Practicantes de Falun Gong Chino-franco alemanes coordinan sus esfuerzos para hacer firmar una petición que condena la sustracción forzada de órganos

Después de una primera experiencia de coordinación exitosa en Colmar, los practicantes de Falun Gong franceses de Colmar, se desplazaron el 3 de noviembre a tierra germánica, en Fribourg en Brisgau, para ayudar a sus homólogos alemanes en la recogida de firmas para una petición para las Naciones Unidas. Petición solicitando la investigación de la extracción forzada de órganos a presos de conciencia vivos en China, la mayoría de Falun Gong. Más de 16 páginas de peticiones quedaron cubiertas en el espacio de una tarde en una calle de gran actividad.

Stand de Falun Dafa

Práctica de los ejercicios

Además de banderas y una mesa de información, los practicantes hacían por turno los ejercicios de Falun Gong, por grupo de 3 o 4, al sonido de la hermosa música china. La atención de la gente en el tranvía, de los transeúntes y de los turistas o los habitantes que hacían sus compras fue atraída por la escena. Algunos se paraban para informarse de los hechos oralmente, otros que sólo pasaban tendían la mano para recibir el folleto de información.


Después de recibir un volante, un joven assistante universitario se apartó un poco para leer la petición con atención. Se veía visiblemente conmocionado por lo que había leído, un practicante fue a preguntarle si necesitaba más explicaciones. ¡La respuesta fue "no me diga más sobre eso, firmo!".

Un señor de habla francesa al conocer la existencia de la sustracción de órganos a practicantes vivos con fines de lucro clamó: ¿todavía existe el tráfico de órganos en nuestra época? "Animado a leer la información que aparecía en un panel, el hombre dijo:" Yo iré, "entonces firmó la petición, cuestionando la existencia del Partido Comunista de China (PCCh) y de donde había venido.

Fotos de la exposición de la persecución

Una ucraniana hizo muchas preguntas, cada vez más interesada y se fue con un folleto informativo en idioma ruso que aceptó como un tesoro.

Una joven mujer china se acercó sorprendida a la mesa de información con muchas preguntas sobre el sentido de dicha actividad. Las explicaciones de practicantes de diferentes nacionalidades la convencieron de la verdad de los hechos y firmó la petición.