Aunque fue tratado injustamente, nunca olvidó su deber como primer ministro, por eso ha sido respetado por las siguientes generaciones
Xiao He, primer ministro en la dinastía Han (Ilustrado por Hsiao/La Gran Época) |
Liu Bang fue el primer emperador de la dinastía Han (206 - 220 a. C.) y el hecho de que fuera capaz de tomar el trono se le atribuye en gran medida a sus subordinados y Xiao He fue uno de los más destacados.
Xiao He (2601 - 93 a. C.) era bueno en la administración reglamentaria y empezó a trabajar para la dinastía Qin (221 - 206 a. C.) como oficial de bajo nivel. No obstante, manejó los asuntos delicados de manera clara y justa y de esta manera adquirió su promoción.
Xiao He conocía a Liu Bang desde joven porque eran de la misma ciudad natal, así que siempre lo ayudaba con mucha generosidad.
Al final de la dinastía Qin, muchos héroes se alzaron contra el régimen atroz y Liu Bang fue el primero en conquistar la capital. Al entrar en la ciudad, a diferencia de todos los demás contingentes de Liu, quienes estaban ocupados saqueando los tesoros y objetos de valor, Xiao He logró recopilar y preservar muchos documentos jurídicos, geográficos y censales. Más tarde, cuando Liu Bang luchó por el trono contra otros ejércitos, los documentos conservados por Xiao le resultaron muy valiosos por la información detallada sobre el despliegue de fortalezas, la población y las condiciones locales.
Además, Xiao también persuadió a personas de talento para que trabajaran para Liu Bang, uno de ellos fue Han Xin, quien tenía un talento militar muy singular. Al principio, Liu Bang no apreciaba a Han Xin y éste decidió irse. Cuando Xiao se dio cuenta que Han Xin se había ido, fue en su búsqueda y lo convenció para que regresara. Xiao sabía que Liu Bang no podría ganar las batallas sin la ayuda de Han Xin, entonces hizo todo lo posible para convencer a Liu Bang en la promoción de Han Xin a general. Con Han Xin como general, Liu Bang ganó muchas batallas y finalmente se convirtió en el emperador.
Liu Bang era, sin embargo, una persona desconfiada y celosa. Poco después de convertirse en emperador, lideró su ejército y sofocó una rebelión y al regresar a la capital nombró a Xiao He como primer ministro, la segunda posición más importante en la corte y le asignó quinientos soldados para protegerlo.
En ese tiempo, un invitado de Xiao He le advirtió de la personalidad de Liu Bang y en efecto Xiao dijo que sabía que los soldados habían sido enviados para vigilarlo. Bajo el consejo de su huésped, Xiao amablemente declinó las recompensas de Liu Bang y donó dinero a los militares a fin de mostrar su lealtad, pero su esfuerzo no funcionó porque a Liu Bang no le agradaba su popularidad entre la gente. Cuando Liu Bang dejó la capital para sofocar otra rebelión, envió soldados nuevamente para vigilar a Xiao.
Xiao no tuvo otro remedio que adoptar la sugerencia y destruir deliberadamente su propia reputación apoderándose de tierras del pueblo; sin embargo, la gente se alegró de que Xiao tuviera sus tierras. Al poco tiempo Liu Bang volvió a la capital y vio la situación; sus celos crecieron aún más. Xiao pidió abrir el jardín real y dejó que los pobres realicen sus cultivos allí, pero Liu Bang se negó airado porque no podía tolerar la popularidad de Xiao y lo acusó de robar y vender tierras nacionales y finalmente lo encarceló.
Un oficial del ejército desafió a Liu Bang, preguntándole qué delito había cometido Xiao He. Liu Bang dijo que Xiao se había puesto de acuerdo con algunos comerciantes codiciosos y trató de malversar tierras y recibir sobornos, en tanto, merecía cadena perpetua como un ministro corrupto. El militar dijo:"durante las rebeliones usted estaba fuera de la capital dirigiendo su ejército y el primer ministro se quedó en la capital para mantener las cosas en orden. Si hubiera querido tomarse el poder, tuvo muchas oportunidades, pero no lo hizo. Le ha demostrado su lealtad y no tenía motivos para preocuparse por sobornos. Todas esas acusaciones son completamente falsas". Liu Bang entendió que el militar tenía razón y tuvo que liberar a Xiao He con gran disgusto.
Xiao dedicó su vida a su nación y aunque fue tratado injustamente nunca olvidó su deber como primer ministro. Él ha sido respetado por las generaciones futuras.
Versión en inglés disponible en: http://www.theepochtimes.com/n3/51139-han-xin-one-of-the-three-heroes-of-the-early-han-dynasty/
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