¡Saludos Maestro! ¡Saludos compañeros practicantes!
No tenía planeado escribir un artículo de intercambio de experiencias para esta conferencia del Fa debido a que todavía tengo muchos apegos humanos. Pero un compañero practicante me recordó que, independientemente de si nos hemos cultivado bien o no, el propósito de compartir una experiencia era una oportunidad para revisar nuestra cultivación y proporcionar un informe al Maestro.
Lo pensé, y decidí seguir su consejo. Aquí, me gustaría compartir algunas de mis experiencias en relación con la eliminación de mis apegos al mismo tiempo que asistía a los compañeros practicantes.
La Sra. A y la tecnología
Dedico bastante tiempo a la plataforma global RTC (rapid truth-clarification, rápida aclaración de la verdad en español), así que estoy relativamente familiarizado con las operaciones de la misma y cómo funcionan las cosas. Por lo tanto, cuando otros practicantes británicos quieren integrarse a la plataforma, me esfuerzo por ayudarlos a comenzar de manera que ellos también puedan aclarar la verdad a la gente en China.
Todos estos practicantes aspiran a cumplir un deseo puro y urgente: salvar a la mayor cantidad de seres conscientes lo más rápido posible. Al principio, algunos de ellos tenían temor de hacer llamadas telefónicas a China, pero ahora son veteranos expertos en esclarecer la verdad y persuadir a la gente a renunciar al PCCh (Partido Comunista Chino). Varios recién llegados también están progresando constantemente.
El ver a los compañeros practicantes mejorar constantemente me hace sentir realmente feliz por ellos. Pero cuando me examino al interior, me averguenzo a veces por el tono severo que uso hacia ellos o por mi falta de paciencia cuando les ayudo. Últimamente, estas nociones humanas se manifestaron claramente cuando me encontraba ayudando a una practicante mayor, la Sra. A.
Hasta hace poco, la señora A había estado persistentemente aclarando la verdad en el barrio chino. Sin embargo, tuvo que dejar de salir debido a que su condición física restringía su movilidad. Ahora que ella no podía participar en el estudio del Fa en grupo u otras actividades, tuve temor que ella no tendrá acceso a un ambiente de cultivación en grupo.
Decidí ayudarla a unirse a la plataforma global de RTC. De esta manera, sin tener que salir de su casa, ella podría hacer llamadas telefónicas para aclarar la verdad, así como estudiar el Fa y compartir experiencias con otros practicantes.
La Sra. A, deseosa de salvar a los seres conscientes, se entusiasmó mucho acerca de mi plan. Poco tiempo después, su hija le instaló el programa RTC en su computadora y me llamó varias veces para pedirme que le enseñara.
La Sra. A tenía a veces problemas para escuchar y me preocupé de que tal vez no sería capaz de oír lo suficientemente bien a través de los altavoces. Le sugerí que primero observara a otros practicantes como hacen llamadas en la plataforma antes de hacer llamadas por su cuenta.
Al principio, ella no sabía cómo silenciar el micrófono o cómo entrar en las salas de chat correctas, por lo que me tocaba dirigirla hacia la sala del chat correspondiente y tenía que vigilarla para que no se perdiera.
Antes de que ella entrara a una de las salas, yo enviaba siempre este mensaje a los practicantes que ya se encontraban allí: "La señora A es nueva y todavía está aprendiendo, por favor no le asignen nada todavía".
Más tarde fui a su casa para enseñarle personalmente cómo usar el programa, llevé una lista de cosas que había compilado para enseñarle. Pero después de empezar me preocupé menos de la lista de cosas y más de su problema de audición. Las cinco horas que estaba supuesto a enseñarle se convirtieron en cinco horas de gritos en su lugar.
Sin embargo, la señora A escuchó atentamente y tomó notas detalladas en la medida que le enseñaba cada cosa desde cómo abrir un archivo, cómo copiar y pegar pedazos de texto. Le enseñé estas cosas en su computadora y luego le pedía que lo hiciera paso por paso. Pero ella tenía un poco de problema para recordar lo que le había enseñado.
Me impaciente: "Sra. A, acabamos de repasarlo. ¿Cómo es posible que ya se le olvidó?"
Pero cada vez que me daba un arrebato, ella simplemente sonreía con amabilidad, no contestó ni una sola vez. Eso me hizo sentir culpable; después de todo, para la Sra. A, esto debió haber sido como tratar de beber agua de una manguera de bomberos.
Le estaba dando toda esta información en tan poco tiempo y muy rápidamente; era demasiado para ella y sin embargo yo era la que se enojaba con ella.
Ese día, instalé también una herramienta de acceso remoto en el equipo de la Sra. A, de manera que podría personalmente solucionar de lejos sus problemas cuando necesitaba ayuda. Decidí también moderar mi ritmo; esta vez empecé por registrar algunos números de teléfono en su computadora y le mostré todo el proceso paso a paso, una cosa por día.
Al igual que antes, primero le enseñaba a hacer algo y luego le pedía que lo repitiera. A veces ella se olvidaba y teníamos que empezar todo de nuevo. Pero al cabo de cuatro días, ella aprendió a copiar y pegar información. Dos semanas más tarde ella fue capaz de hacer por su cuenta las llamadas telefónicas.
Pero el proceso de formación no terminó allí. A veces la Sra. A se olvidaba de presionar la tecla del micrófono cuando quería hablar por lo que yo no podía oírla. Otras veces desaparecía del chat y no había manera de encontrarla.
Más de una vez me encontré gritando desesperadamente en el micrófono: "Sra. A ¿puede oírme? ¡recuerde que tiene que pulsar el botón para hablar!" Pero a menudo encontraba solo con silencio en otro lado, por lo tanto, me veía obligado a marcar una vez más el número de su teléfono móvil.
Al principio esto parecía como un proceso infinito de repetición. Tenía que recurrir al teléfono celular más de diez veces al día. Por suerte, teníamos el mismo operador de telefonía móvil, así que, las llamadas eran gratis para los dos.
A veces, cuando me encontraba en medio de una llamada a China o estaba ocupado con otras cosas, la Sra. A me llamaba porque no podía encontrar los números de teléfono o necesitaba ayuda en general. En esos momentos tomaba el teléfono a regañadientes, plenamente consciente de que probablemente iba a sonar muy impaciente y frustrado cuando le hablara.
Pero era difícil juzgar de la reacción de la Sra. A. Mi frustración no parecía afectarla y siempre me agradecía calurosamente por mi ayuda.
Una vez me dijo que su hija me elogió por mi paciencia extraordinaria, lo cual me avergonzó mucho. Yo tímidamente admití que en realidad me impacientaba con ella en el interior y que sabía que no siempre había sido amable al hablarle.
Examinándome interiormente, me enojaba con la Sra. A con tanta facilidad porque pensaba que al ayudarla tomaba mucho de mi tiempo. Pero pensando solo en el tiempo, había disfrazado mi egoísmo todo el tiempo. Tengo que aprender a aceptar en mi corazón la condición de otras personas y no sólo la mía y llegar a ser más considerado.
Nunca nada es accidental en nuestra cultivación. La benevolencia del Maestro nos guía en cada aspecto de nuestro camino, y esta era una oportunidad para ver las restantes nociones humanas que yo tenía.
Es cierto que para alguien familiarizado con las computadoras, el procedimiento RTC sólo toma unos segundos. Pero para la Sra. A, para quien esto era casi completamente nuevo, podría representar varios minutos de confusión y demora. Reprimirla y sin apreciar sus esfuerzos en esta etapa difícil era simplemente egoísta.
Apenas tome conciencia de lo díficil que deben ser las cosas para la Sra. A, pude calmarme y pensar de forma racional. Recordé que ayudar a la Sra. A con la aclaración de la verdad era algo que también el Maestro deseaba y yo no podía decepcionarle.
Apoyo constante
Aunque la señora A finalmente aprendió cómo llamar a la gente, en realidad saber hablar a la gente todavía, toma un poco de tiempo hasta acostumbrarse. A veces el locutor del otro lado podría colgar después de escuchar unas pocas palabras, lo que producía que la señora A comenzará a dudar de sus propias capacidades y de si podría manejar o no este tipo de trabajo.
Yo hacía todo lo posible para animarla. Le decía que era normal que la gente colgara; después de todo, el pueblo chino es muy suspicaz de las llamadas ya que no puede identificarlas como nosotros. Pero incluso si sólo se alcanza a decir un par de palabras, las fuerzas del mal detrás de la persona al otro lado del teléfono son eliminadas en otros espacios; ella necesitaba solamente perseverar.
Apenas pudo comprender la situación, la Sra. A recuperó su confianza después de haber escuchado esto.
Cuando yo no tenía tiempo libre, le pedía a otros practicantes que se encargaran de entrenarla. Su abnegación incondicional y paciencia hacia la Sra. A me conmovieron hasta derramar lágrimas en más de una ocasión.
Una vez, un practicante publicó en nuestro foro de entrenamiento RTC lo siguiente: "¡A la Sra. A le está yendo muy bien! Esta noche, ella pudo persuadir a dos miembros del partido para que renunciaran, su pensamientos rectos son realmente fuertes. Pero ella todavía tiene que acostumbrarse al manejo del equipo y a veces salta a la sala de chat equivocado, por eso la he estado siguiendo por todas partes. Por favor, ocúpense de ella cuando ustedes puedan".
Otro practicante respondió: "Jaja, me preguntaba por qué habías estado cambiando de un cuarto a otro todo este tiempo".
Al principio, estos dos mensajes me hicieron reír, pero luego me dieron ganas de llorar. La benevolencia de los practicantes a cargo del entrenamiento, la determinación y la diligencia de la Sra. A, me conmovieron profundamente. Juntos trabajaban en perfecta armonía; la Sra. A hacía tantas llamadas telefónicas como le era posible, mientras que los compañeros practicantes la apoyaban con pensamientos rectos.
Gracias a su cooperación desinteresada los resultados empezaron a llegar; la Sra. A ahora es capaz de ayudar a cuatro o cinco chinos a renunciar al PCCh cada día.
También tenemos un grupo de estudio del Fa en la plataforma RTC, pero la Sra. A no podía participar porque no sabía cómo navegar las copias digitales de los libros de Dafa. Así que yo estudiaba aparte el Fa con ella. Ella leía las copias físicas de los libros de Dafa y yo la seguía cualquiera que fuera el pasaje donde ella se encontraba.
Recientemente, algunos practicantes comenzaron un grupo de estudio del Fa por Internet utilizando copias físicas de los libros de Dafa; con la Sra. A nos unimos felizmente a ellos.
Me alegro poder decir que la Sra. A ahora puede hacer las tres cosas desde la comodidad de su hogar.
Ayudar a otros practicantes a escribir artículos de intercambio de experiencias
Antes de la conferencia del Fa en Nueva York 2014, una coordinadora de RTC me preguntó si podía ayudar a dos practicantes a escribir artículos de intercambio de experiencias. Una de ellas, era la Sra. B, de unos setenta años de edad y se había integrado a RTC sin experiencia previa en computación. Pero a través de sus esfuerzos constantes, no sólo logró manejar con destrezas las cosas básicas en computación, sino que con el tiempo se convirtió en anfitriona de una plataforma.
La segunda practicante, la Sra. C, ha sido una de las participantes más dedicadas y activas en nuestros proyectos locales de la rectificación del Fa. Ella se responsabilizó en gran medida de traer a muchos practicantes (incluyendo a los que por lo general participaban en los lugares turísticos) al proyecto de RTC, lo cual además de aumentar la ayuda, hizo que estos practicantes ganaran confianza para aclarar la verdad de persona a persona.
Desde hace muchos años, la Sra. C ha tenido un deseo: conocer al Maestro en persona y entregar un artículo de intercambio de experiencias en una conferencia del Fa. Pero debido a no ser capaz de escribir en una computadora y a algunas nociones humanas, ese deseo todavía no se le había cumplido.
Conmovido por la historia de estas practicantes, decidí ayudarlas. Empecé con una entrevista a través del Internet, les pregunté acerca de sus respectivos caminos de cultivación y el mejoramiento del xinxing.
Desafortunadamente, yo tenía una agenda muy apretada durante el día, así que sólo podía comenzar a trabajar en sus artículos a partir de las 21:00 cada noche. Durante varias noches, me quedaba escribiendo hasta las 2:00 de la mañana; deseaba terminar sus artículos lo antes posible para no hacerlas esperar.
Al terminar de escribir el primer borrado, les pedí a las dos practicantes que le echaran un vistazo para mayor claridad, la precisión de los detalles, o cualesquiera otras cosas que ellas pensaban necesitaban ser modificadas. La Sra. B tomó el proceso de revisión con mucha seriedad; me llamó varias veces, para darme nuevos detalles que recordaba y que esperaba que yo los incorporara al artículo.
Al principio realmente no la comprendí; pensé que ella estaba simplemente preocupándose mucho por detalles triviales que no afectarían realmente el artículo si se los ponía o no. Pero ella fue paciente y persistente, me contó una y otra vez su experiencia hasta que yo pude escribirlo fielmente hasta el último detalle.
Fue increíble lo mucho que ella pudo recordar, ya que algunos de estos eventos habían sucedido hace más de diez años.
Estaba profundamente maravillado al ver su dedicación: un nivel de entrega que yo todavía tengo que alcanzar. A veces sigo haciendo mi trabajo de una manera apresurada y algo descuidada, y me escondo detrás de la idea de "es casi" lo suficientemente bueno. La manera constante y cuidadosa con la que la Sra. B hacía las cosas era una cualidad a la que yo debería aspirar.
Aunque no pude asistir a la conferencia de Fa en Nueva York, leí meticulosamente los informes de la conferencia en el sitio Web Minghui, buscando dos artículos en particular, en los que yo pude haber dado una mano en escribirlos.
Cuando vi que uno de ellos fue leído en la conferencia, me llene de un gran orgullo y una gran sensación de logro me invadió. Una fracción de segundo más tarde, me di cuenta que era un apego a la fama en el trabajo.
Había aprovechado de esta oportunidad para validarme a mi mismo y no el Fa. A pesar de que los únicos practicantes que conocían mi participación eran las señoras B y C además de la coordinadora, lo que surgiría de su validación era una trampa de la cual tenía que mantenerme alejado.
Al percatarme de esto, inmediatamente rechace aquellos pensamientos y dije a mi mismo: "No quiero que estos pensamientos me molesten; no son míos. La capacidad que tengo me fue concedida por el Maestro para ayudar a otros practicantes. El artículo fue elegido porque a esta practicante le había ido bien en su cultivación. No tengo nada de qué presumir". Cuando este pensamiento pasó por mi mente, sentí paz una vez más.
Al día siguiente, la coordinadora se me acercó.
"¡Felicitaciones!" dijo con entusiasmo. "El artículo que escribiste fue elegido y publicado en Minghui!".
Pero yo simplemente sonreí y dije: "Gracias. También lo vi".
Cuando la Sra. C vino a agradecerme varios días más tarde, le dije: "No tienes que darme las gracias, después de todo fue la compasiva guía del Maestro que permitio que tu deseo se haga realidad. Agradezcamos ambos al Maestro por darnos esta oportunidad de cultivarnos a través de escribir un artículo de intercambio de experiencias".
He aprendido mucho de los situaciones arriba descritas, pero todavía tengo que ser más diligente. Como cultivadores, sabemos que las pruebas de xinxing pueden llegar en cualquier momento; a veces pasamos esas pruebas pero otras veces equivocadamente no las pasamos debido a las nociones humanas. Espero en el futuro ser más estricto conmigo mismo para así eliminar más apegos humanos y avanzar más rápidamente en el sendero de cultivación.
¡Gracias Maestro! ¡Gracias compañeros practicantes!
(Presentado durante la Conferencia de Intercambio de experiencias del Reino Unido 2014, en Londres el 24 de agosto)
Versión en chino disponible en: http://www.minghui.org/mh/articles/2014/9/15/在帮助同修中修心去执著-297693.html
Versión en inglés disponible en: http://en.minghui.org/html/articles/2014/9/25/3434.html
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