Soy de la ciudad Danjiang, provincia Jiangsu. En octubre de 2003, mi cuñada me llamó y dijo: “Tu hermano ya no es más capaz de resistir su enfermedad. Estamos preparándonos para el funeral. Tiene enfermedades en sus pulmones, corazón y riñón. Cuando estaba a punto de ser operado de su riñón, el doctor dijo: ‘Su riñón está todo descompuesto. No podemos tratarlo, él tiene síndrome de múltiples enfermedades’. La familia necesita prepararse para el funeral”. Mi cuñada continuó diciendo: “Te estamos informando, no tienes que regresar, tienes más de 70 años y en todo caso, es una distancia muy grande. Tu hermano tiene 79 años ahora. Por favor no te entristezcas demasiado”.
Yo pensé: “Mi hermano vino a esta tierra y yo necesito contarle acerca de Falun Dafa”. Antes, cada vez que intenté por teléfono esclarecer la verdad a mi hermano y su esposa, ellos se asustaban demasiado al escuchar porque estaban profundamente engañados por las mentiras y por la propaganda de los medios de comunicación de China.
Me subí al avión con un firme convencimiento y me fui directo al hospital al bajarme del avión. Mi hermano estaba en la unidad de tratamientos críticos del hospital. Ya no estaba coherente, estaba muy delgado y recibía oxígeno. Al oído le repetí una y otra vez “hermano, por favor, piensa Falun Dafa es bueno. Verdad, Compasión, Tolerancia son buenos”. “Por favor mantén el pensamiento una y otra vez”. Después de un corto tiempo, mi hermano despertó. Lentamente, se fortaleció más y más. ¡Nuestra familia y amigos estaban todos asombrados! El doctor vino y lo examinó, la presión sanguínea y sus latidos del corazón estaban normales. El doctor estaba sorprendido y nos preguntó si le habíamos dado algún medicamento que lo hiciera recuperarse tan rápidamente. Pronto, también le sacaron el oxígeno.
Al día siguiente, mi hermano ya quería ponerse solo sus pantalones y nos pidió que lo ayudáramos a inclinarse. El tercer día se podía sentar y afirmar sus pies en el suelo. Al cuarto día, mi hermano tenía sangre en sus deposiciones y vomitó sangre. Nuestra familia estaba preocupada pero mi hermano parecía tener buen ánimo, de modo que no permitimos al hospital que le hicieran una gastroscopia. El tampoco quería hacer eso ya que sabía que el Maestro estaba purificando su cuerpo. Al octavo día, sus movimientos intestinales eran ya normales y sus síntomas habían desaparecido. Ahora nuestra familia y amigos, todos saben que Falun Dafa es bueno. Mi hermano ha comenzado a cultivar Dafa. Me llamó por teléfono y me contó que en dos meses ha subido once kilos de peso.
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