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Por supuesto, todavía debía sobrellevar el miedo que había tenido antes. Al principio, marcaba con mano temblorosa, mi corazón latía rápidamente, mi mente estaba en blanco y las palabras que había preparado para decir las olvidaba. Sólo oía insultos y gritos. Luego, con un bang, colgaban el teléfono. Después de unos pocos días, me sentí cansada física y mentalmente. Entonces, me senté a reflexionar sobre lo que estaba sucediendo. El propósito de hacer las llamadas era clarificar la verdad, pero ni siquiera tenía la opción de pronunciar una sola palabra.
Entonces, ¿cómo podía contarle la verdad a la gente? ¿Qué estaba mal? En “Enseñando el Fa durante el Festival de la Linterna de 2003 en la Conferencia Occidental de Estados Unidos”, el Maestro dice, “Recuerden: Donde sea que suceden problemas, es ahí donde necesitan clarificar los hechos [aplausos]. En cuanto a si el resultado es bueno, no miren al interlocutor, viene de sus corazones. Si quieres que sea bueno, entonces será bueno. Y si no tienes intenciones de hacerlo bueno, o si tu mente está débil, entonces no será fácil rectificar las cosas. En otras palabras, necesitas tener firmes pensamientos rectos. Si piensas: ‘Estoy salvándote verdaderamente; estoy diciéndote los hechos verdaderamente’, entonces los resultados serán buenos” (traducción no oficial).
Pensando en esto, empecé a reajustar mi actitud. Así, después de un período de tiempo, he ido acumulado gradualmente algunas experiencias. Mientras más llamo, más fácil se vuelve. De modo que, quisiera compartir con todos mis experiencias.
En el transcurso de hacer llamadas, pienso que la actitud de uno es muy importante. Si las hacemos con una actitud de trabajo de gente común, los efectos no serán buenos. El Maestro dijo en “Describiendo el Fa”, “Cuando aparecen tribulaciones, no las miras con el lado de tu naturaleza original pero las miras completamente con tu lado humano. Entonces, los demonios del mal se aprovechan en este punto y causan interminables interferencias y daños, dejando a los estudiantes con tribulaciones a largo plazo” (traducción no oficial).
De lo anterior he comprendido que en el transcurso de las llamadas, debo dirigir mis partes que se han cultivado exitosamente para clarificar la verdad, de modo que pueda formar fuertes e indestructibles pensamientos rectos.
Si no puedo reconocer este punto con una mente clara, es como si estuviera de acuerdo tácitamente con el mal, alimentara los demonios, y les permitiera aprovecharse de los puntos débiles causados por mi falta de control. Por supuesto, hablar con un tono amable es también un requisito. Necesitamos que el otro perciba nuestra gentileza y no podemos en absoluto dejarnos llevar (guiar) por sus emociones. El Maestro nos ha enseñado el Fa, “sólo teniendo el corazón sin conmover serán ustedes capaces de manejar todas las situaciones.” (“Elimina tu[s] Ultimo[s] Apego[s]”). Si es necesario, nosotros podemos llenar nuestra conversación con gran virtud.
Primero, escribo algunos puntos resumidos en un papel, tales como la información que le quiero decir a la persona en el teléfono o algunas preguntas posibles que podría hacer. Después, hablo según las circunstancias. A menudo tomo la iniciativa en decirles que estoy llamando desde Taiwán.
Durante la conversación, hago lo que puedo para guiarlos a los temas acerca de los que quiero hablarles. La mayoría de las veces, dicen algo como “Unificación”, “No separatismo”, etc. Y en estos puntos digo que estoy de acuerdo con ellos; “Estás en lo cierto porque todos tenemos descendencia china.”
Pero, ¿sabes que les hago la misma pregunta a los ciudadanos de Taiwán? La mayoría de ellos me contestan: seguramente la unificación es buena, pero si China usa los mismos modos con que trata a los practicantes de Falun Gong con el pueblo, en Taiwán, ¡rehusamos unificarnos!”. Entonces, aprovecho la oportunidad para decirles la verdad de Dafa, tales como la falsa auto-inmolación, la persecución, la extensa difusión de Dafa, etc.
Por ejemplo, una vez, un policía quien estaba profundamente envenenado gritó palabras irresponsables por la línea, “Falun Gong es… yo les vi matar a su mujer, madre e hijos…” Lo interrumpí de súbito, y le dije seriamente, “Por favor diga cosas con su conciencia. Dios está mirando. ¿Está usted seguro de que lo que dice son hechos? ¿Quién no tiene padres y hermanos? ¿Quién no tiene esposa e hijos? Usted debería realmente ser responsable con lo que dice”. Mi tono fue sincero y lleno de extraordinaria virtud. Entonces, el cayó en silencio. Por lo tanto, ante el campo de pensamientos rectos, las mentiras son frágiles y se exponen fácilmente”.
Si la otra persona es de mi misma ciudad, le diré, “Su acento me parece familiar. Me recuerda a mi padre…” Entonces, estaremos más cercano el uno del otro. La semana pasada, llamé a una estación de policía. Al principio, el oficial al otro lado de la línea estaba impaciente. Pero luego de saber que éramos compañeros de región, estuvo encantado de hablar conmigo.
Desde que comencé a clarificar la verdad, siempre me he frenado de decir principios de alto nivel, por temor de que el otro no los entienda. De modo que le dije, “No he tomado medicinas desde que comencé a cultivar hace seis años atrás. Jiang Zemin prohíbe a la gente que practique, pero ¿puede él darle salud al pueblo?
Debido a que cultivar Falun Gong beneficia tanto mi cuerpo como mi mente, es que he insistido en cultivarme hasta ahora”. Después, él dijo: “El propósito de tu cultivación no es pura ¡Dices que has cultivado durante seis años, pero aún estás a un nivel muy bajo! Tú no debes perseguir nada al practicar Falun Gong. Mientras más persigues, menos obtienes. He leído todos los libros que han sido confiscados”. Sonreí. Parecía que lo había subestimado. Cuando nuestra conversación llegaba al final, el dijo: “Dime algo más a cerca de Falun Gong, aunque yo sea ateo”. Me emocionó profundamente. ¡Cómo la parte de mente clara de los seres humanos añora Dafa dolorosamente! Sé que en el curso de clarificar la verdad es en realidad el curso de enseñar a los seres verdaderos de los seres concientes.
Algunas veces, no hablo como un practicante de Falun Gong. Una vez, llamé a una organización de mujeres de una ciudad. La que me atendió me sonó como una mujer anciana. Comencé diciéndole que todas las comunidades internacionales estaban preocupadas sobre el caso de Falun Gong. Luego, seguí argumentando y le relaté a ella los terribles crímenes que el régimen de Jiang ha cometido en contra de mujeres practicantes.
Le conté que en los campos de trabajos forzados de mujeres Masanjia y Heizuizi en Changchun abusan y violan a las practicantes. Le dije, “Nosotras dos somos compañeras mujeres campesinas, ¿cómo podemos soportar tales cosas que suceden a plena luz del día, en tiempos modernos y civilizados? Creo que usted es una mujer madura que simpatiza. Usted no podría ser algo así sin tomar acción, ¿no es así?” Hubo un largo silencio al otro lado de la línea. Después, ella murmuró, “No puedo imaginar que eso sea verdad. He oído de eso antes, pero no lo pude creer. Sin embargo, puede usted estar segura. Les contaré todo completamente a las altas autoridades. En todo caso, ¡no está permitido que los derechos básicos de las mujeres sean violados!”.
Algunas veces, antes del fin de una conversación, cuando oigo que el otro expresa sinceramente su aprecio, lágrimas de satisfacción salen de mis ojos. Me emociono debido al tipo de pensamientos que aún tienen. Más aún, ¡me alegro que otra vida sea salvada!
Lo de arriba es un poquito de mi experiencia haciendo llamadas a China. Por supuesto, no todas las llamadas son exitosas. Lo más importante de todo, necesitamos el espíritu de perseverancia. De hecho, llamar a China es el curso para nuestra elevación. ¡Es el camino para recordarme a mi misma de tener pensamientos rectos y conducta de dios en todo momento!
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