Había una vez dos monjes que vivían en la provincia de Sichuan. Uno de los monjes era pobre y el otro rico. Un día el monje pobre le dice al monje rico: "Quiero ir al Mar del Sur" y el monje rico le preguntó: ¿Cómo vas a viajar si no tienes dinero?. Pero el monje pobre respondió: "Todo lo que necesito es una botella y un tazón". Entonces, el monje rico le dijo: "Hace años que quería alquilar un barco para eso, pero todavía no he podido ir ¿qué te hace pensar que llegarás hasta allí?".
Un año más tarde ambos monjes se encontraron de nuevo, después de que el monje pobre hubiera regresado del Mar del Sur. El monje pobre habló al rico de su viaje y el monje rico se sintió avergonzado.
El escritor famoso de la Dinastía Qing, Peng Duanshu, contó esta historia en su obra "La enseñanza a mis hijos". Su historia revela un principio:
No hay cosas fáciles o difíciles en el mundo. Mientras usted se esfuerza en algo, las cosas difíciles se vuelven fáciles. Si usted no hace nada, lo más fácil se convierte en difícil. Esto se revela de una manera real durante el aprendizaje. Si usted verdaderamente estudia, incluso el tema más difícil se vuelve fácil. Por otro lado, si no quiere estudiar, la tarea más fácil se vuelve difícil. Si alguien menospreciando su propia inteligencia y experiencia se niega a estudiar, entonces esta persona destruye su futuro. Los que se niegan a poner limitaciones a su inteligencia y a su capacidad y continúan estudiando, alcanzarán el éxito gracias a sus esfuerzos.
Me he sentido profundamente conmovido por esta historia. Cuando no nos ocupamos de un asunto y si nuestros esfuerzos están orientados a buscar "atajos" o le damos largas a nuestras acciones diciendo: "¿Por qué no esperar a mañana?" ó "Lo haré más adelante", no somos diferentes del monje rico que esperó años para alquilar un barco. Como se indica en el viejo poema: "Mañana es mañana ¿cuántas mañanas hay? Si alguien espera siempre al día siguiente para hacer su trabajo no logrará nada en su vida".
Cuando caminamos damos un paso a la vez. Cada paso nos mueve hacia adelante. Todas las grandes cosas vienen de cosas pequeñas. El éxito llega gracias a la acumulación de esfuerzos progresivos. Si queremos alcanzar de inmediato las grandes cosas ignorando las pequeñas, no llegaremos a ninguna parte al igual que el monje rico.
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