Lv Mengzheng, gran primer ministro de la Dinastía Song

Enseñó a sus hijos a vivir una vida simple y a ser diligentes, respetando a los dioses y al cielo

Lv Mengzheng, el Gran Primer Ministro de la Dinastía Song

Lv Mengzheng (946 - 1011 a. C.) en tres ocasiones fue nombrado primer ministro de la dinastía Song por dos emperadores. No tenía miedo de decir la verdad a su superior y brindar una asesoría honesta a los emperadores, al mismo tiempo trataba a sus subordinados con bondad y tolerancia. Fue conocido como el gran primer ministro.

Desde su infancia Lv Mengzheng había sido influenciado por la tradición familiar de respetar a los dioses y Budas y tratar a las personas con gran compasión. Fue clasificado como número uno en la lista de expertos por su desempeño en los exámenes imperiales.

Cuando, por primera vez asistió a la corte como nuevo funcionario, un empleado desconocido lo señaló con el dedo e hizo un comentario insultante. Lv volvió la cabeza y se comportó como si no hubiera escuchado nada. Cuando un colega cercano trató de averiguar quién era esa persona, Lv lo detuvo y le dijo: "Es mejor para mí no saber su nombre, de otra manera tendría que luchar para olvidarlo". Sus compañeros estaban impresionados.

Cuando Lv se convirtió en primer ministro, un día le preguntó a sus hijos: "¿Qué dice la gente acerca de mi desempeño como primer ministro?" Uno de ellos le respondió: "Tu reputación es buena, pero tu talento no es ampliamente reconocido. La gente está diciendo que no haces otra cosa más que delegar tus responsabilidades y tu poder a tus colegas competentes. Padre, no nos parece justo".

Lv respondió con una sonrisa, "Olvídate de mi talento. Me pusieron en el cargo debido porque el emperador confía en que voy a seleccionar a las personas realmente capaces y competentes. Siendo el primer ministro, mi deber es realizar un gobierno con los mejores talentos disponibles para nuestra dinastía, de lo contrario sería negligente".
Lv aún vivía una vida simple como primer ministro. Una vez destituyó de su cargo a un funcionario corrupto. Sin embargo, durante las reuniones de la corte imperial, se le dijo al emperador que el funcionario no se sometería a la ley por dinero, ya que era bien conocido por su riqueza.

También le sugirieron al emperador que Lv abusó de su poder al tomar represalias contra este funcionario, quien una vez había rechazado la solicitud de dinero, por el menos pudiente Lv. El emperador creyó esas historias y restauró en su posición al funcionario acusado y Lv no hizo más comentarios para defenderse. Después de un tiempo, otros funcionarios encontraron más evidencias y acusaron ​​de corrupción al funcionario y esta vez, fue destituido de su cargo para siempre. Al escuchar la noticia de parte del emperador, Lv sólo dio una respuesta muy sencilla: "Yo lo sabía".

Como primer ministro, recomendó a las mejores personas para servir al emperador, a pesar de los gustos personales que tenía. Una vez le pidió que le recomendara alguien para un puesto de embajador en el extranjero, pero no le gustó el candidato que le propuso. Al día siguiente, cuando le hizo la misma pregunta, Lv dio el mismo nombre. El emperador no quedó satisfecho y lo volvió a rechazar.

Al tercer día, cuando el emperador le hizo la misma pregunta, Lv presentó una larga carta para recomendar al mismo candidato. En un arrebato de furia el emperador tiró la carta y gritó: "¿Por qué eres tan terco?" Lv recogió la carta y respondió con calma: "Yo creo que esta persona es la mejor opción para llevar a cabo la misión".

"No me atrevo a poner la nación en riesgo sólo para complacer a su majestad" contestó. El emperador, finalmente, cambió de opinión y nombró al candidato, el cual cumplió la misión con éxito.

También es comúnmente recordado por la escritura de un famoso "canto de advertencia", que dice a la gente cómo debe contenerse y respetuosamente, creer que el bien es recompensado por el bien y el mal por el mal y efectuar acciones de caridad. Él era un budista devoto que practicaba el culto diariamente y predicó el budismo a los miembros de su familia.

Enseñó a sus hijos a vivir una vida simple y a ser diligentes, respetando a los dioses y al cielo. Creía que los que entienden el karma voluntariamente harían su mejor esfuerzo para ser bondadosos y en última instancia, atraerán verdadera prosperidad
para ellos y sus descendientes.