Yuan Liaofan era el autor de un libro muy conocido de proverbios chinos llamado Cuatro Declaraciones que aconsejaban tomar los asuntos mundanos ligeramente. Vivió entre 1533 y 1606, durante la Dinastía Ming. Cuando era joven, un adivinador consumado le predijo su vida con puntualidad, pero no obstante fue capaz de cambiar su destino en sus últimos años.
El padre de Yuan murió cuando éste era niño. Ya adolescente, su madre le pidió abandonar el estudio tradicional de los clásicos confucionistas a cambio del estudio de la medicina con el fin de que él mismo pudiera ganar dinero para subsistir y, al mismo tiempo, ofrecer ayuda a otros.
Un día fue al Templo Ciyun. Allí encontró a un hombre de edad que tenía la apariencia de una deidad Taoísta. El anciano le dijo: "Perteneces a la gente de los altos funcionarios. El año próximo, harás el exámen y entrarás en el Palacio de los letrados. ¿Por qué no abandonas tus estudios?"
El anciano se presentó bajo el nombre de Kong y como que era nativo de la provincia de Yunnan. Yuan invitó al anciano a su casa. Su madre dijo: "Este señor es experto en el arte de la adivinación. ¿Por qué no le pides que prediga tu destino? Veremos si las predicciones son exactas o no". El anciano fue capaz de decirle a Yuan su pasado con puntualidad, hasta en las pequeñas experiencias. Luego hizo unas predicciones para el futuro de Yuan, como el año en el cual haría el examen oficial y que puesto tendría; en qué año se haría un letrado Li (nota del traductor: un letrado Li es el que hace el examen inicial y comienza a recibir subsidio específico del gobierno); en qué año se haría un letrado Gong (nota del traductor: un letrado Gong es un letrado de buena calificación y es escogido para ir a la Academia imperial, la más alta academia en China antigua), y que después de que Yuan tenga éxito en la Academia imperial, se haría alcalde de una cierta provincia. Yua dejaría su empleo después de tres años y medio y regresaría a su ciudad natal; fallecería después de medianoche entre las 1 y 3 de la mañana del 14 de agosto, a la edad de 53 años. Una cosa entristecedora en la vida de Yuan, según la predicción del anciano era que Yuan no tendría hijos.
Yuan Liaofan anotó las palabras del Sr. Kong detalladamente. Luego él repitió su estudio de los clásicos de Confucio. En todos los exámenes que siguieron, sus notas estaban siempre de acuerdo con la predicción. Después de que se hiciera un erudito Lin, según la predicción del Sr. Kong, no sería escogido como erudito Gong hasta que no recibiera el 9 Dan y 5 Dou de arroz como subsidio del gobierno (nota del traductor: Dan y Dou son unas unidades chinas de medida. Diez Dou equivalen a un Dan.), no obstante, el jefe de la División de Educación, el Sr. M. Tu, aprobó que Yuan se hiciera un erudito de Gong cuando hubo recibido 71 Dan de arroz. Yuan comenzó a sospechar que las predicciones del Sr. Kong se volvían inexactas después de este punto.
Más tarde, otro supervisor (el Sr. Yang) le negó a Yuan la promoción de letrado Lin a letrado Gong. Es sólo después de haber recibido efectivamente 91 Dan y 5 Dou de arroz que Yuan se hizo un letrado de Gong. Desde entonces, Yuan creyó que tanto la vida y la fortuna de cada uno eran determinadas por el cielo, además el momento de cada fortuna y promoción también estaba predeterminada. Pues tomaba todas las cosas ligeramente, y no buscaba más esto o aquello.
Una vez escogido Yuan como letrado Gong, iría a la Academia imperial en la Capital de Nanjing para continuar sus estudios. Antes de ir a la academia, fue a la Montaña Qixia en los suburbios de Nanjing para visitar al monje Yun Gu, un monje budista altamente considerado.
Se encontraron y tuvieron una conversación en la cueva de meditación del monje. El monje Yun Gu quedó muy sorprendido y le dijo: "Desde que viniste aquí, no te he visto desarrollar ningún pensamiento de codicia. ¿Por qué esto?" Yuan Liaofan le respondió: "Toda mi vida exactamente ha sido predicha por el Sr. Kong. Cómo podré cambiar eso. Si tuviera un pensamiento de avaricia, tratando de buscar algo, sería en vano. Por consiguiente, mejor vale guardar un espíritu tranquilo y no pensar en nada. Es por eso que no tengo ningún pensamiento de avaricia".
El monje Yun Gu se rió y dijo: "Pensaba que eras una persona noble. Pero eres contra toda previsión sólo un mundano ordinario"
Yuan Liaofan le preguntó, "¿Y eso por qué?"
El monje Yun Gu respondió: "Sólo la gente ordinaria será restringida por las predicciones y una vida predeterminada. Una persona absolutamente buena no será restringida más por un destino arreglado. En el primer capítulo de I Ching, dice: 'Una familia que no deja de acumular gentileza y méritos tendrá más suerte que el arreglo que precede'. Por consiguiente, podemos cambiar su destino. Puedo controlar mi propio destino y crear mi propia posibilidad. Si hago daño, la posibilidad que tengo originalmente disminuye, si hago buenas acciones, conseguiré la posibilidad. En las escrituras Budistas, nosotros sabemos que una persona podía ser rica si lo desea, una persona puede tener hijos si lo quiere, una persona puede vivir mucho tiempo si tal es su deseo".
Estas palabras despertaron a Yuan Liaofan que había vivido años en la ilusión. Comenzó de nuevo para cambiar su vida. Desde entonces, prestaba una gran atención a su conducta. Hasta en lugares donde no había nadie, actuaba bien para no ofender al cielo y la tierra. Cuando encontraba a personas que no le gustaban y le causaban dolor, él, lo tomaba con calma y no trataba de reñirse con otros.
Un año después de su encuentro con el Monje Yun Gu, rindió el examen imperial. Según la predicción del Sr. Kong, debía quedar tercero en el examen; no obstante, cuando los resultados fueron publicados quedó el primero. El Sr. Kong no había dicho que Yuan se presentaría a otro examen más elevado y se haría candidato letrado para los funcionarios. Estas cosas no le pertenecían a él en su destino de vida predestinada.
Yuan Liaofan juró entonces hacer tres mil buenas acciones. Con más de diez años de esfuerzos, llevó a cabo los tres mil buenas acciones. Hasta tuvo un hijo más tarde. Le pidió a su esposa escribir las buenas acciones que había hecho. No sabiendo escribir, esta última trazaba un círculo rojo sobre el calendario cada vez que Yuan hacía una buena acción, por ejemplo cuando Yuan daba alimento a un pobre. A veces, había más de 10 círculos rojos en un solo día. Algunos años más tarde, finalmente consigue el examen imperial y se hizo Jinshi, el nivel más alto de los letrados. Fue nombrado Alcalde de cantón de Baodi. A este punto, ¡deseó hacer 10 mil buenas acciones!
En el cantón de Baodi, preparó una colección que llamó "Escritos sobre el control del corazón". Él mismo era muy estricto y trató de disciplinarse hasta con el fin de no desarrollar malos pensamientos. Cada mañana cuando hacía justicia en la sala del tribunal, les pedía a sus servidores llevar la lista a su oficina. Cada día, también registraba en el libro todas las buenas y las malas acciones que había hecho. Cuando la noche comenzaba a caer, instalaba la mesa en el patio de su casa, cambiaba de trajes, y encendía un incienso a las divinidades en el cielo. Hacía esto cada día.
A su esposa le inquietaba que sus funciones oficiales fueran demasiado numerosas y no tuviera bastante tiempo para cumplir con sus diez mil buenas acciones. Le dijo: "¡Ahora juraste hacer 10 mil buenas acciones pero apenas hay buenas acciones que hacer en la sala del tribunal, verdaderamente no sé si llegaremos al cabo de estas diez mil buenas acciones!".
Yuan tuvo un sueño después de que la pareja hubiera tenido esta conversación. En su sueño encontró una divinidad y le dijo que posiblemente no tendría tiempo de cumplir diez mil buenas acciones explicándole la razón. La divinidad respondió "En el momento de tu mandato de alcalde, redujiste los impuestos, y las tasas sobre las cosechas para los ciudadanos. Lograste tu fin de diez mil buenas acciones".
De hecho, Yuan encontraba que las tasas para los granjeros de cantón de Baodi eran demasiado pesadas y las redujo por lo menos el 50%. Pues había hecho una buena acción para todos los granjeros de cantón.
Yuan continuó pues haciendo buenas acciones durante el resto de su vida. El Sr. Kong había predicho que fallecería a la edad de 53 años pero llegó con vida y en buena salud hasta la edad de 69 años. Dio cuenta de su experiencia de haber cambiado su destino en el libro Cuatro Declaraciones en le que aconsejaba tomar los asuntos mundanos ligeramente y le transmitió el libro a su hijo y a las generaciones posteriores.
La historia de Yuan da para pensar. En la cultura china tradicional, el tema clave de numerosas historia es "la bondad será recompensada por la bondad y el mal retribuido por el mal". La experiencia personal de Yuan que hizo el esfuerzo por realizarse, es sólo un ejemplo.
Yuan Lioafan siguió el consejo del Monje Yun Gu, respetó y veneró el cielo y los dioses, corrigiendo sus errores y buscando la bondad. Podemos decir que fue un practicante. El Maestro Li Hongzhi indica en Zhaun Falun
"Aún hay un método que puede cambiar la vida entera del hombre, y éste es el único método: es que esta persona, de ahora en adelante, tome un camino de cultivación-refinamiento"
("Lección segunda").
Versión en chino disponible en: http://minghui.org/mh/articles/2010/5/25/224226.html
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