Mi padre había creído en el catolicismo, pero más tarde se convirtió en budista. Cuando yo tenía 4 años en 1949, la "nueva China" se estableció bajo un gobierno comunista. Un día, mi padre me llevó a un templo en el suburbio norte de nuestra región y charló con un lama de alto nivel sobre el budismo. El lama dijo: "Después de la llamada liberación, la gente no oirá hablar más del budismo. Pero dentro de 50 años, más o menos, una Gran Ley (Dafa) va a propagarse por todos los confines del mundo. Los que practican la cultivación en esta Gran Ley serán los más afortunados. Incluso los que tendrán la ocasión de oír hablar de ella también serán bendecidos." En el futuro, añadió señalándome con el dedo, "obtendrá la Gran Ley."
Mi padre me contó esta historia cuando yo tenía 20 años, entonces la guardé en mi espíritu y en mi corazón. Tuve el privilegio de comenzar mi práctica de Falun Dafa en junio de 1995.
Falun Dafa se propagó por todos los confines del mundo, con 60 países y 100 millones de practicantes. Todo esto no es una simple coincidencia. No se debería perder esta oportunidad y la ocasión que sólo se presenta una única vez en millones de años.
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