Desde su lanzamiento en febrero de 2002, la cadena de televisión New Tang Dynasty TV es el blanco de las autoridades de Pekín. Recientemente, el operador de satélite New Skies Satellites (NSS) dio fin a la difusión de la cadena hacia China en respuesta a múltiples presiones económicas y políticas. NTDTV es difundida de nuevo hacia China y Asia a través del satélite W5 de Eutelsat.
El gobierno chino quiere cueste lo que cueste mantener su monopolio sobre los medios de comunicación electrónicos en chino. Está dispuesto a emplear métodos deplorables tales como las amenazas, las presiones políticas y económicas y el chantaje. Es también lamentable que ciertas empresas occidentales del sector de las telecomunicaciones retrocedan frente a las presiones chinas y suspendan la difusión de cadenas que discuten por el monopolio del partido comunista chino sobre las ondas. Reporteros Sin Fronteras teme que el gobierno de Pekín ejerza sus presiones, particularmente a Eutelsat, al Consejo Superior de Audiovisual (CSA) y al gobierno francés, después de la recuperación de las emisiones de NTDTV hacia China.
El 1 de julio de 2003, NSS, operador de satélite basado en Países Bajos, había comenzado a difundir esta cadena, basada en Nueva York, hacia Asia. Pero tres días solamente después del principio de las operaciones, NSS tenía encriptada la señal, impidiendo a los chinos poseedores de parábola captar la cadena en señal abierta. Esta decisión había sido tomada en respuesta a amenazas de venganza económica sobre los representantes de NSS en Pekín. Los responsables de NTDTV pidieron repetidas veces a NSS restaurar una señal abierta, pero la compañía de satélite siempre se negó. En enero de 2004, las presiones prosiguieron para que NTDTV definitivamente fuera excluida de la difusión del satélite NSS-6 dirigido hacia Asia.
Las autoridades de Pekín acusan a NTDTV de pertenecer al movimiento prohibido Falun Gong considerado como una "secta diabólica". Numerosos empleados de la cadena son por cierto voluntarios de Falun Gong, pero ellos ofrecen programas diversos, particularmente boletines informativos que contrastan con la propaganda de la televisión de estado CCTV.
Responsables de NTDTV explicaron a Reporteros Sin Fronteras que varias empresas se habían negado a difundir o a albergar a NTDTV sobre su satélite por miedo de las represalias chinas. A principios de 2004, el operador filipino de satélite Mabuhay había anulado en el último momento la difusión de un programa especial de la cadena con ocasión del Nuevo Año chino. La embajada de China en Manila había amenazado a Mabuhay. También, el operador PanAmSat que retransmite la cadena de estado CCTV, siempre se negó a difundir a NTDTV.
A través de la cadena de Estado CCTV, el gobierno de Pekín está presente en cerca de 30 satélites mientras que bastan seis para asegurarse una cobertura que alcance al 99 % de la población mundial. Esta presencia masiva le permite al gobierno ejercer un chantaje sobre los operadores. En 2002, CCTV había dejado al operador Taipei Internacional que había decidido acoger a NTDTV. La cadena de estado firmó un nuevo contrato después de la salida de NTDTV. En febrero de 2003, el operador americano Atlanta ADTH retrocedió sobre un acuerdo para difundir a NTDTV, por miedo de perder contratos con otras cadenas en chino.
Desde el 1 de mayo de 2004, NTDTV es de nuevo accesible a los poseedores de parábola en China gracias a la difusión por los satélites europeos W5 y Hotbird-6 que pertenecen a Eutelsat.
NTDTV que reivindica a 200 millones de telespectadores potenciales fue subvencionada por otro lado, el abril pasado, por el Consejo Superior de Audiovisual francés que también recibió presiones antes y después de esta decisión. Eutelsat valora respetar los principios de igualdad en el acceso, el pluralismo y la no discriminación precisados en el artículo 3 del Convenio que rige esta empresa de derecho francés.
Además de las presiones sobre los operadores de telecomunicaciones, las autoridades chinas impidieron repetidas veces a periodistas de NTDTV trabajar. En los Estados Unidos, reporteros han tenido prohibido el acceso a conferencias de prensa bajo la presión de funcionarios chinos.
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