El 10 de diciembre, Día Mundial de los Derechos Humanos, el colectivo de Munich de la Sociedad Internacional de los Derechos Humanos y los practicantes de Falun Gong alemanes realizaron conjuntamente unas actividades en la plaza que se encuentra frente al Teatro Nacional, para concienciar a la sociedad alemana sobre la situación de los derechos humanos en China e invitarles a que les apoyen a poner fin a estas atrocidades lanzadas por Jiang Zemin y su régimen comunista.
Desplegando unos carteles que muestran una serie de fotos e información sobre la persecución del gobierno chino, se situaron frente al stand de IGFM, junto con otras organizaciones, religiones y grupos étnicos, incluidos los tibetanos, las minorías de Mongolia Interior, Falun Gong, los cristianos, etc.
Los practicantes de Falun Gong desplegaron una serie de fotos y simularon los métodos de tortura utilizados para forzar a la gente que practica Falun Gong en China a traicionar su conciencia y a repudiar la práctica. Falun Gong aportó beneficios físicos y espirituales a millones de personas en el mundo y es una de las razones por la cual no quieren renunciar a esta práctica. La muerte de 1.157 personas como mínimo, a consecuencia de los abusos efectuados por la policía y por la tortura, ha sido confirmada por fuentes gubernamentales dentro de China, mostrando que el número real podría sobrepasar los 7.000. Muchos practicantes se mantuvieron firmes y fieles en su creencia y se negaron a ceder ante los métodos bárbaros utilizados para perseguirles.
Los practicantes también mostraron la belleza de Falun Gong haciendo la demostración continua de las cinco series de ejercicios. Era difícil no quedarse sorprendido ante la demostración de los apacibles ejercicios de Falun Gong en contraste con la simulación de los métodos de las torturas utilizadas contra los practicantes de Falun Gong en China. Cuando se plantea la cuestión de por qué tal práctica pacífica que benefició a tantas personas es el blanco de la campaña más grande de genocidio y persecución, es difícil encontrar una respuesta. La gente a través de la información de los practicantes sabe que esta persecución es promovida por el antiguo dirigente del Partido Comunista Jiang Zemin porque descubrió que Falun Gong se había hecho más popular que el Partido Comunista chino. En 1999, lanzó órdenes tales como que las muertes de los practicantes deben ser contabilizadas como suicidios y que sus cuerpos deben ser inmediatamente incinerados.
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