Después de dar a luz, debido a la pobre nutrición y fatiga de trabajo yo estaba bajo mucha tensión y mi condición empeoraba día a día. Casi cada noche alrededor de las doce, tenía dificultades respiratorias y problemas de insomnio. Con el paso del tiempo me sentía mareada y débil todos los días. Me enfermaba al ver la comida y padecía diarrea al beber agua fría. No tenía apetito y pesaba sólo 40 kg con una altura de 162 cm [aproximadamente 5 pies 7 pulgadas].
Yo era muy susceptible a la gripe y caía enferma después de ver a uno o dos pacientes. Mi salud se deterioró firmemente porque el asma aparecía cada vez que enfermaba de gripe. Cuando tenía cerca de cuarenta años, mi trabajo así como mis cargas de la casa aumentaron y desarrollé aún más problemas de salud. Padecí síntomas crónicos de asma y rinitis frecuentemente, desarrollé hipertiroidismo [una función de la tiroides excesivamente activa] y artritis del reuma. La artritis abusó de mis articulaciones grandes y pequeñas a lo largo del cuerpo y la inflamación en ambos hombros tomó giros que me daban dolores severos. Es más, mis articulaciones de la rodilla empezaron a degenerarse como en las personas viejas cuando yo sólo tenía cuarenta y ocho años y mi espalda baja continuamente me dio problemas. Yo tenía enfermedades a lo largo de mi cuerpo y no podía conseguir un día de paz.
La menopausia me llegó a la edad de cuarenta y cinco y los síntomas continuaron atormentándome, incluso hasta que yo obtuve el Fa a los cincuenta y seis años. El insomnio que acompañó la menopausia era más serio cada día, incluso llegó el punto dónde me ponía frenética al ver mi cama. Después mis doctores descubrieron que yo tenía bocio, por lo que tenía que tomar medicación mientras estaba trabajando. Después de unos meses el bocio desapareció, pero la droga causó severa ictericia y dañó mi hígado. Me obligaron a que tomara un permiso de trabajo de dos meses.
Cuando tenía cincuenta y cinco años, me obligaron a retirarme prematuramente. Mis manos temblaban tanto que tuve que ser hospitalizada. Yo ya no podría hacer caligrafía. Los resultados de la prueba vinieron, indicando que tenía diabetes y cuatro bocios más. Mi glándula tiroidea había dejado de funcionar completamente. A esta altura, mi sistema digestivo, sistema nervioso, sistema inmunológico, sistema respiratorio, sistema óseo y mis tejidos conjuntivos estaban todos funcionando anormalmente. Yo sentía vértigo, y tenía dolores de cabeza y desmayos. No podía comer, dormir, caminar, sentarme y respiraba con dificultad. Yo tenía que llevar la medicación del asma conmigo todo el tiempo. Tenía que tomarla incluso caminando cincuenta metros o más, me quedaba sin respiración y no podía dar otro paso. Constantemente padecí mucosa y congestión nasal. Siempre cogí fríos antes de la menstruación y el frío agravaba todas mis enfermedades. Me sentía mareada cada día y me dolían todos los huesos de mi cuerpo. Nunca me sentía cómoda, era más agónico que el dolor de muerte.
Entonces una vecina anciana me dio que un libro llamado La Vía de la Gran Consumación de Falun Dafa. Ella me dijo que un pariente suyo recobró su salud después de hacer los ejercicios y que le gustaría recomendarme esta práctica.
Después de mirar el libro yo pensé que los ejercicios eran bastante buenos porque ellos mejoraban mi condición presente. Había un sitio de práctica cerca de mi casa y fui a comprobarlo. El ayudante me recibió calurosamente y me dio una copia de Zhuan Falun. En el proceso de leer Zhuan Falun, mi insomnio tomó un giro positivo bueno. Después de hacer los ejercicios durante medio mes, empecé a tener diarrea más de diez veces por día, pero no me sentía incómoda y supe que Maestro estaba purificando mi cuerpo. Después de diez días consecutivos la diarrea se detuvo sin tomar medicación y recupere mi energía rápidamente.
Después, otros practicantes y yo miramos videos de las conferencias del Maestro alrededor del mundo. Cada momento todos miraban con concentración plena mientras yo era incapaz de suprimir mi sueño y me dormía sanamente. Yo no había dormido tan bien en varias décadas, pero todavía podía oír las palabras de Maestro en mi sueño. Yo regresaba entonces tan avergonzada y me pregunté por qué era tan indolente. Normalmente tenía problemas de sueño, pero dormía como un bebé en un momento que no debía estar durmiendo. Es que simplemente el Maestro dijo en Zhuan Falun: Algunos alumnos podrán dormirse en la clase y se despertarán cuando termine mi lectura. ¿Por qué? Es porque tienen enfermedades en sus cerebros que necesitan ser tratadas. Pero no podrán aguantar en absoluto tal ajustamiento de sus cerebros. Por tanto, deben ser puestos en un estado de anestesia para que no sientan nada. Sin embargo, algunos de ellos no tienen ningún problema para escucharme. Aunque ellos estén durmiendo profundamente, oyen todo sin perder ni una sola palabra. Además, después de esto se volverán llenos de vigor y no sentirán sueño aunque pasen dos días sin dormir.
Después de cultivarme por medio año, ya no tenía enfermedades básicamente. Salía para hacer los ejercicios todas las mañanas de cuatro a cinco. Mi marido temió que yo pudiera coger un resfriado e intentaba detenerme, "cogerás frío definitivamente este invierno! Pero no sólo no caí enferma ese invierno, todas mis enfermedades crónicas desaparecieron completamente en los años que siguieron a mi cultivación. En el pasado, tuve que ser hospitalizada cada año una vez o dos veces y tenía que tomar las medicaciones cada día. Desde que practico los ejercicios ya no me he hospitalizado más ni he tomado una medicina hasta el momento.
Mis amigos y colegas estaban todos muy sorprendidos de mis cambios positivos. Yo siempre les decía: "yo me recuperé debido a practicar Falun Dafa".
Entonces pude reanudar mi trabajo en el hospital. En los últimos años entré en contacto con innumerables pacientes que padecen enfermedades difíciles de tratar. Yo les recomendé Falun Dafa, y a través de oír mi experiencia personal ellos aprendieron la verdad y recobraron su salud.
Yo soy un doctor veterano que sabía que las medicaciones nunca hubieran curado las numerosas enfermedades que yo tenía. ¡Pero practicar Falun Gong pudo hacerlas desaparecer en un corto tiempo! ¡Esto es asombroso de verdad!
Después que yo obtuve el Fa, mis parientes, amigos y colegas todos saben que Falun Dafa es bueno. Algunos de ellos también empezaron a leer Zhuan Falun. Mis padres que han cumplido los dos ochenta años empezaron a cultivarse también.
¡Mi madre tenía un sentimiento como: "Esto es lo que yo he estado buscando al minuto de ella empezar la práctica! Su enfermedad crónica se limpió luego de ir al grupo de ejercicios la primera vez. Ella sentía como si el mundo estuviera girando y tenía diarrea severa y náuseas. No obstante, ella dijo con determinación: "no es un problema" y ella se fue bien el próximo día. Esto nunca pasó de nuevo en los cinco años de su cultivación. Es más, ella tiene ochenta y cuatro años y su mente está ágil y su pelo gris se ha puesto negro. Ella también se recuperó de cataratas severas. Ahora los colores de sus ojos están una vez más claros, y ella puede ver la escritura muy pequeña. Ella no se asusta más del frío en invierno ni es sensible al calor en verano. Ella siente que su valor y fuerza también han aumentado. Su cara está muy lisa con pocas arrugas. Aunque ella es de gran edad, no tiene ninguna mancha de la edad en su piel y sus labios siempre son rojos.
Mi padre era un profesor renombrado. Él tenía una vida muy dura y se asustó por los numerosos movimientos políticos. Aunque él supo que Dafa es bueno, había leído los libros de Maestro y también había hecho durante algún tiempo los ejercicios, él tuvo miedo de continuar también cuando la persecución empezó. Un año después él murió de un golpe a la edad de ochenta y siete años. Cuando él estaba consciente durante su enfermedad, a menudo nos dijo que sentía el no haber continuado practicando.
Mi madre persistió cuidando de mi padre cuando él estaba enfermo. Sus acciones consagradas prolongaron su vida durante tres años y ella también recibió alabanzas y estima. Cuando mi padre falleció, ella pudo permanecer optimista y se consagró totalmente a estudiar el Fa, haciendo los ejercicios, enviando pensamientos virtuosos y clarificando la verdad. Ella ha sido muy estricta. Debido a la artritis en ambas piernas, degeneración de sus articulaciones, y grandes cantidades de tejido graso que rodea sus rodillas, había sido muy duro para ella hacer la meditación sentada. ¡Pero después de cultivarse diligentemente, a la edad de ochenta y cuatro, ella puede sentarse ahora en la posición del loto completo!
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