqueza, y ni siquiera un pequeño error esta permitido en los cálculos.
Fuente: Anécdota de la dinastía Tang, capítulo de Weichi Jingde
Versión en chino disponible en: http://minghui.org/mh/articles/2010/5/16/223764.html
Versión en inglés disponible en: http://www.clearwisdom.net/html/articles/2010/6/2/117573.html
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