Le pregunté al hijo de mi vecino que tiene 4 años, Bao Bao, “¿quieres ir a la escuela cuando seas mayor?” Bao Bao contestó, “yo no quiero ir, la escuela es terrible”. Le pregunte, “¿cómo sabes que es terrible?” Bao Bao dijo, “la abuelita fue a la escuela, y ella nunca volvió a casa. Mamá me llevó a la escuela a verla. La escuela encerró a la abuelita en una habitación. Hay barrotes de hierro y cerraduras en las puertas. Abuelita no puede salir. Ella incluso tiene que ir al baño allí. No hay cama, así que tiene que dormir en el suelo. La escuela trata de hacer que la abuela le jure a las personas y no puede venir a casa a menos que quiera lo que ellos quieren. La escuela no es buena, es un lugar horrible”.
Todo el mundo sabe que la abuela de Bao Bao es una persona dulce. Debido a que ella practica Falun Gong y cree en “Verdad, Benevolencia y Tolerancia”, la policía se la llevó. La encerraron en un lugar que ellos oficialmente llaman “escuela reguladora de leyes”, pero en realidad es un centro de lavado de cerebro forzado. Allí, usan todos los medios para forzarla a dejar de creer en Falun Gong. Estando sujeta a las peores torturas mentales. En el exterior es llamada “escuela”, pero en realidad es una cárcel.
En China, la persecución a Falun Gong ha impreso una imagen indeleble en la inocente mente de Bao Bao. La primera escuela que Bao Bao ha conocido es una cárcel, un lugar donde cosas malas son perpetradas a personas buenas. Lo que él no sabe es que su familia, para poder rescatar a su abuelita, fue a muchos lugares pidiendo ayuda y mendigando dinero. Cuando su abuelita fuera liberada, su familia estaría endeudada y aun debería pagar algunos miles de yuanes más en multas y honorarios ilegales [de promedio un trabajador urbano gana un salario mensual de 500 yuanes en China].
Versión en chino disponible en: http://www.minghui.org/mh/articles/2004/1/21/65414.html
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