Exponer los hechos de la persecución en las calles de París en una pantalla gigante de TV

Bajando por las calles de París en este bonito día, a pesar del sol deslumbrante, los transeúntes podían ver sobre una pantalla gigante las películas que exponían los hechos de Falun Gong.

El material electrónico de vídeo moderno fue ventajoso en nuestros esfuerzos para exponer la verdad sobre Falun Gong ya que un medio de comunicación hablado o escrito no lo pueden reemplazar. Ha salido un gran número de películas de clarificación de la verdad que son realistas, animadas, simples de ver, fáciles de comprender, aptas para todas las edades, hechas para personas sencillas o letrados altamente persuasivos. Sin embargo como se necesita electricidad para utilizarlo, en este sentido la calle tiene ciertas limitaciones. Gracias a un pequeño grupo electrógeno se resuelve completamente el problema. Así la difusión del CD en la calle ya no está limitada por el emplazamiento de las actividades.

En París, los practicantes utilizamos un pequeño grupo electrógeno japonés Honda para abastecer de energía una plana y gigante pantalla de TV con un aparato estéreo de CD. El problema ha sido resuelto completamente. Es del tamaño de un aspirador casero y cuesta alrededor de seiscientos euros. Con el suficiente combustible puede ser utilizado ininterrumpidamente durante 3 o 4 horas.

A pesar del sol ardiente, los transeúntes podían ver las imágenes. El sistema estéreo permitió al público oír claramente los comentarios en las abarrotadas y ruidosas calles del centro de la ciudad. En consonancia con los paneles informativos, los vídeo clips atraían fácilmente a los peatones que se paraban uno tras otro para mirar. Cuando vieron con sus propios ojos la verdad detrás de las mentiras sobre la auto inmolación propagadas por el Partido Comunista Chino y el régimen de Jiang, y todas las torturas sufridas por los practicantes de Falun Gong en el continente chino, el impacto que experimentaban se reflejaba sobre sus caras. Cuando tendíamos folletos o CD de clarificación a los transeúntes la inmensa mayoría decían que les gustaría ver o leerlos atentamente en su casa. Para los apresurados transeúntes, la posibilidad de conocer la verdad aumentó considerablemente.