Ilustración 3: El 30 de noviembre de 2002, los responsables del campo empezaron a castigar a los practicantes con un lavado de cerebro. Reunieron a más de diez guardianes de entre los peores, con más de noventa toxicómanos/vigilantes para unos treinta practicantes en el equipo 5 de la División 4. Prohibieron a los practicantes hablar; los forzaron a quedarse levantados durante un largo período del tiempo; los privaron de sueño y aseo; los encerraron en pequeñas jaulas; los ataron empleando el método "atar con cuerdas" y los golpearon con porras eléctricas en una tentativa para hacerlos renunciar a su creencia.
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