Estando de pie sobre mis piernas recuperadas, disputaré con quienquiera que diga que Falun Gong no es bueno

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Siguiendo las costumbres chinas, durante febrero de 2002, cerca de la fecha del año nuevo chino, el hijo de un oficial retirado de gobierno en la provincia de Liaoning del este, celebraba el 66 cumpleaños de su padre. Muchos parientes y amigos suyos asistieron, contándome yo entre los presentes. Durante el banquete, el padre pidió a su hijo que diera unas palabras de bienvenida y así lo hizo. Después de las primeras breves palabras, cambió el tópico de su discurso y comenzó a narrar una historia, captando la atención de todos al decir que al momento de ese evento, él podría haber estado sin sus piernas. Y dijo que quería aprovechar dicha oportunidad para contarles a sus parientes y amigos su experiencia personal en la práctica de Falun Gong. Ésta es su historia:

Originalmente mis dos piernas y pies padecían de “vasculitis” (un tipo de inflamación de las venas), lo que me causaba severas hinchazones y oscurecimiento de la piel. Alguien me dijo que practicar Falun Gong podría ayudarme, así que me dirigí a un sitio de práctica en marzo de 1999, dando comienzo a mi cultivación en Falun Gong. Tres meses después, el color negro de mi piel se fue y gradualmente se volvió normal, comenzando la recuperación desde los dedos de mis pies y subiendo hasta las piernas. Sin embargo, el 20 de julio de 1999, el régimen de Jiang comenzó a perseguir a Falun Gong y entonces dejé de practicar. Poco tiempo después, comenzando desde los dedos de los pies y moviéndose hasta las piernas, mi piel se volvió negra otra vez. Me dolía hasta el punto que no podía dormir. Mis hijos y otros miembros de mi familia me animaron para que fuese al hospital, pero yo ya no fui capaz de andar más.

En el hospital, el doctor y todos los miembros de mi familia me dijeron que debía quedarme allí para que amputaran mis piernas. Yo estaba impresionado, pero entonces esto me golpeó: tenía que practicar Falun Gong. Me di cuenta de que debía decidirme y confiar en el Maestro y en Dafa. Sólo Dafa podía salvar mis piernas. Sólo si cultivaba mi xinxing (carácter moral; naturaleza del corazón), y hacía los ejercicios, podría resolver completamente mi problema. Decidí volver a mi casa. Los miembros de mi familia y el doctor objetaron: “tus piernas se encuentran ahora totalmente negras, si no las amputamos, tu sangre se envenenará. Tuvimos un paciente similar que no quiso escucharnos y falleció”.

Debido a mi insistencia, me fui a casa y comencé a cultivarme otra vez. En ese momento no era capaz de mantenerme de pie. Todo lo que podía hacer era sentarme en la posición de loto y hacer el ejercicio sentado. Apenas podía mantenerme en esa posición, pues mis piernas y pies se hinchaban y me dolían en extremo. Después de unos pocos días, el color negro de la piel comenzó a decrecer. A pesar del severo dolor, todas las lágrimas que había derramado y todo el sudor que había transpirado, mi nivel de confianza dramáticamente se incrementó. Después de un tiempo, el color negro se había ido y ya podía levantarme. Estudiando el Fa y haciendo los ejercicios en forma tenaz, pude sobrepasar mi enfermedad. Falun Dafa había salvado mis piernas y todos los que me vieron más tarde quedaron sorprendidos.

Le dije a mi esposa: “Vayamos al hospital para mostrarles. Quiero contarles lo grandioso que es Falun Dafa”. Así que fui y le pregunté al doctor: “¿Me recuerda usted?” El doctor contestó que no y yo le expliqué: “Un tiempo atrás una persona vino aquí con vasculitis en sus piernas y los doctores dijeron que debían amputárselas. Esa persona soy yo y he regresado. Quiero decirles a ustedes que mis piernas están completamente recuperadas y se recuperaron por haber practicado Falun Gong. Discreparé con cualquiera que se atreva a decir que Falun Gong no es bueno mostrándole mis piernas”.

En ese momento muchos de los pacientes del hospital, incluso oficiales de policía nos rodearon. Así que les dije: “Pienso disputar con quienquiera que intente arrestarme” Pero no pasó nada. Todos permanecieron simplemente quietos escuchándome decirles que Falun Gong es bueno.


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