Zengzi era un alumno de Confucio. Un día, mientras que la mujer de Zengzi se fue ha hacer algunas compras, su hijo más joven empezó a llorar y pidió ir con ella. Ella lo reconfortó diciendo: “Cuida de la casa y mataré un cerdo y lo cocinaré para ti”.
A su regreso, encontró a Zengzhi preparándose para matar al cerdo. Lo detuvo precipitadamente: "Solamente dije eso para calmarlo." Zengzi dijo: "No se puede mentir a un niño. Como son jóvenes y no tienen experiencia social, siguen lo que sus padres les dicen. Si le mintieras hoy, le enseñarías a que mienta a otros de la misma forma. Si una madre miente a su niño, el niño no la escuchará más ¿Ésta es una buena manera de educar a los niños?" Por lo tanto, Zhengzi, mató al cerdo y lo hizo cocinar. (Nota: en los tiempos remotos matar y hacer cocinar un cerdo solamente tenía lugar en Año Nuevo y en otras fechas importantes, cuando se esperaba a un huésped prestigioso, etc.
La historia nos cuenta que los padres nunca deberían mentir a los niños. Esto es porque, siendo los ejemplos más directos para los niños, todo lo que hacen los padres influirán significativamente en su niño. Un niño seguirá lo que los padres hacen. Por lo tanto, los padres deben estar atentos a cómo actúan delante de sus niños. Esta historia pone de manifiesto también que Zengzi se había dado cuenta plenamente de que los padres enseñan a los niños a través de sus acciones y que los niños pueden ser educados bien solamente después de que sus padres actúan bien.
Según, el conocido Shi Jia Yu (un antiguo libro sobre cómo educar los niños): "los niños de Confucio no se insultaban entre ellos ni a los demás y los niños de Zengzi no conocían el enfado." Esto no puede venir sino debido a que los padres sabían enseñarlos. "La manera en que Zengzi enseñaba a sus niños estaba llena de sentido y será elogiada durante toda la historia"
(La Historia se extrae de Han FEI Zi.)
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