Debemos ser resueltos

Originalmente publicado en Minghui.ca ( http://minghui.ca/mh/articles/2006/6/29/131648.html)

En tiempos remotos, había un hombre de nombre Qiu. Era el jugador más hábil de "Go" de su región. Porque se destacaba en el juego de "Go" la gente lo habían apodado "Go Yi Qiu". Porque Go Yi Qiu tenía un estatuto muy alto entre los jugadores de Go y una gran influencia entre el público, alguien tuvo un día la idea de arruinar su reputación.

Un día, mientras Yi Qiu estaba jugando, hicieron que alguien tocara un Sheng (un instrumento musical con trece cañas) al lado de él. Yi Qiu quedó tan distraído por la música melodiosa que perdió la partida. Algunos días más tarde, mientras Yi Qiu estaba jugando, encontraron a otra persona para plantearle continuamente preguntas inútiles de los principios del juego de Go. Yi Qiu estaba agotado. Perdió de nuevo. En consecuencia, la gente comenzó a propagar rumores, y decía que el talento de Yi Qiu era mediocre y que era un charlatán. Estos rumores le causaron una pena inmensa y una gran aprensión a Yi Qiu.

Un hombre sabio, enterándose de la situación, se presentó para defender a Yi Qiu. Pensaba que la caída reciente de capacidad de Yi Qiu no indicaba la mediocridad de su capacidad. Contó la historia de un hombre que fue una vez el matemático más grande del mundo. Un día trabajando en una cuestión matemática, un gran ganso bravo voló por encima de su cabeza, emitiendo un ruido sonoro, lo que lo hizo incapaz de resolver una ecuación simple. Pero esto no significaba que era débil en matemática, falló simplemente debido a la distracción aportada por el ave. Lo mismo, las pérdidas recientes de Yi Qiu a favor de sus adversarios no fueron debidas a sus capacidades, sino a interferencias exteriores. Sus espíritus fueron distraídos por los factores exteriores. En consecuencia fueron incapaces de poder concentrarse en las matemáticas o el juego de "Go".

Los pequeños peces " Gi " que viven en la oscuridad, no tienen ojos, sino tienen un oído muy desarrollado. Es porque deben concentrarse sobre su oído. Si se lo analiza atentamente, se trata siempre de ser constante. Con el fin de hacer bien algo, debemos ser diligentes permaneciendo constante y sinceramente centrado sobre nuestra concentración. No podemos tener éxito si tenemos el espíritu ausente, sin implicación y sin concentración. En cuanto a los que simplemente leen en voz alta sin centrar su espíritu sobre el estudio, hasta si oyen las palabras, no prestarán a eso atención. Sólo se engañan ellos mismos y a otro.

Después de haber escuchado el análisis del hombre sabio, la gente no se fió más de la capacidad de Yi Qiu. Y Yi Qiu siguió el consejo del hombre sabio "Permanecer constante." Y desde entonces Yi Qiu ganó cada partida y nadie que tuviera la intención de difamarlo lo pudo conseguir.