El Sr. Shizhong Chen durante su disertación en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU. (La Gran Época) |
El pasado 19 de septiembre, durante el debate realizado en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU para tratar las situaciones que requieren seguimiento por parte de dicho órgano, se vivieron momentos de tensión cuando se trató el tema de la sustracción de órganos de practicantes de Falun Gong en China y los representantes del régimen chino intentaron impedirlo.
Durante la sesión, el Sr. Shizhong Chen, en representación de la ONG "Nonviolent Radical Party Transnational and Transparty", instó al Consejo a prestar atención a la persecución que durante 14 años ha realizado el régimen comunista chino contra la disciplina espiritual Falun Gong, "la cual ha costado un gran número de vidas".
"No solo ha sido una de las mayores crisis de derechos humanos en el mundo, sino que la sustracción sistemática de órganos de los practicantes de Falun Gong también constituye una gran ofensa contra la conciencia humana", dijo en su declaración.
"Varios Relatores Especiales de la ONU le han pedido repetidamente a China que explique su drástico incremento en la cantidad de trasplantes de órganos, que casualmente coincide con el periodo de su persecución contra Falun Gong", explicó Chen y añadió que los Relatores también han pedido repetidamente a China que explique cómo es que en sus hospitales siempre tienen disponibles órganos compatibles con los pacientes que necesitan un trasplante.
Chen agregó que "la incapacidad de China para responder a estas preguntas no sorprende a nadie. China puede proveer órganos compatibles en solo unas semanas mientras que los otros países, que siguen reglas éticas, saben que es prácticamente imposible alcanzar una disponibilidad inmediata de órganos tanto biológica como médicamente aptos".
Durante el transcurso de la sesión del debate, en varias ocasiones la delegación del régimen chino –apoyado por Rusia, Pakistán, Cuba, Venezuela y Bielorusia– trató de impedir la declaración de Chen, pidiendo además al secretario del Consejo que le negara el uso de la palabra al representante de la ONG.
En defensa del orador, EE. UU. dijo que su país "cree firmemente" que es fundamental para la sociedad civil que en ese Consejo se escuchen las voces de las ONG en medio "de una atmósfera de libre expresión".
Otros países como el Reino Unido, Suecia, Suiza, Francia e Italia apoyaron las palabras de la delegación estadounidense y, ante la insistente actitud de China por impedir que se tratara el tema de la sustracción de órganos, el secretario del Consejo autorizó con firmeza que Chen continuase con su declaración.
"Creemos", continuó entonces Chen, "que los funcionarios de derechos humanos deben dejar claro que la extracción de órganos sin el consentimiento libre del donante es un crimen que desafía lo más esencial del ser humano y debe haber una investigación exhaustiva al respecto", afirmó.
"También solicitamos a este Consejo de las Naciones Unidas que dirija su atención sobre el uso sistemático en practicantes de Falun Gong de sustancias químicas que dañan el sistema nervioso. Durante estos años se han reportado miles de estos casos", denunció Chen.
"Esto puede ser comparable al uso de armas químicas", aclaró.
"Pedimos además a los expertos independientes comprometidos con la democracia que investiguen esos cientos de centros de lavado de cerebro que han sido reportados y están siendo usados para perseguir violentamente a los practicantes de Falun Gong", concluyó Chen.
Al final del debate, la delegación del régimen chino dijo no haber encontrado indicio alguno de que lo declarado durante la sesión tuviese relación con los "temas de derechos humanos" ni que fuese "relevante para este órgano" creado por la Asamblea General de las Naciones para el fortalecimiento de la promoción y la protección de los derechos humanos en el mundo.
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